1 REYES 9:15-23
1 REYES 9:15-23 La Palabra (versión española) (BLP)
He aquí la explicación del reclutamiento de trabajadores que hizo el rey Salomón para construir el Templo del Señor y su palacio, el terraplén, la muralla de Jerusalén, Jasor, Meguido y Guézer. El faraón, rey de Egipto, había hecho una incursión y había capturado Guézer. Tras incendiarla y matar a los cananeos que la habitaban, se la había entregado como dote a su hija, la esposa de Salomón. Luego Salomón reconstruyó Guézer, Bet Jorón de Abajo, Balat y Tamar en el desierto del país, las ciudades de avituallamiento que tenía, las postas de carros y caballos y todo cuanto quiso construir en Jerusalén, en el Líbano y en todo el territorio de su soberanía. A todos los supervivientes de los amorreos, hititas, fereceos, jeveos y jebuseos que no eran israelitas, y que eran descendientes de aquellos que habían quedado en el país porque los israelitas no habían podido exterminarlos, Salomón los sometió a trabajos forzados. Y así siguen en la actualidad. En cuanto a los israelitas, no los sometió a trabajos forzados, pues eran sus soldados, sus servidores, sus oficiales, sus escuderos y los encargados de sus carros y caballos. Los capataces que Salomón había puesto al frente de sus obras eran quinientos cincuenta y supervisaban a la gente que trabajaba en sus obras.
1 REYES 9:15-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Ahora bien, el motivo del trabajo obligatorio que impuso el rey Salomón para construir el templo del Señor, su propio palacio, el terraplén y las murallas de Jerusalén, además de las ciudades de Hasor, Meguido y Guézer, fue el siguiente: el faraón, rey de Egipto, había llegado y conquistado la ciudad de Guézer; después la quemó y mató a todos los cananeos que vivían en la ciudad, y luego la entregó como dote a su hija, la esposa de Salomón. Entonces Salomón reconstruyó Guézer, Bet-horón de abajo, Baalat y Tamar, en el desierto de Judá. Además reconstruyó todas las ciudades donde almacenaba los alimentos, así como los cuarteles de los carros de combate, los cuarteles de la caballería y todo lo que quiso construir en Jerusalén, en el Líbano y en todo el territorio bajo su dominio. En cuanto a los habitantes amorreos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos que quedaron, los cuales no eran israelitas, es decir, a sus descendientes, que quedaron después de ellos en el país y que los israelitas no pudieron aniquilar, Salomón los sometió a trabajos forzados, y así siguen hasta el día de hoy. Pero no obligó a ningún israelita a servir como esclavo, sino como soldados, oficiales, jefes, capitanes y comandantes de los carros de combate y de la caballería. En cuanto a los capataces que Salomón tenía a cargo de los trabajos, eran quinientos cincuenta; ellos dirigían a la gente que los realizaba.
1 REYES 9:15-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En cuanto al trabajo forzado, el rey Salomón reunió trabajadores para construir el templo del SEÑOR, su propio palacio, los terraplenes, el muro de Jerusalén, y Jazor, Meguido y Guézer. El faraón, rey de Egipto, había atacado y tomado Guézer a sangre y fuego, matando a sus habitantes cananeos. Luego, como regalo de bodas, le dio esta ciudad a su hija, la esposa de Salomón. Por eso Salomón reconstruyó las ciudades de Guézer, Bet Jorón la de abajo, Balat y Tadmor, en el desierto del país, así como todos sus lugares de almacenamiento, los cuarteles para sus carros de combate y para su caballería, y cuanto quiso construir en Jerusalén, en el Líbano y en todo el territorio bajo su dominio. A los descendientes de los pueblos no israelitas (es decir, a los amorreos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos, pueblos que quedaron en el país porque los israelitas no pudieron destruirlos), Salomón los sometió a trabajos forzados, y así continúan hasta el día de hoy. Pero a los israelitas Salomón no los convirtió en esclavos, sino que le servían como soldados, ministros, comandantes, oficiales de carros de combate y jefes de caballería. Salomón tenía además quinientos cincuenta capataces que supervisaban a sus trabajadores en la obra.