1 REYES 19:5-8
1 REYES 19:5-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y tras echarse debajo del enebro, se quedó dormido; pero un ángel le tocó, y le dijo: —Levántate y come. Miró y vio a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas y una vasija de agua; comió, bebió y volvió a dormirse. Regresó el ángel del Señor por segunda vez, le tocó y le dijo: —Levántate y come, porque largo camino te queda. Se levantó, pues, comió y bebió. Fortalecido con aquella comida, anduvo cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.
1 REYES 19:5-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Se echó bajo la retama y se quedó dormido. Pero un ángel lo tocó y le dijo: —Levántate y come. Elías miró y a su cabecera vio una torta de pan cocido sobre piedras calientes junto a una jarra de agua. Comió, bebió y volvió a acostarse. Pero el ángel del Señor lo tocó de nuevo y le dijo: —Levántate y come, porque el camino se te hará muy largo. Elías se levantó, comió y bebió; y con la fuerza de aquella comida caminó durante cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios.
1 REYES 19:5-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido. De repente, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come». Elías miró a su alrededor y vio a su cabecera un panecillo cocido sobre carbones calientes y un jarro de agua. Comió y bebió, y volvió a acostarse. El ángel del SEÑOR regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un largo viaje». Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida, viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios.
1 REYES 19:5-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Se acostó allí, bajo la retama, y se quedó dormido. Pero un ángel llegó, le tocó y le dijo: “Levántate y come.” Elías miró a su alrededor y vio, cerca de su cabecera, una torta cocida sobre las brasas y una jarra de agua. Entonces se levantó, y comió y bebió; después se volvió a acostar. Pero el ángel del Señor vino por segunda vez, le tocó y le dijo: “Levántate y come, porque de otro modo el viaje sería demasiado largo para ti.” Elías se levantó, y comió y bebió. Aquella comida le dio fuerzas para caminar cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar a Horeb, el monte de Dios.