1 REYES 6:1-38
1 REYES 6:1-38 Reina Valera 2020 (RV2020)
En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa del Señor. La casa que el rey Salomón edificó al Señor tenía treinta metros de largo, diez de ancho y quince de alto. El pórtico delante del templo tenía diez metros de largo en toda su anchura y cinco de ancho en su parte frontal. Hizo a la Casa ventanas anchas por dentro y estrechas por fuera. Edificó también aposentos junto al muro de la Casa y a su alrededor, adosados a las paredes de la Casa alrededor del templo y del lugar santísimo, y construyó habitaciones laterales alrededor. El aposento de abajo tenía dos metros y medio de ancho; la galería intermedia tenía tres metros y la galería superior, tres metros y medio, pues había colocado unos salientes externos alrededor del edificio para no empotrar las vigas en los muros. Cuando se edificó la Casa, la construyeron con piedras que traían ya talladas, de tal manera que no se oyeron en la Casa ni martillos ni hachas, ni ningún otro instrumento de hierro, mientras la edificaban. La puerta del aposento intermedio estaba al lado derecho de la Casa. Se subía por una escalera de caracol al aposento intermedio, y de allí al tercero. Construyó, pues, la Casa, la terminó y la recubrió con artesonados de cedro. Edificó asimismo una galería de dos metros y medio de altura y la unió al edificio con vigas de cedro. Entonces dijo el Señor a Salomón: «En cuanto a esta casa que edificas, si caminas en mis preceptos, cumples mis decretos y guardas todos mis mandamientos por andar en ellos, yo cumpliré contigo mi palabra, la que dije a David, tu padre: Habitaré en medio de los hijos de Israel y no abandonaré a mi pueblo Israel». Así, pues, Salomón construyó la Casa y la terminó. Recubrió las paredes de la Casa con tablas de cedro, pues la revistió de madera por dentro, desde el suelo de la Casa hasta las vigas de la techumbre. Recubrió también el pavimento con madera de ciprés. Asimismo, hizo al final de la Casa un edificio de diez metros, y lo recubrió de tablas de cedro desde el suelo hasta lo más alto; así hizo en la Casa un aposento para que fuera el lugar santísimo. La Casa, esto es, el templo de enfrente, tenía veinte metros de largo. La Casa estaba recubierta de cedro por dentro y tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de flores. Todo era cedro; ninguna piedra se veía. Salomón preparó el lugar santísimo por dentro en medio de la Casa, para poner allí el arca del pacto del Señor. El lugar santísimo estaba en la parte de adentro, y tenía diez metros de largo, diez metros de ancho, y diez metros de alto. Lo recubrió de oro purísimo. Asimismo, recubrió de oro el altar de cedro. De manera que Salomón recubrió de oro puro la Casa por dentro, cerró la entrada del santuario con cadenas de oro y lo recubrió de oro. Recubrió, pues, de oro toda la Casa de arriba abajo, y asimismo recubrió de oro todo el altar que estaba frente al lugar santísimo. Hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de cinco metros de altura. Las alas de cada querubín medían dos metros y medio, en total, cinco metros desde el extremo de un ala al extremo de la otra. El segundo querubín también medía cinco metros, pues ambos querubines tenían la misma dimensión y la misma forma. La altura de ambos querubines era de cinco metros. Puso estos querubines dentro de la Casa en el lugar santísimo, los cuales tenían sus alas extendidas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro tocaba la otra pared, mientras las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la Casa. Luego recubrió de oro los querubines, y esculpió todas las paredes alrededor de la Casa con diversas figuras de querubines, de palmeras y de botones de flores, por dentro y por fuera. También recubrió de oro el piso de la Casa, por dentro y por fuera. A la entrada del santuario hizo puertas de madera de olivo. El umbral y los postes tenían cinco esquinas. Las dos puertas eran de madera de olivo. En ellas talló figuras de querubines, de palmeras y de botones de flores, y las recubrió de oro. Recubrió también de oro los querubines y las palmeras. Igualmente hizo para la puerta del templo marcos cuadrados de madera de olivo. Las dos puertas eran de madera de ciprés, y las dos hojas de ambas puertas giraban. Talló en ellas querubines, palmeras y botones de flores, y las recubrió de oro ajustado a las talladuras. Edificó el atrio interior de tres hileras de piedras labradas, y de una hilera de vigas de cedro. En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa del Señor. Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fue acabada la Casa con todas sus dependencias y todo lo necesario. La edificó, pues, en siete años.
1 REYES 6:1-38 La Palabra (versión española) (BLP)
El año cuatrocientos ochenta de la salida de los israelitas de Egipto, el año cuarto del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Ziv, es decir, el segundo mes, Salomón comenzó a construir el Templo del Señor. El Templo que el rey Salomón construyó al Señor tenía treinta metros de largo, diez de ancho y quince de alto. El vestíbulo que había en la parte delantera del edificio tenía diez metros de largo en toda su anchura y cinco de ancho en su parte frontal. En el Templo puso ventanas con celosías y construyó, adosada al muro del Templo, una galería que rodeaba las paredes del edificio, alrededor de la nave y del camarín, con habitaciones laterales alrededor. La galería baja tenía dos metros y medio de ancho; la galería intermedia tenía tres metros y la galería superior, tres metros y medio, pues había colocado unos salientes externos alrededor del edificio para no empotrar las vigas en los muros. En la construcción del Templo se emplearon piedras talladas en la cantera y no se oyeron golpes de martillos, picos o cualquier otra herramienta de hierro durante su construcción. La entrada de la galería baja estaba a la derecha del edificio. Por una escalera se subía a la galería intermedia, y de esta a la galería superior. Cuando Salomón terminó la construcción del Templo lo recubrió con un artesonado de cedro. Construyó la galería de dos metros y medio de altura y la unió al edificio con vigas de cedro. El Señor dijo a Salomón: —Por este Templo que estás construyendo, si caminas según mis normas, pones en práctica mis decretos y guardas mis mandamientos, conduciéndote de acuerdo a ellos, yo te cumpliré la promesa que hice a tu padre, David: habitaré entre los israelitas y no abandonaré a mi pueblo Israel. Cuando Salomón terminó de construir el Templo, decoró las paredes interiores del edificio con paneles de cedro, desde el suelo hasta las vigas del techo; recubrió el interior con madera y cubrió el suelo del edificio con tablas de pino. Decoró los diez metros de la parte trasera del edificio, desde el suelo hasta el techo, con paneles de cedro y lo convirtió en camarín o lugar santísimo. Delante de él se encontraba la nave del Templo, que tenía veinte metros. La decoración interior del Templo era de cedro con relieves de calabazas y flores abiertas. Todo era de cedro y no se veía la piedra. Dispuso el camarín en el interior del Templo, en la parte central, para colocar allí el Arca de la alianza del Señor. El camarín tenía diez metros de largo, diez de ancho y diez de alto. Lo recubrió de oro puro y construyó un altar de cedro. También recubrió de oro puro el interior del Templo, puso cadenas de oro delante del camarín y lo recubrió de oro. Recubrió de oro todo el interior del edificio, hasta completarlo, así como todo el altar que había en el camarín. Colocó en el camarín dos querubines de madera de olivo, de cinco metros de altura. Las alas de cada querubín medían dos metros y medio, en total, cinco metros desde el extremo de un ala al extremo de la otra. El segundo querubín también medía cinco metros, pues ambos querubines tenían la misma dimensión y la misma forma. La altura de ambos querubines era de cinco metros. Colocó los serafines en medio del edificio, en su interior, con las alas extendidas, de forma que el ala de uno tocaba una pared y el ala del otro tocaba la pared opuesta, mientras que las alas interiores se tocaban, ala contra ala. Luego recubrió de oro los querubines. Hizo esculpir todos los muros interiores y exteriores del edificio con bajorrelieves de querubines, palmas y guirnaldas de flores. Recubrió de oro el pavimento del edificio por dentro y por fuera. Puso en el camarín puertas de madera de olivo, con el dintel y las jambas en forma de pentágono. Y sobre las dos puertas de madera de olivo grabó figuras de querubines, palmas y guirnaldas de flores; luego las recubrió de oro, concentrándolo sobre los querubines y las palmas. Para la entrada de la nave hizo igualmente puertas cuadradas de madera de olivo y dos puertas de madera de pino, con dos hojas giratorias cada una. Esculpió también en ellas figuras de querubines, palmas y guirnaldas de flores, y recubrió de oro las partes talladas. Finalmente construyó el atrio interior con tres hileras de piedras labradas y una hilera de vigas de cedro. En el año cuarto, en el mes de Ziv, se pusieron los cimientos del edificio, y en el año undécimo, en el mes de Bul, es decir, el mes octavo, el edificio quedó terminado en todos sus detalles y según su proyecto. Su construcción duró, pues, siete años.
1 REYES 6:1-38 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Salomón comenzó a construir el templo del SEÑOR en el cuarto año de su reinado en Israel, en el mes de zif , que es el mes segundo. Habían transcurrido cuatrocientos ochenta años desde que los israelitas salieron de Egipto. El templo que el rey Salomón construyó para el SEÑOR medía veintisiete metros de largo por nueve metros de ancho y trece metros y medio de alto. El vestíbulo de la nave central del templo medía también nueve metros de ancho y por el frente del templo sobresalía cuatro metros y medio. Salomón también mandó colocar en el templo ventanales con celosías. Alrededor del edificio, y contra las paredes de la nave central y del santuario interior, construyó un anexo con celdas laterales. El piso inferior del anexo medía dos metros con veinticinco centímetros de ancho; el piso intermedio, dos metros con setenta centímetros, y el piso más alto, tres metros con quince centímetros. Salomón había mandado hacer salientes en el exterior del templo para que las vigas no se empotraran en la pared misma. En la construcción del templo solo se emplearon piedras de cantera ya labradas, así que durante las obras no se oyó el ruido de martillos ni de piquetas, ni de ninguna otra herramienta. La entrada al piso inferior se hallaba en el lado sur del templo; una escalera de caracol conducía al nivel intermedio y a la planta alta. Salomón terminó de construir el templo techándolo con vigas y tablones de cedro. A lo largo del templo construyó el anexo, el cual tenía una altura de dos metros con veinticinco centímetros y quedaba unido a la pared del templo por medio de vigas de cedro. La palabra del SEÑOR vino a Salomón y le dio este mensaje: «Ya que estás construyendo este templo, quiero decirte que, si andas según mis decretos, y obedeces mis leyes y todos mis mandamientos, yo cumpliré por medio de ti la promesa que le hice a tu padre David. Entonces viviré entre los israelitas, y no abandonaré a mi pueblo Israel». Cuando Salomón terminó de construir la estructura del templo, revistió las paredes interiores con tablas de cedro, artesonándolas desde el suelo hasta el techo; el suelo lo recubrió con tablones de pino. En el santuario interior, al fondo del templo, acondicionó el Lugar Santísimo, recubriendo el espacio de nueve metros con tablas de cedro desde el suelo hasta el techo. Frente al Lugar Santísimo estaba la nave central, la cual medía dieciocho metros de largo. El interior del templo lo recubrió de cedro tallado con figuras de calabazas y flores abiertas. No se veía una sola piedra, pues todo era de cedro. Salomón dispuso el Lugar Santísimo del templo para que se colocara allí el arca del pacto del SEÑOR. El interior de este santuario, que medía nueve metros de largo por nueve metros de alto, lo recubrió de oro puro, y también recubrió de cedro el altar. Además, Salomón recubrió de oro puro el interior del templo, y tendió cadenas de oro a lo largo del frente del Lugar Santísimo, el cual estaba recubierto de oro. En efecto, recubrió de oro todo el santuario interior, y así mismo el altar que estaba delante de este. Salomón mandó esculpir para el santuario interior dos querubines de madera de olivo, cada uno de los cuales medía cuatro metros y medio de altura. De una punta a otra, las alas extendidas del primer querubín medían cuatro metros y medio, es decir, cada una de sus alas medía dos metros y veinticinco centímetros. Las del segundo querubín también medían cuatro metros y medio, pues los dos eran idénticos en tamaño y forma. Cada querubín medía cuatro metros y medio de altura. Salomón puso los querubines con sus alas extendidas en medio del recinto interior del templo. Con una de sus alas, cada querubín tocaba una pared, mientras que sus otras alas se tocaban en medio del santuario. Luego Salomón recubrió de oro los querubines. Sobre las paredes que rodeaban el templo, lo mismo por dentro que por fuera, talló figuras de querubines, palmeras y flores abiertas. Además, recubrió de oro los suelos de los cuartos interiores y exteriores del templo. Para la entrada del Lugar Santísimo, Salomón hizo puertas de madera de olivo, con jambas y postes pentagonales. Sobre las dos puertas de madera de olivo talló figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, y todas ellas las recubrió de oro. Así mismo, para la entrada de la nave central hizo postes cuadrangulares de madera de olivo. También hizo dos puertas de pino, cada una con dos hojas giratorias. Sobre ellas talló figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, y las recubrió de oro bien ajustado al relieve. Las paredes del atrio interior las construyó con tres hileras de piedra labrada por cada hilera de vigas de cedro. Los cimientos del templo del SEÑOR se habían echado en el mes de zif del cuarto año del reinado de Salomón, y en el mes de bul del año undécimo, es decir, en el mes octavo de ese año, se terminó de construir el templo siguiendo al pie de la letra todos los detalles del diseño. Siete años le llevó a Salomón la construcción del templo.
1 REYES 6:1-38 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Salomón comenzó la construcción del templo del Señor en el cuarto año de su reinado en Israel, en el mes de Ziv, que es el segundo mes del año, cuando hacía ya cuatrocientos ochenta años que los israelitas habían salido de Egipto. El templo que el rey Salomón construyó para el Señor tenía veintisiete metros de largo, nueve de ancho y trece y medio de alto. El vestíbulo en la parte delantera del templo medía nueve metros de largo, igual a la anchura del templo, y cuatro metros y medio de ancho en la parte frontal del edificio. Salomón hizo al templo ventanas con rejas. También construyó un anexo junto al muro que rodeaba el edificio, contra los muros que rodeaban el templo, tanto alrededor de la sala central como de la cámara posterior, y construyó celdas alrededor. La planta baja del anexo medía dos metros y veinticinco centímetros de ancho; la planta intermedia, dos metros y setenta centímetros; y la planta alta, tres metros y quince centímetros; pues por fuera había reducido las medidas del templo para no empotrar las vigas en sus muros. En la construcción del templo se emplearon piedras totalmente labradas, así que, mientras lo edificaban, no se oyeron en el templo martillos ni piquetas ni ningún otro instrumento de hierro. La puerta de la celda de la planta baja estaba al lado derecho del templo, y para subir a los pisos intermedio y tercero había una escalera de caracol. Cuando Salomón terminó de construir el templo, lo cubrió con vigas y artesonado de cedro. Edificó también el anexo que rodeaba todo el templo, cuya altura era de dos metros y veinticinco centímetros, y lo sujetó al muro del templo con vigas de cedro. Entonces el Señor se dirigió a Salomón y le dijo: “En cuanto al templo que estás construyendo, quiero decirte que, si te conduces conforme a mis leyes y decretos, y cumples todos mis mandamientos portándote de acuerdo con ellos, yo cumpliré la promesa que hice a David, tu padre, respecto a ti; y viviré entre los israelitas, y no abandonaré a Israel, mi pueblo.” Salomón terminó de construir el templo. Cubrió las paredes interiores del edificio con tablas de cedro. Lo recubrió con madera de arriba abajo, y cubrió el piso con madera de pino. También recubrió de arriba abajo, con tablas de cedro, un espacio de nueve metros en la parte posterior del templo, y lo acondicionó para que fuera el Lugar Santísimo. La nave del templo, que estaba frente al Lugar Santísimo, medía dieciocho metros de largo. El revestimiento interior del templo era de madera de cedro, con tallas de flores y frutos. Todo era de cedro. No se veía una sola piedra. Salomón preparó el Lugar Santísimo en el templo, para colocar allí el arca del pacto del Señor. El interior del Lugar Santísimo medía nueve metros de largo, nueve de ancho y nueve de alto. Frente al Lugar Santísimo hizo Salomón un altar de cedro y lo recubrió de oro. También recubrió de oro puro el interior del templo y el Lugar Santísimo, y delante de este puso cadenas de oro. De modo que recubrió de oro todo el templo, lo mismo que el altar que había delante del Lugar Santísimo. Hizo también dos seres alados de madera de olivo, para el Lugar Santísimo. Cada uno de ellos tenía cuatro metros y medio de altura, y cada una de sus alas medía dos metros y veinticinco centímetros. Así que, de una punta a otra de las alas, cada uno de ellos medía cuatro metros y medio. Los dos seres alados tenían las mismas medidas; es decir, los dos medían cuatro metros y medio, y tenían la misma forma. Su altura era también de cuatro metros y medio. Salomón los puso en el Lugar Santísimo. Y aquellos seres alados tenían sus alas extendidas, de modo que el ala de uno tocaba una pared y el ala del otro tocaba la pared opuesta, y las otras dos alas se tocaban entre sí en el centro del Lugar Santísimo. Luego Salomón recubrió de oro los seres alados, y en todas las paredes interiores y exteriores del templo labró figuras de seres alados, palmeras y flores. También cubrió de oro el piso del templo, por dentro y por fuera. Para la entrada del Lugar Santísimo hizo puertas de madera de olivo, y el dintel y los postes tenían forma pentagonal. Las dos puertas eran de madera de olivo, y en ellas labró figuras de seres alados, palmeras y flores; luego recubrió de oro todas estas figuras. Para la entrada de la sala central del templo hizo postes de madera de olivo, formando un cuadro. Las dos hojas de las puertas eran de madera de pino, y ambas hojas giraban. Labró en ellas seres alados, palmeras y flores, y luego recubrió estas figuras con láminas de oro. Construyó también el atrio interior con tres hileras de piedras labradas y una hilera de vigas de cedro. En el cuarto año del reinado de Salomón, en el mes de Ziv, se echaron los cimientos del templo del Señor; y en el año once de su reinado, en el mes de Bul, que es el octavo mes del año, se terminó el templo en todos sus detalles, según la totalidad del proyecto. En siete años lo construyó Salomón.