2 CRÓNICAS 20:31-37
2 CRÓNICAS 20:31-37 Reina Valera 2020 (RV2020)
Así reinó Josafat sobre Judá; de treinta y cinco años era cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi. Y anduvo en el camino de Asa, su padre, sin apartarse de él, pues hizo lo recto ante los ojos del Señor. Con todo, los lugares altos no fueron quitados, pues el pueblo aún no había enderezado su corazón al Dios de sus padres. Los demás hechos de Josafat, los primeros y los últimos, están escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual se hace mención en el libro de los reyes de Israel. Pasadas estas cosas, Josafat, rey de Judá, trabó amistad con Ocozías, rey de Israel, el cual era dado a la impiedad, y se asoció a él para construir naves que fueran a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber. Entonces Eliezer hijo de Dodava, el de Maresa, profetizó contra Josafat: —Por cuanto te has aliado con Ocozías, el Señor destruirá tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis.
2 CRÓNICAS 20:31-37 La Palabra (versión española) (BLP)
Josafat reinó en Judá. Cuando comenzó a reinar tenía treinta y cinco años y reinó en Jerusalén durante veinticinco años. Su madre se llamaba Azubá y era hija de Siljí. Josafat siguió los pasos de su padre Asá, sin apartarse lo más mínimo y actuando rectamente ante el Señor. Sin embargo, los santuarios locales de los altos no desaparecieron, pues el pueblo seguía sin entregarse de corazón al Dios de sus antepasados. El resto de la historia de Josafat, de principio a fin, está escrito en la Historia de Jehú, hijo de Jananí, que fue incluida en el libro de los Reyes de Israel. Además, Josafat, rey de Judá, se alió con Ocozías, rey de Israel, de conducta perversa. Se asociaron para construir naves con destino a Tarsis, y las construyeron en Esionguéber. Pero Eliezer, hijo de Dodavahu, de Maresá, profetizó contra Josafat, diciendo: —Por haberte aliado con Ocozías, el Señor destruirá tu obra. Y, en efecto, las naves naufragaron y no pudieron ir a Tarsis.
2 CRÓNICAS 20:31-37 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Josafat reinó, pues, sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y veinticinco años reinó en Jerusalén. Su madre se llamaba Azubá, y era hija de Silhí. Josafat se condujo con rectitud, como Asá, su padre. Sus hechos fueron rectos a los ojos del Señor. Sin embargo, los santuarios en lugares altos no fueron quitados, pues el pueblo todavía no estaba firme en su propósito de seguir al Dios de sus antepasados. El resto de su historia, desde el comienzo hasta el fin, está escrito en las crónicas de Jehú, hijo de Hananí, y está incluido en el libro de los reyes de Israel. Más tarde, Josafat, rey de Judá, se alió con Ocozías, rey de Israel, que se comportaba perversamente. Se hizo su socio para construir barcos para ir a Tarsis, y los construyeron en Esión-guéber. Entonces Eliézer de Maresá, hijo de Dodavahu, pronunció contra Josafat esta profecía: “El Señor va a hacer pedazos lo que tú has hecho, por haberte asociado con Ocozías.” Y, en efecto, los barcos se hicieron pedazos y ya no pudieron ir a Tarsis.
2 CRÓNICAS 20:31-37 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Josafat tenía treinta y cinco años cuando ascendió al trono de Judá, y reinó en Jerusalén veinticinco años. El nombre de su madre era Azuba hija de Siljí. Siguió el buen ejemplo de su padre Asá y nunca se desvió de él, sino que hizo lo que agrada al SEÑOR. Sin embargo, no se quitaron los santuarios paganos, pues el pueblo aún no se había consagrado al Dios de sus antepasados. Los demás acontecimientos del reinado de Josafat, desde el primero hasta el último, están escritos en las crónicas de Jehú hijo de Jananí, que forman parte del libro de los reyes de Israel. Después de esto, Josafat se alió con el perverso Ocozías, rey de Israel, para construir una flota mercante que iría a Tarsis. Los barcos los hacían en Ezión Guéber. Entonces Eliezer hijo de Dodías, de Maresá, profetizó contra Josafat: «Por haberte aliado con Ocozías, el SEÑOR destruirá lo que estás haciendo». En efecto, los barcos naufragaron y no pudieron ir a Tarsis.