2 CORINTIOS 6:3-6
2 CORINTIOS 6:3-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
No damos a nadie ningún motivo de escandalo, para que nuestro ministerio no sea desacreditado. Antes bien, en todas las cosas nos comportamos como ministros de Dios, con mucha paciencia en las tribulaciones, en las necesidades, en las angustias, en los azotes, en las prisiones, en los alborotos, en los trabajos, en las noches sin dormir y en los días sin comer; en la pureza, en el conocimiento, en la tolerancia, en la bondad, en el Espíritu Santo, en el amor sincero
2 CORINTIOS 6:3-6 La Palabra (versión española) (BLP)
En cuanto a nosotros, procuramos no dar a nadie motivos para desacreditar nuestro ministerio. Al contrario, en todo momento nos hemos comportado como servidores de Dios. Es mucho lo que hemos debido soportar: sufrimientos, dificultades, estrecheces, golpes, prisiones, tumultos, trabajos agotadores, noches sin dormir y días sin comer. Añádase nuestra limpieza de vida, nuestro conocimiento de Dios, nuestra entereza de ánimo, nuestra bondad; y también la acción del Espíritu, nuestro amor sin doblez
2 CORINTIOS 6:3-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En nada damos mal ejemplo a nadie, para que nuestro trabajo no caiga en descrédito. Al contrario, en todo damos muestras de que somos siervos de Dios, soportando con mucha paciencia los sufrimientos, las necesidades, las estrecheces, los azotes, las prisiones, los alborotos, el trabajo duro, los desvelos y el hambre. También lo demostramos por la pureza de nuestra vida, por nuestro conocimiento de la verdad, por nuestra tolerancia y bondad, por la presencia del Espíritu Santo en nosotros, por nuestro amor sincero
2 CORINTIOS 6:3-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por nuestra parte, a nadie damos motivo alguno de tropiezo, para que no se desacredite nuestro servicio. Más bien, en todo y con mucha paciencia nos acreditamos como servidores de Dios: en sufrimientos, privaciones y angustias; en azotes, cárceles y tumultos; en trabajos pesados, desvelos y hambre. Servimos con pureza, conocimiento, constancia y bondad; en el Espíritu Santo y en amor sincero