2 CRÓNICAS 21:4-17
2 CRÓNICAS 21:4-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Fue elevado, pues, Joram al reino de su padre. Luego que se hizo fuerte, mató a espada a todos sus hermanos y también a algunos de los príncipes de Israel. Cuando comenzó a reinar, tenía treinta y dos años de edad, y reinó ocho años en Jerusalén. Pero anduvo en el camino de los reyes de Israel, como había hecho la casa de Acab, porque tenía por mujer a la hija de Acab, e hizo lo malo ante los ojos del Señor. Pero el Señor no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había dicho que le daría una lámpara a él y a sus hijos perpetuamente. En sus días se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y proclamó su propio rey. Entonces, pasó Joram con sus príncipes y todos sus carros; se levantó de noche y derrotó a los edomitas que le habían sitiado, y a todos los comandantes de sus carros. No obstante, Edom se liberó del dominio de Judá hasta el día de hoy. Por ese mismo tiempo, Libna se liberó también de su dominio, por cuanto Joram había abandonado al Señor, el Dios de sus padres. Además de esto, construyó lugares altos en los montes de Judá, e incitó a los habitantes de Jerusalén a la prostitución, y empujó a ella a Judá. Le llegó una carta del profeta Elías, que decía: —El Señor, el Dios de tu padre David, ha dicho así: «Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat, tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá, sino que has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que Judá y los habitantes de Jerusalén forniquen, como fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus hermanos, a la familia de tu padre, que eran mejores que tú; el Señor herirá a tu pueblo con una gran plaga, a tus hijos, a tus mujeres y a todo cuanto tienes; tú mismo padecerás muchas enfermedades, y una dolencia tal de tus intestinos, que se te saldrán a causa de tu persistente enfermedad». Entonces, el Señor despertó contra Joram la ira de los filisteos y de los árabes que estaban junto a los etíopes, que subieron contra Judá, invadieron la tierra y tomaron todos los bienes que hallaron en la casa del rey, a sus hijos y a sus mujeres; y no le quedó más hijo, sino solamente Joacaz, el menor de ellos.
2 CRÓNICAS 21:4-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando Jorán subió al trono de su padre y se afianzó en él, mató a espada a todos sus hermanos y también a algunos jefes de Israel. Jorán tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante ocho años. Siguió los pasos de los reyes de Israel, como había hecho la dinastía de Ajab, pues se había casado con una hija de Ajab, y ofendió al Señor. Pero el Señor no quiso destruir a la dinastía de David en consideración a la alianza que había sellado con David y a la lámpara que había prometido mantener por siempre a él y a sus hijos. Durante su reinado, Edom se independizó del dominio de Judá y se eligió un rey. Jorán con sus jefes y todos sus carros atacó de noche a Edom, que los tenía cercados a él y a los jefes de los carros. Pero Edom se independizó del dominio de Judá hasta el presente. Por entonces también Libná se independizó de su dominio, ya que Jorán había abandonado al Señor Dios de sus antepasados. Además, había levantado santuarios locales en los montes de Judá, provocando la prostitución de los habitantes de Jerusalén y el extravío de Judá. Le llegó un escrito del profeta Elías, que decía: —Así dice el Señor, Dios de tu antepasado David: Puesto que no has seguido los pasos de tu padre Josafat, ni los de Asá, el rey de Judá, sino que has seguido los pasos de los reyes de Israel, provocando la prostitución de Judá y de los habitantes de Jerusalén e imitando a la dinastía de Ajab, y has asesinado además a tus hermanos paternos, que eran mejores que tú, el Señor va a azotar a tu pueblo, a tus hijos, a tus mujeres y a toda tu hacienda con una terrible plaga. Tú mismo sufrirás graves enfermedades y un dolor de intestinos tal, que día tras día se te irán saliendo a causa de la enfermedad. El Señor incitó contra Jorán la enemistad de los filisteos y de los árabes vecinos de los cusitas, que atacaron Judá, la invadieron y se llevaron todas las riquezas que encontraron en el palacio, junto con sus hijos y mujeres, sin dejar ninguno, a excepción de Joacaz, su hijo menor.
2 CRÓNICAS 21:4-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero Joram, una vez que se aseguró en el trono de su padre, pasó a cuchillo a todos sus hermanos y también a algunos jefes de Israel. Tenía treinta y dos años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén ocho años. Pero siguió los pasos de los reyes de Israel y de la descendencia de Ahab, pues su mujer era de la descendencia de Ahab; así que sus hechos fueron malos a los ojos del Señor. Pero el Señor no quiso destruir la dinastía de David, por el pacto que había hecho con David, a quien prometió, lo mismo que a sus hijos, que siempre tendrían una lámpara encendida. Durante el reinado de Joram, Edom se rebeló contra el dominio de Judá y nombró su propio rey. Entonces Joram se dirigió allá con sus capitanes y con todos sus carros de combate, y durante la noche se levantaron él y los capitanes de los carros de combate y atacaron a los edomitas que los habían rodeado. Sin embargo, Edom logró hacerse independiente de Judá hasta el día de hoy. También en aquel tiempo se hizo independiente la ciudad de Libná, porque Joram había abandonado al Señor, Dios de sus antepasados. Además construyó santuarios paganos en los montes de Judá, incitó a los habitantes de Jerusalén a ser infieles al Señor e hizo que Judá se extraviase. Pero entonces Joram recibió una carta del profeta Elías, que decía: “El Señor, Dios de David, tu antepasado, te dice: ‘No has seguido el ejemplo de Josafat, tu padre, ni el de Asá, rey de Judá, sino los ejemplos de los reyes de Israel, y has sido el causante de que Judá y los habitantes de Jerusalén fueran infieles al Señor como lo fue la familia de Ahab. Además, has matado a tus hermanos, que eran mejores que tú. Por eso, el Señor va a hacer caer sobre tu pueblo, tus hijos, tus mujeres y todas tus posesiones una gran calamidad. Y sobre ti hará caer muchas enfermedades. Enfermarás del estómago con una enfermedad crónica, hasta que se te salgan los intestinos.’ ” Entonces el Señor hizo que los filisteos y los árabes vecinos de los de Cus se enfurecieran contra Joram; por lo cual marcharon sobre Judá, invadieron el país y se llevaron todos los bienes que hallaron en el palacio del rey, así como a sus hijos y a sus mujeres. El único que le quedó fue Joacaz, el menor.
2 CRÓNICAS 21:4-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando Jorán se afirmó completamente en el trono de su padre, mató a espada a todos sus hermanos y también a algunos jefes de Israel. Jorán tenía treinta y dos años cuando ascendió al trono, y reinó en Jerusalén ocho años. Pero hizo lo que ofende al SEÑOR, pues siguió el mal ejemplo de los reyes de Israel, como lo había hecho la familia de Acab, y llegó incluso a casarse con la hija de Acab. Pero el SEÑOR no quiso destruir la dinastía de David por consideración al pacto que había hecho con él, pues le había prometido mantener encendida para siempre una lámpara para él y sus descendientes. En tiempos de Jorán, los edomitas se sublevaron contra Judá y proclamaron su propio rey. Por lo tanto, Jorán marchó con sus capitanes y todos sus carros de combate. Los edomitas lo cercaron a él y a los capitanes de los carros, pero durante la noche Jorán logró abrirse paso. Desde entonces Edom ha estado en rebelión contra Judá, al igual que la ciudad de Libná, que en ese mismo tiempo se sublevó. Esto sucedió porque Jorán abandonó al SEÑOR, Dios de sus antepasados. Además, Jorán construyó santuarios paganos en las colinas de Judá, e indujo a los habitantes de Jerusalén y de Judá a la idolatría. El profeta Elías le envió una carta con este mensaje: «Así dice el SEÑOR, Dios de tu antepasado David: “Por cuanto no seguiste el buen ejemplo de tu padre Josafat, ni el de Asá, rey de Judá, sino que seguiste el mal ejemplo de los reyes de Israel, haciendo que los habitantes de Judá y de Jerusalén fueran infieles a Dios, como lo hizo la familia de Acab; y por cuanto asesinaste a tus hermanos, la familia de tu padre, que eran mejores que tú, el SEÑOR herirá con una plaga terrible a tu pueblo, a tus hijos, a tus mujeres y todas tus posesiones. Y a ti te enviará una enfermedad en las entrañas, tan grave que día tras día empeorará, hasta que se te salgan los intestinos”». El SEÑOR incitó a los filisteos y a los árabes vecinos de los cusitas para que se rebelaran contra Jorán. Así que marcharon contra Judá y la invadieron, y se llevaron todos los objetos de valor que hallaron en el palacio real, junto con los hijos y las mujeres de Jorán. Ninguno de sus hijos escapó con vida, excepto Joacaz, que era el menor de todos.