2 CORINTIOS 4:3-6
2 CORINTIOS 4:3-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, está encubierto entre los que se pierden; esto es, entre los incrédulos, a los que el dios de este mundo les cegó el entendimiento, para que no resplandezca en ellos la luz del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios. Nosotros no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para ser iluminados con el conocimiento de la gloria de Dios, en el rostro de Jesucristo.
2 CORINTIOS 4:3-6 La Palabra (versión española) (BLP)
Y si el evangelio que anunciamos está encubierto, lo está solamente para aquellos que van por el camino de la perdición, para esos incrédulos cuya mente está de tal manera cegada por el dios de este mundo, que ya no son capaces de distinguir el resplandor del glorioso evangelio de Cristo, que es imagen de Dios. Porque no nos anunciamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, el Señor, presentándonos como vuestros servidores por amor a Jesús. Pues el mismo Dios que dijo: Resplandezca la luz desde el seno de las tinieblas, para que irradiemos la luz del conocimiento glorioso de Dios reflejado en el rostro de Cristo.
2 CORINTIOS 4:3-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Y si el mensaje de salvación que predicamos es oscuro, lo es solamente para los que se pierden. Pues como ellos no creen, el dios de este mundo les ha cegado el entendimiento para que no vean la brillante luz del evangelio del Cristo glorioso, imagen viva de Dios. No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor; nosotros nos declaramos simplemente servidores vuestros por amor a Jesús. Porque Dios, que mandó que la luz brotara de la oscuridad, es quien ha hecho brotar su luz en nuestro corazón, para que por medio de ella podamos conocer la gloria de Dios que brilla en el rostro de Jesucristo.
2 CORINTIOS 4:3-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pero, si nuestro evangelio está encubierto, lo está para los que se pierden. El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios. No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor; nosotros no somos más que servidores vuestros por causa de Jesús. Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo.