2 REYES 23:21-27
2 REYES 23:21-27 La Palabra (versión española) (BLP)
Entonces el rey ordenó a todo el pueblo: —Celebrad la Pascua en honor del Señor, vuestro Dios, según está escrito en este Libro de la Alianza. No se había celebrado una Pascua como esta desde la época en que los jueces gobernaban a Israel, ni durante el período de los reyes de Israel y de Judá. Esta Pascua en honor del Señor se celebró en Jerusalén el año décimo octavo del reinado de Josías. Finalmente, Josías eliminó también a los brujos y adivinos, así como los dioses familiares, los ídolos y todas las aberraciones religiosas que encontró en el territorio de Judá y en Jerusalén, cumpliendo así las cláusulas de la ley escritas en el libro que el sacerdote Jilquías había encontrado en el Templo. Ni antes ni después de Josías hubo un rey como él, que se convirtiera al Señor de todo corazón y con toda el alma, totalmente de acuerdo con la ley de Moisés. Sin embargo, el Señor no aplacó su terrible cólera contra Judá, causada por la indignación que le había provocado Manasés. El Señor dijo: —Expulsaré de mi presencia también a Judá, como expulsé a Israel, y rechazaré a Jerusalén, mi ciudad preferida, y al Templo en el que quise que residiera mi nombre.
2 REYES 23:21-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El rey ordenó a todo el pueblo que celebrara la Pascua en honor del Señor su Dios, según estaba escrito en el libro del pacto. Nunca se había celebrado una Pascua como esta desde la época de los caudillos que gobernaron en Israel, ni en todo el tiempo de los reyes de Israel y de Judá. Fue en el año dieciocho del reinado de Josías cuando en Jerusalén se celebró aquella Pascua en honor del Señor. Josías eliminó también a los brujos y adivinos, a los ídolos familiares y a otros ídolos, y a todos los aborrecibles objetos de culto que se veían en Judá y en Jerusalén. Lo hizo para cumplir los términos de la ley escritos en el libro que el sacerdote Hilquías había encontrado en el templo del Señor. No hubo ningún rey, ni antes ni después de él, que como él se volviera al Señor con todo su corazón y con toda su alma y con todas sus fuerzas, conforme a la ley de Moisés. A pesar de ello, la ira del Señor siguió encendida, pues todavía estaba enfurecido contra Judá por todas las ofensas con que Manasés le había provocado. Por eso dijo el Señor que iba a apartar de su presencia a Judá como había apartado a Israel, y que iba a rechazar la ciudad de Jerusalén que había escogido y el templo en el que había dicho que residiría su nombre.
2 REYES 23:21-27 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Después el rey dio esta orden al pueblo: ―Celebrad la Pascua del SEÑOR vuestro Dios, según está escrito en este libro del pacto. Desde la época de los jueces que gobernaron a Israel hasta la de los reyes de Israel y de Judá, no se había celebrado una Pascua semejante. Pero, en el año dieciocho del reinado del rey Josías, esta Pascua se celebró en Jerusalén en honor del SEÑOR. Además, Josías expulsó a los adivinos y a los hechiceros, y eliminó toda clase de ídolos y el resto de las cosas detestables que se veían en el país de Judá y en Jerusalén. Lo hizo así para cumplir las instrucciones de la ley, escritas en el libro que el sacerdote Jilquías encontró en el templo del SEÑOR. Ni antes ni después de Josías hubo otro rey que, como él, se volviera al SEÑOR de todo corazón, con toda el alma y con todas sus fuerzas, siguiendo en todo la ley de Moisés. A pesar de eso, el SEÑOR no apagó el gran fuego de su ira, que ardía contra Judá por todas las afrentas con que Manasés lo había provocado. Por lo tanto, el SEÑOR declaró: «Voy a apartar de mi presencia a Judá, como hice con Israel; repudiaré a Jerusalén, la ciudad que escogí, y a este templo, del cual dije: “Ese será el lugar donde yo habite”».