1 JUAN 2:8-14
1 JUAN 2:8-14 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Sin embargo, esto que os escribo es un mandamiento nuevo, que es verdad tanto en Cristo como en vosotros, porque la oscuridad va pasando y ya brilla la luz verdadera. Quien dice que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano vive en la luz y no hay nada que le haga caer en pecado. Pero el que odia a su hermano vive y anda en la oscuridad, y no sabe a dónde va porque la oscuridad lo ha dejado ciego. Hijitos, os escribo porque Dios os ha perdonado vuestros pecados haciendo honor a su nombre. Padres, os escribo porque habéis conocido al que ya existía desde el principio. Jóvenes, os escribo porque habéis vencido al maligno. Os he escrito a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que ya existía desde el principio. Os he escrito también a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y habéis aceptado la palabra de Dios en vuestro corazón, y porque habéis vencido al maligno.
1 JUAN 2:8-14 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque la oscuridad ha pasado y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz y odia a su hermano, está todavía en la oscuridad. El que ama a su hermano, permanece en la luz y en él no hay tropiezo. Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y anda en la oscuridad, y no sabe a dónde va, porque la oscuridad le ha cegado los ojos. Hijitos, os escribo a vosotros porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Padres, os escribo a vosotros porque conocéis al que es desde el principio. Jóvenes, os escribo a vosotros porque habéis vencido al maligno. Hijitos os escribo a vosotros porque habéis conocido al Padre. Padres, os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Jóvenes, os he escrito a vosotros porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
1 JUAN 2:8-14 La Palabra (versión española) (BLP)
Y, sin embargo, se trata de un mandamiento nuevo, en cuanto que se realiza en Cristo y en vosotros; porque las tinieblas van pasando y ya alumbra la luz verdadera. Si alguien dice que vive en la luz y odia a su hermano, todavía vive en tinieblas. El que ama a su hermano, vive en la luz y no caerá en pecado. Pero quien lo aborrece, vive y camina en tinieblas, sin saber adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. Os escribo, hijos míos, porque [Dios] ha perdonado vuestros pecados en nombre [de Jesús]. Os escribo a vosotros, los mayores, porque conocéis al que existe desde el principio. Os escribo a vosotros, los jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo, hijos míos, porque conocéis al Padre. Os escribo a vosotros, los mayores, porque permanecéis en el conocimiento del que existe desde el principio. Os escribo a vosotros, los jóvenes, porque sois valientes, permanecéis fieles a la palabra de Dios y habéis vencido al maligno.
1 JUAN 2:8-14 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por otra parte, lo que os escribo es un mandamiento nuevo, cuya verdad se manifiesta tanto en la vida de Cristo como en la vuestra, porque la oscuridad se va desvaneciendo y ya brilla la luz verdadera. El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar. Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver. Os escribo, queridos hijos, porque vuestros pecados han sido perdonados por el nombre de Cristo. Os escribo, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os he escrito, queridos hijos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.