1 CORINTIOS 7:2-6
1 CORINTIOS 7:2-6 La Palabra (versión española) (BLP)
Ante el peligro de la lujuria, que cada uno tenga su mujer, y cada mujer su marido. El marido debe cumplir su obligación conyugal con la mujer, y lo mismo la mujer con el marido. Porque la mujer ya no es dueña de su propio cuerpo; lo es el marido. Como tampoco el marido es dueño de su cuerpo; lo es la mujer. No pongáis dificultades a vuestra mutua entrega, a no ser de común acuerdo y por cierto tiempo con el fin de dedicaros a la oración. Pero luego debéis volver a la vida normal de matrimonio, no sea que, incapaces de guardar continencia, Satanás os arrastre al pecado. Esto os lo digo más en plan de concesión que de mandato.
1 CORINTIOS 7:2-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pero, en vista de tanta inmoralidad, cada hombre debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo. El hombre debe cumplir su deber conyugal con su esposa, e igualmente la mujer con su esposo. La mujer ya no tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. Tampoco el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposa. No os neguéis el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y solo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tardéis en volveros a unir nuevamente; de lo contrario, podéis caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio. Ahora bien, esto lo digo como una concesión y no como una orden.
1 CORINTIOS 7:2-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Sin embargo, para evitar la inmoralidad sexual, es mejor que cada uno tenga su propia mujer, y cada mujer tenga su propio marido. El marido que cumpla con su mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con su marido. La mujer no tiene dominio sobre su propio cuerpo, sino el marido; y del mismo modo tampoco tiene el marido dominio sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo acuerdo, para dedicaros al ayuno y la oración. Después volved a juntaros en uno, para que Satanás no os tiente a causa de vuestra incontinencia. Pero esto lo digo como una concesión, no como un mandato.
1 CORINTIOS 7:2-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
pero, a causa de la inmoralidad sexual, cada uno debe tener su propia esposa y cada mujer su propio esposo. Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios del matrimonio. Ni la esposa es dueña de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposa. Por tanto, no os neguéis el uno al otro, a no ser que os pongáis de acuerdo en no juntaros por algún tiempo para dedicaros a la oración. Después debéis volver a juntaros, no sea que, por no poder dominaros, Satanás os haga pecar. Todo esto lo digo más como concesión que como mandamiento.