1 CRÓNICAS 28:1-21
1 CRÓNICAS 28:1-21 Reina Valera 2020 (RV2020)
David reunió en Jerusalén a todos los principales de Israel, los jefes de las tribus, los jefes de las divisiones que servían al rey, los jefes de millares y de centenas, los administradores de toda la hacienda y posesión del rey y de sus hijos, los oficiales y los más poderosos y valientes de sus hombres. Entonces el rey David se puso en pie y dijo: —Oídme, hermanos míos y pueblo mío. Yo tenía el propósito de edificar una Casa en la cual reposara el arca del pacto del Señor, y sirviera de estrado a los pies de nuestro Dios; y había ya preparado todo para edificarla. Pero Dios me dijo: «Tú no edificarás Casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre». Sin embargo, el Señor, Dios de Israel, me eligió de entre toda la casa de mi padre, para que fuera rey de Israel perpetuamente; porque a Judá escogió para ser caudillo, y de la casa de Judá a la familia de mi padre; y de entre los hijos de mi padre se agradó de mí para ponerme por rey sobre todo Israel. Y de entre todos mis hijos (porque el Señor me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino del Señor sobre Israel. Y me ha dicho: «Salomón, tu hijo, él edificará mi Casa y mis atrios; porque a este he escogido por hijo, y yo seré para él un padre. Asimismo, yo confirmaré su reino para siempre, si él se esfuerza en poner por obra mis mandamientos y mis decretos, como en este día». Ahora, pues, delante de todo Israel, congregación del Señor, y de nuestro Dios que nos escucha, cumplid y observad todos los preceptos del Señor, vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis en herencia perpetua a vuestros hijos después de vosotros. Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo generoso; porque el Señor escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscas, lo hallarás; pero si lo dejas, él te desechará para siempre. Mira, pues, ahora, que el Señor te ha elegido para que edifiques Casa para el santuario; ¡esfuérzate, y hazla! Entonces David entregó a su hijo Salomón el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus salas y la casa del propiciatorio. Asimismo, el plano de todas las cosas que tenía en mente para los atrios de la casa del Señor, para todas las habitaciones alrededor, para las tesorerías de la casa de Dios, y para las tesorerías de las cosas santificadas. También para los grupos de los sacerdotes y de los levitas, para toda la obra del ministerio de la casa del Señor, y para todos los utensilios del ministerio de la casa del Señor. Le dio oro en cantidad suficiente para las cosas de oro, para todos los utensilios de cada servicio, y plata en cantidad suficiente para todas las cosas de plata, para todos los utensilios de cada servicio. El oro necesario para los candelabros de oro, y para sus lámparas; suficiente oro para cada candelabro y sus lámparas; y para los candelabros de plata, la plata necesaria para cada candelabro y sus lámparas, conforme al servicio de cada candelabro. Asimismo, le dio oro suficiente para cada una de las mesas de la proposición; del mismo modo, plata para las mesas de plata. También oro puro para los garfios, para los lebrillos, para las copas y para las tazas de oro; para cada taza, según su peso; y para las tazas de plata, según el peso de cada taza. Además, suficiente oro puro para el altar del incienso, y para el carro de los querubines de oro, que con las alas extendidas cubrían el arca del pacto del Señor. —Todas estas cosas —dijo David— me fueron trazadas por la mano del Señor, que me hizo entender todas las obras del diseño. David dijo además a su hijo Salomón: —Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas ni desmayes, porque Dios el Señor, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa del Señor. Ahí tienes los grupos de los sacerdotes y de los levitas para todo el ministerio de la casa de Dios; estarán a tu lado en toda la obra; también te dará su ayuda toda clase de voluntarios y gente hábil para toda forma de servicio, y los príncipes y todo el pueblo ejecutarán todas tus órdenes.
1 CRÓNICAS 28:1-21 La Palabra (versión española) (BLP)
David reunió en Jerusalén a todas las autoridades de Israel: a los jefes de tribus y de las secciones que servían al rey, a los capitanes de compañías y batallones, a los administradores de la hacienda y el ganado del rey y de sus hijos, a los cortesanos, a los héroes de guerra y a toda la gente de valía. Luego el rey David se puso en pie y dijo: —Hermanos míos y pueblo mío, escuchadme. Yo había proyectado edificar un Templo para descanso del Arca de la alianza del Señor y escabel de los pies de nuestro Dios y había hecho los preparativos para su construcción. Pero Dios me dijo: «Tú no edificarás un Templo en mi honor, pues eres un hombre belicoso y has derramado sangre». Sin embargo, el Señor, Dios de Israel, me ha elegido entre toda mi familia para convertirme en rey de todo Israel por siempre, pues escogió a Judá como príncipe; y entre la tribu de Judá, a la familia de mi padre; y entre mis hermanos, a mí para hacerme rey de todo Israel. Y entre todos mis hijos (pues el Señor me ha dado numerosos hijos) ha elegido a mi hijo Salomón para sentarse en el trono del reino de Dios sobre Israel. Y me dijo: «Tu hijo Salomón será quien edifique mi Templo y mis atrios, pues lo he elegido como hijo y yo seré su padre. Yo consolidaré su reino para siempre, si se mantiene firme en el cumplimiento de mis mandatos y decretos, como hoy lo hace». Ahora, pues, ante todo Israel, que es la asamblea del Señor, y ante nuestro Dios, guardad y seguid todos los mandatos del Señor vuestro Dios, para que sigáis poseyendo esta magnífica tierra y la podáis legar después a vuestros hijos para siempre. Y tú, hijo mío, Salomón, reconoce al Dios de tu padre y sírvelo de forma exclusiva y generosa, pues él sondea todos los corazones y penetra en todas las intenciones. Si lo buscas, se dejará encontrar; pero si lo abandonas, él te abandonará para siempre. Piensa que el Señor te ha escogido para que le edifiques el santuario. ¡Valor y manos a la obra! David entregó a su hijo Salomón el diseño del atrio del Templo y de sus edificaciones anejas: almacenes, cámaras superiores, dependencias interiores y el lugar de la expiación; junto con el diseño que tenía proyectado para los atrios del Templo, para todas las dependencias circundantes; para los tesoros del Templo y las ofrendas consagradas; para los turnos sacerdotales y levíticos, para los diversos servicios del culto y para todos los utensilios del Templo. Además, le indicó las respectivas cantidades de oro y plata que debían contener, según su función, los distintos objetos de culto; así como el peso de los distintos candelabros y lámparas de oro y plata, según la función de cada candelabro; la cantidad de oro para las mesas de oro de los panes de la ofrenda, y la de plata para las mesas de plata; el oro puro de los tenedores, cuencos y jarrones; el peso de oro y plata para las diversas copas; el peso de oro fino para el altar del incienso y el diseño del carro de los querubines de oro que cubren con sus alas extendidas el Arca de la alianza del Señor. Todo de acuerdo con un escrito que el Señor había dado a David, explicando todos los detalles del diseño. Luego David añadió a su hijo Salomón: —¡Ten valor y ánimo, y pon manos a la obra! No temas ni te acobardes, porque Dios, el Señor, mi Dios, te acompaña, y no te dejará ni abandonará hasta que culmines toda la obra del servicio del Templo. Tienes a tu disposición a las clases sacerdotales y levíticas para todos los servicios del Templo de Dios, y en los distintos trabajos podrás contar con voluntarios expertos en cada especialidad y con las autoridades y todo el pueblo, que estarán a tus órdenes.
1 CRÓNICAS 28:1-21 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
David reunió en Jerusalén a todas las autoridades de Israel: los jefes de las tribus, los jefes de las divisiones militares al servicio del rey, los comandantes de batallones y jefes de compañías, los administradores de todas las tierras y ganados del rey y de sus hijos, los personajes más importantes y todos los militares notables. Entonces David se puso en pie y dijo: “Escuchadme, hermanos y pueblo mío: Yo tenía el propósito de construir un lugar donde el arca del pacto del Señor estuviera permanentemente, y que fuera el sitio donde nuestro Dios estableciera su trono, y había hecho preparativos para construirlo. Pero Dios me dijo: ‘No eres tú quien va a construirme un templo, porque eres un guerrero y has derramado sangre.’ Sin embargo, el Señor, Dios de Israel, me escogió entre toda mi familia para hacerme rey de Israel por siempre. Pues él escogió la tribu de Judá como tribu gobernante; de la tribu de Judá escogió a mi familia; y de entre mis hermanos me escogió a mí para ser rey sobre todo Israel. Y ahora, entre todos mis hijos, pues son muchos los que el Señor me ha dado, el Señor ha escogido a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del dominio del Señor sobre Israel. El Señor también me dijo: ‘Tu hijo Salomón será quien construya mi templo y mis atrios, porque lo he escogido como hijo, y yo seré un padre para él; y afirmaré su reino para siempre, si él sigue esforzándose en cumplir mis mandamientos y disposiciones como hasta el día de hoy.’ “Ahora pues, en presencia de todo Israel, de esta asamblea del Señor, y de nuestro Dios que nos escucha, guardad con empeño todos los mandamientos del Señor vuestro Dios, para que este hermoso país continúe siendo propiedad vuestra y luego podáis dejárselo para siempre en herencia a vuestros hijos. Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre y sírvele de todo corazón y con buena disposición, porque el Señor examina todas las conciencias y distingue cualquier intención y pensamiento. Así que, si tú le buscas, él permitirá que le encuentres; pero si te apartas de él, te rechazará de una vez para siempre. Ten ahora presente que el Señor te ha escogido para que construyas un edificio que será su santuario. Por tanto, ¡ánimo y manos a la obra!” Entonces David entregó a su hijo Salomón el plano del vestíbulo del templo, de sus edificios, de los almacenes, de las salas del piso alto, de las cámaras interiores y del Lugar Santísimo. Además le dio el proyecto de todo lo que tenía en mente para los atrios del templo y las cámaras de alrededor, los tesoros y los depósitos para las ofrendas sagradas, y también las cámaras para los turnos de los sacerdotes y los levitas, y para todos los servicios del templo, lo mismo que para todos los objetos del culto en el templo. También le dio oro y plata en cantidad suficiente para todos los objetos de oro y plata que habían de usar en el culto; para los candelabros y sus lámparas, tanto los de oro como los de plata, le dio conforme al peso que debía tener cada uno de ellos; y lo mismo hizo para cada una de las mesas, tanto las de oro como las de plata, donde debía ordenarse en hileras el pan consagrado. Le dio además oro para los tenedores, los tazones y las jarras, así como oro y plata suficiente para las copas de uno u otro metal, según el peso de cada una. También le entregó suficiente cantidad de oro refinado para el altar del incienso, e igualmente le dio oro para la construcción del carro, es decir, de los seres alados que con las alas extendidas cubren el arca del pacto del Señor. Todo esto se hallaba en un escrito redactado por revelación del Señor a David, en el que se explicaban todos los trabajos que había que hacer de acuerdo con el plano. Entonces dijo David a Salomón: “¡Ten valor y firmeza, y pon manos a la obra! ¡No te desanimes ni tengas miedo, porque el Señor mi Dios estará contigo! Él no te dejará ni te abandonará hasta que se acabe toda la obra para el servicio del templo. Aquí están los turnos de los sacerdotes y levitas dispuestos para el servicio en el templo; y para todos los trabajos tendrás también la ayuda de toda clase de voluntarios, expertos en todo tipo de servicio; y los jefes y todo el pueblo estarán a tus órdenes.”
1 CRÓNICAS 28:1-21 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
David reunió en Jerusalén a todos los jefes de Israel, es decir, a los jefes de las tribus, los jefes de las divisiones que por turno servían al rey, los jefes de mil y de cien soldados, los administradores de los bienes, del ganado y de los príncipes, los eunucos del palacio, los guerreros, y todos los valientes. Puesto de pie, el rey David dijo: «Hermanos de mi pueblo, escuchadme. Yo tenía el propósito de construir un templo para que en él reposara el arca del pacto del SEÑOR nuestro Dios y sirviera como estrado de sus pies. Ya tenía todo listo para construirlo cuando Dios me dijo: “Tú no me construirás ningún templo, porque eres hombre de guerra y has derramado sangre”. »Sin embargo, el SEÑOR, Dios de Israel, me escogió de entre mi familia para ponerme por rey de Israel para siempre. En efecto, él escogió a Judá como la tribu gobernante; de esta tribu escogió a mi familia, y de entre mis hermanos me escogió a mí, para ponerme por rey de Israel. De entre los muchos hijos que el SEÑOR me ha dado, escogió a mi hijo Salomón para que se sentara en el trono real del SEÑOR y gobernara a Israel. Dios me dijo: “Será tu hijo Salomón el que construya mi templo y mis atrios, pues lo he escogido como hijo, y seré para él como un padre. Y, si persevera en cumplir mis leyes y mis normas, como lo hace hoy, entonces afirmaré su reino para siempre”. »En presencia de Dios que nos escucha, y de todo Israel, que es la congregación del SEÑOR, hoy os encarezco que obedezcáis cumplidamente todos los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios. Así poseeréis esta hermosa tierra y se la dejaréis en herencia perpetua a vuestros hijos. »Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con buena disposición, pues el SEÑOR escudriña todo corazón y discierne todo pensamiento. Si lo buscas, te permitirá que lo encuentres; si lo abandonas, te rechazará para siempre. Ten presente que el SEÑOR te ha escogido para que le edifiques un templo como santuario suyo. Así que ¡anímate y pon manos a la obra!» Luego David le entregó a Salomón el diseño del pórtico del templo, de sus edificios, de los almacenes, de las habitaciones superiores, de los cuartos interiores y del lugar del propiciatorio. También le entregó el diseño de todo lo que había planeado para los atrios del templo del SEÑOR, para los cuartos de alrededor, para los tesoros del templo de Dios y para los depósitos de las ofrendas sagradas. Así mismo, le dio instrucciones en cuanto a la labor de los sacerdotes y levitas, y de todos los servicios del templo del SEÑOR y de todos los utensilios sagrados que se usarían en el servicio del templo. Además, le entregó abundante oro y plata para todos los utensilios de oro y de plata que se debían usar en cada uno de los servicios en el templo. También le pesó el oro y la plata para cada uno de los candelabros y sus lámparas, tanto los de oro como los de plata, según el uso de cada candelabro. De igual manera, le pesó el oro y la plata para cada una de las mesas del pan consagrado, tanto las de oro como las de plata. Le hizo entrega del oro puro para los tenedores, los tazones y las jarras. Le pesó oro y plata suficiente para cada una de las copas de oro y de plata. Para el altar del incienso le entregó una cantidad suficiente de oro refinado. También le dio el diseño de la carroza y de los querubines que cubren con sus alas extendidas el arca del pacto del SEÑOR. «Todo esto —dijo David— ha sido escrito por revelación del SEÑOR, para darme a conocer el diseño de las obras». Además, David le dijo a su hijo Salomón: «¡Sé fuerte y valiente, y pon manos a la obra! No tengas miedo ni te desanimes, porque Dios el SEÑOR, mi Dios, estará contigo. No te dejará ni te abandonará hasta que hayas terminado toda la obra del templo del SEÑOR. Aquí tienes la organización de los sacerdotes y de los levitas para el servicio del templo de Dios. Además, contarás con la ayuda voluntaria de expertos en toda clase de trabajos. Los jefes y todo el pueblo estarán a tu disposición».