2 CRÓNICAS 21:18-20
2 CRÓNICAS 21:18-20 Reina Valera 2020 (RV2020)
Después de todo esto, el Señor lo hirió con una enfermedad incurable en los intestinos. Y aconteció que al pasar muchos días, al cabo de dos años, los intestinos se le salieron por la enfermedad, y murió así de dolencia muy penosa. Y no encendieron fuego en su honor, como lo habían hecho con sus padres. Cuando comenzó a reinar tenía treinta y dos años de edad, y reinó en Jerusalén durante ocho años. Murió sin que nadie lo llorara, y lo sepultaron en la Ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.
2 CRÓNICAS 21:18-20 La Palabra (versión española) (BLP)
Después de todo esto el Señor lo hirió con una enfermedad de intestinos incurable. Pasó el tiempo y al cabo de dos años se le salieron los intestinos por culpa de la enfermedad y murió entre horribles dolores. Su pueblo no le dedicó una pira como las de sus antepasados. Había comenzado a reinar con treinta y dos años y reinó en Jerusalén durante ocho años. Partió sin ser llorado y lo enterraron en la ciudad de David, fuera del panteón real.
2 CRÓNICAS 21:18-20 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Después de todo esto, el Señor le castigó con una enfermedad incurable del estómago. Pasó el tiempo y, al cabo de unos dos años, los intestinos se le salieron a causa de la enfermedad, y murió entre horribles dolores. Su pueblo ni siquiera encendió una hoguera en memoria suya, como se había hecho con sus antepasados. Tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén ocho años. Se fue sin que nadie lo lamentara. Lo enterraron en la Ciudad de David, pero no en el panteón real.
2 CRÓNICAS 21:18-20 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Después de esto, el SEÑOR hirió a Jorán con una enfermedad incurable en las entrañas. Pasaron los días y, al cabo de dos años, murió en medio de una terrible agonía, pues por causa de su enfermedad se le salieron los intestinos. Su pueblo no encendió ninguna hoguera funeral en su honor, como se había hecho en honor de sus antepasados. Jorán tenía treinta y dos años cuando ascendió al trono, y reinó en Jerusalén ocho años. Murió sin que nadie guardara luto por él, y fue sepultado en la Ciudad de David, pero no en el panteón de los reyes.