1 SAMUEL 6:4-13
1 SAMUEL 6:4-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
Ellos dijeron: —¿Y qué reparación le pagaremos? Ellos respondieron: —Conforme al número de los príncipes de los filisteos, cinco tumores de oro y cinco ratones de oro, porque una misma plaga os ha afligido a todos vosotros y a vuestros príncipes. Haréis, pues, figuras de vuestros tumores y de los ratones que destruyen la tierra, y daréis gloria al Dios de Israel; quizá deje de castigaros a vosotros, a vuestros dioses y a vuestra tierra. ¿Por qué endurecéis vuestro corazón, como los egipcios y Faraón endurecieron su corazón? Después que los había tratado así, ¿no los dejaron ir, y se fueron? Haced, pues, ahora un carro nuevo y tomad luego dos vacas que críen, a las que no haya sido puesto yugo, uncid las vacas al carro, pero no dejéis que sus becerros vayan tras ellas, sino hacedlos volver al establo. Tomaréis luego el arca del Señor y la pondréis sobre el carro, y las joyas de oro que le habéis de pagar, como ofrenda por la culpa, las pondréis en una caja al lado de ella; y dejaréis que se vaya. Y observaréis; si sube por el camino de su tierra a Bet-semes, significa que él nos ha hecho este mal tan grande; y si no, sabremos que no es su mano la que nos ha herido, sino que esto ocurrió por accidente. Aquellos hombres lo hicieron así. Tomaron dos vacas que criaban, las uncieron al carro y encerraron en el establo sus becerros. Luego pusieron el arca del Señor, la caja con los ratones de oro y las figuras de sus tumores sobre el carro. Las vacas se encaminaron por el camino de Bet-semes, y seguían hacia adelante, mientras proferían bramidos a lo largo del trayecto, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda del camino. Los príncipes de los filisteos fueron tras ellas hasta el límite de Bet-semes. Los de Bet-semes estaban segando el trigo en el valle. Al levantar los ojos, divisaron el arca y se regocijaron de verla.
1 SAMUEL 6:4-13 La Palabra (versión española) (BLP)
Y preguntaron: —¿Qué compensación debemos hacerle? Contestaron: —A razón del número de príncipes filisteos, cinco tumores de oro y cinco ratas de oro, pues una misma plaga habéis sufrido todos vosotros y vuestros príncipes. Haréis imágenes de los tumores y de las ratas que exterminan el país para glorificar al Dios de Israel. Tal vez así aplaque su castigo sobre vosotros, vuestros dioses y vuestro país. No seáis tan obstinados como lo fueron los egipcios y el faraón que solo cuando él los golpeó dejaron marchar a Israel. Así pues, construid una carreta nueva, tomad dos vacas que estén criando y que nunca hayan llevado yugo, enganchadlas a la carreta y dejad sus terneros en el establo. Tomad luego el Arca del Señor, colocadla en la carreta junto con los objetos de oro que le ofrecéis como reparación metidos en una bolsa, y dejadla marchar. Observad entonces: si se encamina hacia su territorio y sube hacia Bet Semes, demostrará que él nos ha causado esta terrible plaga. Si no es así, sabremos que él no nos ha castigado y que ha sido un accidente. Y así lo hicieron. Tomaron dos vacas que estaban criando, las engancharon a la carreta y encerraron a sus terneros en el establo. Luego colocaron en la carreta el Arca del Señor y la bolsa con las ratas de oro y las imágenes de sus tumores. Las vacas tiraron derechas en dirección a Bet Semes. Caminaban mugiendo siempre por el mismo camino, sin desviarse a ningún lado, y los príncipes filisteos las siguieron hasta el término de Bet Semes. Las gentes de Bet Semes, que estaban cosechando el trigo en el valle, levantaron la vista y, al ver el Arca, se alegraron.
1 SAMUEL 6:4-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
–¿Qué podemos ofrecerle en desagravio? –preguntaron los filisteos. –Cinco figuras de oro en forma de tumor –contestaron los sacerdotes–, una por cada jefe filisteo; y cinco ratones del mismo metal, ya que vosotros y vuestros jefes sufrís la misma plaga. Por consiguiente, haced las figuras de los tumores y de los ratones que destrozan el país, y dad honra al Dios de Israel; pues tal vez deje de castigaros a vosotros, y a vuestros dioses y a vuestra tierra. ¿Por qué habéis de ser testarudos, como fueron los egipcios y el faraón, que solo cuando el Dios de Israel los trató con dureza dejaron ir a los israelitas? Mandad construir una carreta nueva, tomad después dos vacas que estén criando y que nunca hayan llevado yugo, y uncidlas a la carreta; pero no dejéis que sus becerros las sigan, sino dejadlos en el establo. Tomad luego el arca del Señor y ponedla en la carreta, colocando a un costado, en una caja, los objetos de oro que le vais a ofrecer en desagravio. Después dejad que la carreta se vaya sola. Pero fijaos en esto: si la carreta toma la dirección de Bet-semes, su propia tierra, es que el Dios de Israel ha sido la causa de nuestra gran desgracia; en caso contrario, sabremos que no fue él quien nos castigó, sino que nos ha ocurrido un accidente. Aquellos hombres lo hicieron así. Tomaron dos vacas que estaban criando y, después de encerrar sus becerros en el establo, las uncieron a la carreta; luego pusieron el arca del Señor en la carreta, con la caja donde estaban los ratones de oro y las figuras de los tumores. Después las vacas echaron a andar por el camino que va a Bet-semes, mugiendo y siguiendo una dirección fija, sin desviarse a ningún lado. Los filisteos caminaron detrás de ellas hasta el límite de Bet-semes. Los habitantes de Bet-semes, que estaban en el valle segando el trigo, al alzar la vista y ver el arca se llenaron de alegría.
1 SAMUEL 6:4-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
―¿Y qué le debemos ofrecer? —preguntaron los filisteos. ―Cinco figuras de oro en forma de tumor —respondieron aquellos— y otras cinco en forma de rata, conforme al número de jefes filisteos, pues la misma plaga os ha azotado a vosotros y a vuestros jefes. Así que haced imágenes de los tumores y de las ratas que han devastado el país, y dad honra al Dios de Israel. Tal vez suavice su castigo contra vosotros, vuestros dioses y vuestra tierra. ¿Por qué os vais a obstinar, como hicieron los egipcios bajo el faraón? ¿No es cierto que Dios tuvo que hacerles daño para que dejaran ir a los israelitas? »Ahora mandad construir una carreta nueva. Escoged también dos vacas con cría y que nunca hayan llevado yugo. Atad las vacas a la carreta, pero encerrad los becerros en el establo. Tomad luego el arca del SEÑOR y ponedla en la carreta. Colocad una caja junto al arca, con los objetos de oro que vais a entregarle a Dios como ofrenda compensatoria. Luego dejad que la carreta se vaya sola, y observadla. Si se va en dirección de Bet Semes, su propio territorio, eso quiere decir que el SEÑOR es quien nos ha causado esta calamidad tan terrible. Pero, si la carreta se desvía para otro lugar, sabremos que no fue él quien nos hizo daño, sino que todo ha sido por casualidad». Así lo hicieron. Tomaron dos vacas con cría y las ataron a la carreta, pero encerraron los becerros en el establo. Además, en la carreta pusieron el arca del SEÑOR y la caja que contenía las figuras de ratas y de tumores de oro. ¡Y las vacas se fueron mugiendo por todo el camino, directamente a Bet Semes! Siguieron esa ruta sin desviarse para ningún lado. Los jefes de los filisteos se fueron detrás de la carreta, hasta llegar al territorio de Bet Semes. Los habitantes de Bet Semes, que estaban en el valle cosechando el trigo, alzaron la vista y, al ver el arca, se llenaron de alegría.