2 CRÓNICAS 3:1-14
2 CRÓNICAS 3:1-14 Reina Valera 2020 (RV2020)
Salomón comenzó a edificar la casa del Señor en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán, el jebuseo. Y comenzó a edificar en el mes segundo, a los dos días del mes, en el cuarto año de su reinado. Los cimientos que Salomón puso al templo de Dios medían veintisiete metros de largo y nueve metros de ancho. El pórtico que estaba al frente del edificio medía nueve metros de largo, lo mismo que el ancho del templo, y cincuenta y cuatro metros de altura. Salomón lo recubrió por dentro de oro puro, y techó el cuerpo mayor del edificio con madera de ciprés, la cual recubrió de oro fino, e hizo esculpir en ella palmeras y cadenas. Recubrió también la Casa con un ornamento de piedras preciosas; y el oro era oro de Parvaim. Revistió, pues, la Casa, sus vigas, sus umbrales, sus paredes y sus puertas, con oro; y esculpió querubines en las paredes. Construyó asimismo el lugar santísimo, y medía nueve metros de largo y nueve metros de ancho, como el ancho del frente del templo, y lo recubrió con cerca de veinte mil kilos de oro fino. Los clavos eran de oro y cada uno pesaba más de quinientos gramos. También recubrió de oro los aposentos. Dentro del lugar santísimo hizo dos querubines de madera, que fueron recubiertos de oro. Las alas de los querubines medían nueve metros de largo. Cada ala medía poco más de dos metros. Una de ellas llegaba hasta la pared de la Casa, y la otra tocaba una de las alas del otro querubín. De igual manera, una de las alas del otro querubín medía poco más de dos metros y llegaba hasta la pared de la Casa. La otra ala también medía poco más de dos metros y tocaba el ala del otro querubín. Estos querubines, cuyas alas extendidas medían nueve metros, estaban en pie con los rostros vueltos hacia la Casa. Hizo también el velo de azul, púrpura, carmesí y lino, e hizo bordar querubines en él.
2 CRÓNICAS 3:1-14 La Palabra (versión española) (BLP)
Salomón comenzó a edificar el Templo del Señor en Jerusalén, en el monte Moria donde el Señor se había aparecido a su padre David, en el lugar que este había preparado en la era de Ornán, el jebuseo. La construcción comenzó el segundo mes del cuarto año de su reinado. Estas son las dimensiones que Salomón dio a los cimientos del Templo, en medida antigua: treinta metros de largo por diez de ancho. El vestíbulo que había en la parte delantera del edificio tenía diez metros de largo, diez de ancho y diez de alto y su interior estaba recubierto de oro fino. Revistió la sala grande con madera de pino, recubierta de oro fino con grabados de palmas encadenadas. Adornó el Templo con piedras preciosas y con oro de Parváin. Recubrió de oro el Templo, las vigas, las jambas, las paredes y las puertas y esculpió querubines sobre las paredes. Luego hizo la sala del lugar santísimo, que tenía diez metros de largo, en correspondencia con la anchura del Templo, por otros tantos de ancho; y lo revistió todo empleando seiscientos talentos de oro puro. Los clavos de oro pesaban cincuenta siclos. También recubrió de oro las salas superiores. Mandó tallar en la sala del lugar santísimo dos esculturas de querubines que también hizo recubrir de oro. Las alas de los querubines medían diez metros de longitud: un ala del primer querubín medía dos metros y medio y llegaba hasta la pared, mientras que la otra, también de dos metros y medio, llegaba hasta el ala del otro querubín. De igual manera, un ala del segundo querubín, de dos metros y medio, llegaba hasta la pared y la otra, también de dos metros y medio, llegaba hasta el ala del primer querubín. Las alas extendidas de ambos querubines medían un total de diez metros. Estaban de pie, mirando a la sala. Empleó para el velo púrpura violeta, escarlata y carmesí, y lino, y sobre él bordó querubines.
2 CRÓNICAS 3:1-14 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Salomón comenzó la construcción del templo del Señor en Jerusalén, en el monte Moria, donde el Señor se apareció a David, su padre, en el sitio que David había preparado para ello, es decir, en la era de Ornán el jebuseo. Comenzó la construcción el día dos del segundo mes del cuarto año de su reinado. Los cimientos que puso Salomón para la construcción del templo tenían estas medidas: veintisiete metros de largo por nueve de ancho. El vestíbulo que había en la parte delantera del templo medía nueve metros de largo, igual que la anchura del templo, y la altura era también de nueve metros. Salomón recubrió de oro puro el interior del vestíbulo, y revistió el interior del edificio principal con tableros de pino, que recubrieron luego de oro fino, y pusieron relieves de palmeras y cadenas, y lo adornó con incrustaciones de piedras preciosas. El oro que emplearon era de la mejor calidad. Revistió, pues, de oro todo el interior del edificio: las vigas, los umbrales, las paredes y las puertas, y grabó seres alados sobre las paredes. Construyó además la sala del Lugar Santísimo. Tenía nueve metros de largo, igual que la anchura del templo, y también nueve metros de ancho. Luego lo revistió de oro fino, para lo cual emplearon cerca de veinte mil kilos. Los clavos pesaban quinientos cincuenta gramos cada uno. También revistió de oro las salas del piso alto. En el Lugar Santísimo mandó esculpir dos seres alados, que fueron también recubiertos de oro. La longitud total de las alas de los seres alados era de nueve metros; una de ellas, que medía dos metros y veinticinco centímetros, tocaba la pared de la sala, y la otra, de igual longitud, tocaba la punta del ala del otro ser alado. De igual modo, un ala de este otro ser alado, de igual medida que las otras, tocaba la pared de la sala, y la otra, de igual longitud, tocaba la punta del ala del ser alado anterior. Estos seres alados, cuyas alas medían en total nueve metros, estaban de pie, con las caras vueltas hacia la sala central. Hizo también la cortina de tela morada y púrpura, y de lino, e hizo bordar seres alados en ella.
2 CRÓNICAS 3:1-14 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Salomón comenzó a construir el templo del SEÑOR en el monte Moria, en Jerusalén, donde el SEÑOR se le había aparecido a su padre David. Lo construyó en el lugar que David había destinado, esto es, en la parcela de Arauna, el jebuseo. La construcción la comenzó el día dos del mes segundo del cuarto año de su reinado. Salomón determinó que los cimientos del templo de Dios fueran de veintisiete metros de largo por nueve metros de ancho. El vestíbulo de la nave medía lo mismo que el ancho del templo, es decir, también medía nueve metros de largo, y nueve metros de alto. Por dentro, Salomón lo recubrió de oro puro. Recubrió la nave central con paneles de madera de ciprés, sobre los cuales colocó figuras de palmeras y cadenas de oro fino. El templo lo adornó con piedras preciosas y con oro de Parvayin. En el interior del templo recubrió de oro las vigas, los umbrales, las paredes y las puertas, y en las paredes esculpió querubines. Salomón hizo también el Lugar Santísimo, el cual medía lo mismo que el ancho del templo, es decir, nueve metros de largo y nueve metros de ancho. Lo recubrió por dentro con veintitrés toneladas de oro fino. Cada clavo de oro pesaba medio kilo. También recubrió de oro las habitaciones superiores. En el Lugar Santísimo mandó tallar dos querubines, y los recubrió de oro. Las alas de los querubines medían nueve metros de largo. Cada una de las alas del primer querubín medía dos metros con veinticinco centímetros; una de ellas tocaba la pared interior de la habitación, y la otra rozaba el ala del segundo querubín. Cada una de las alas del segundo querubín también medía dos metros con veinticinco centímetros; una de ellas tocaba la pared interior de la habitación, y la otra rozaba el ala del primer querubín. Los querubines estaban de pie, con el rostro hacia la nave, y sus alas extendidas medían en total nueve metros. La cortina la hizo de púrpura, carmesí, escarlata y lino, y sobre ella mandó bordar querubines.