2 CORINTIOS 6:1-12
2 CORINTIOS 6:1-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Por eso, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos a que no recibáis la gracia de Dios en vano. Porque él dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido . Ahora es el tiempo aceptable; ahora es el día de salvación. No damos a nadie ningún motivo de escandalo, para que nuestro ministerio no sea desacreditado. Antes bien, en todas las cosas nos comportamos como ministros de Dios, con mucha paciencia en las tribulaciones, en las necesidades, en las angustias, en los azotes, en las prisiones, en los alborotos, en los trabajos, en las noches sin dormir y en los días sin comer; en la pureza, en el conocimiento, en la tolerancia, en la bondad, en el Espíritu Santo, en el amor sincero, en la palabra de verdad, en el poder de Dios, por medio de las armas de la justicia a diestra y a siniestra. Unos nos honran y otros nos deshonran; unos hablan mal de nosotros y otros nos elogian. Nos tildan de impostores, aunque somos hombres veraces; nos tratan como a desconocidos, aunque somos conocidos. Nos dan por muertos, pero fijaos, ¡estamos vivos! Nos han castigado, pero no nos han matado. Parecemos estar tristes, pero siempre estamos alegres; parecemos pobres, pero enriquecemos a muchos; parecemos no tener nada, pero lo tenemos todo. Corintios, os hemos hablado con franqueza; os hemos abierto nuestro corazón. Os hemos dado lugar en nosotros, sin embargo vosotros tenéis poco lugar para nosotros en vuestro corazón.
2 CORINTIOS 6:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Puesto que somos colaboradores de Dios, os exhortamos a que no echéis a perder su gracia. Es Dios mismo quien dice: Tengo un tiempo propicio para escucharte, un día en que acudiré en tu ayuda para salvarte. Pues bien, este es el tiempo propicio, este es el día de la salvación. En cuanto a nosotros, procuramos no dar a nadie motivos para desacreditar nuestro ministerio. Al contrario, en todo momento nos hemos comportado como servidores de Dios. Es mucho lo que hemos debido soportar: sufrimientos, dificultades, estrecheces, golpes, prisiones, tumultos, trabajos agotadores, noches sin dormir y días sin comer. Añádase nuestra limpieza de vida, nuestro conocimiento de Dios, nuestra entereza de ánimo, nuestra bondad; y también la acción del Espíritu, nuestro amor sin doblez, la verdad que anunciamos y el poder de Dios. Tanto para atacar como para defendernos, empuñamos las armas que nos proporciona el poder salvador de Dios. Unos nos ensalzan y otros nos desprecian; unos nos difaman y otros nos alaban: nos consideran impostores, siendo así que proclamamos la verdad. Nos tratan como a desconocidos, pese a que somos bien conocidos; nos ponen en trance de muerte, pero seguimos con vida; nos castigan, pero sin que la muerte nos alcance. Nos imaginan tristes, y estamos siempre alegres; parecemos pobres, y enriquecemos a muchos; damos la impresión de no tener nada, y lo tenemos todo. Acabo de desahogarme con vosotros, corintios, y es como si el corazón se me hubiera ensanchado. No ha sido mezquino mi amor; el vuestro, en cambio, sí lo ha sido.
2 CORINTIOS 6:1-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Como colaboradores, pues, en la obra de Dios, os rogamos que no desaprovechéis la bondad que Dios os ha mostrado. Porque él dice en las Escrituras: “En el momento oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé.” Y ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación! En nada damos mal ejemplo a nadie, para que nuestro trabajo no caiga en descrédito. Al contrario, en todo damos muestras de que somos siervos de Dios, soportando con mucha paciencia los sufrimientos, las necesidades, las estrecheces, los azotes, las prisiones, los alborotos, el trabajo duro, los desvelos y el hambre. También lo demostramos por la pureza de nuestra vida, por nuestro conocimiento de la verdad, por nuestra tolerancia y bondad, por la presencia del Espíritu Santo en nosotros, por nuestro amor sincero, por nuestro mensaje de verdad y por el poder de Dios en nosotros. Nos servimos de las armas de la rectitud, tanto para el ataque como para la defensa. Unas veces se nos honra y otras se nos ofende. Unas veces se habla bien de nosotros y otras se habla mal. Nos tratan como a mentirosos, pese a que decimos la verdad. Nos tratan como a desconocidos, pese a que somos bien conocidos. Estamos casi muertos, pero seguimos viviendo; nos castigan, pero no nos matan. Parecemos tristes, pero siempre estamos contentos; parecemos pobres, pero hemos enriquecido a muchos; parece que no tenemos nada, pero lo tenemos todo. Hermanos corintios, os hemos hablado con toda franqueza. Os hemos abierto de par en par nuestro corazón. No tenemos con vosotros ninguna clase de reservas; sois vosotros quienes tenéis reservas con nosotros.
2 CORINTIOS 6:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Nosotros, colaboradores de Dios, os rogamos que no recibáis su gracia en vano. Porque él dice: «En el momento propicio te escuché, y en el día de salvación te ayudé». Os digo que este es el momento propicio de Dios; ¡hoy es el día de salvación! Por nuestra parte, a nadie damos motivo alguno de tropiezo, para que no se desacredite nuestro servicio. Más bien, en todo y con mucha paciencia nos acreditamos como servidores de Dios: en sufrimientos, privaciones y angustias; en azotes, cárceles y tumultos; en trabajos pesados, desvelos y hambre. Servimos con pureza, conocimiento, constancia y bondad; en el Espíritu Santo y en amor sincero; con palabras de verdad y con el poder de Dios; con armas de justicia, tanto ofensivas como defensivas; por honra y por deshonra, por mala y por buena fama; veraces, pero tenidos por engañadores; conocidos, pero tenidos por desconocidos; como moribundos, pero aún con vida; golpeados, pero no muertos; aparentemente tristes, pero siempre alegres; pobres en apariencia, pero enriqueciendo a muchos; como si no tuviéramos nada, pero poseyéndolo todo. Hermanos corintios, os hemos hablado con toda franqueza; os hemos abierto de par en par nuestro corazón. Nunca os hemos negado nuestro afecto, pero vosotros sí nos negáis el vuestro.