2 PEDRO 2:17-22
2 PEDRO 2:17-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Esos hombres son fuentes sin agua y nubes empujadas por torbellino de viento, para quienes está reservada para siempre la oscuridad de las tinieblas. Por medio de palabras arrogantes y vacías alientan las pasiones y los deseos carnales de quienes apenas acaban de escapar de los que viven en el error. Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción; pues el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció. Si estos, que se habían escapado de la contaminación del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, se dejan de nuevo enredar y vencer por esa contaminación, su último estado viene a ser peor que el primero. Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que volverse atrás después de haber conocido el santo mandamiento que les fue dado. Pero en ellos se ha cumplido la verdad del proverbio que dice: «El perro vuelve a su vómito, y la puerca recién lavada vuelve a revolcarse en el lodo».
2 PEDRO 2:17-22 La Palabra (versión española) (BLP)
Esos individuos son manantiales sin agua, nubes arrastradas por el huracán. Densas tinieblas los aguardan, pues son declamadores ampulosos y vacíos que seducen con la promesa de placeres carnales desenfrenados a quienes acaban de escapar de las garras del error. Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos del vicio, pues quien te vence te esclaviza. En efecto, si los que han sido liberados de la corrupción del mundo, al haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se dejan de nuevo enredar y atrapar en ella, su situación final resulta peor que la primera. Preferible les hubiera sido no conocer el camino de la salvación que, una vez conocido, volver la espalda a los santos mandamientos recibidos. A ellos se aplica la verdad de aquel proverbio: «El perro vuelve a su propio vómito» y «La cerda recién lavada vuelve a revolcarse en el cieno».
2 PEDRO 2:17-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Esos maestros son como pozos sin agua, como nubes llevadas por el viento; están condenados a pasar la eternidad en la más negra oscuridad. Dicen cosas altisonantes y vacías, y con vicios y deseos humanos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el error. Les prometen libertad, siendo ellos mismos esclavos de la corrupción, porque todo hombre es esclavo de aquello que le ha dominado. Pues los que han conocido al Señor y Salvador Jesucristo, y han escapado así de las impurezas del mundo, si otra vez se dejan enredar y dominar por ellas, quedan peor que antes. Más les habría valido no conocer el camino recto que, después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. En ellos se ha cumplido la verdad de aquel dicho: “El perro vuelve a su vómito”, y de este otro: “La puerca recién bañada vuelve a revolcarse en el lodo.”
2 PEDRO 2:17-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Estos individuos son fuentes sin agua, niebla empujada por la tormenta, para quienes está reservada la más densa oscuridad. Pronunciando discursos arrogantes y sin sentido, seducen con los instintos naturales desenfrenados a quienes apenas comienzan a apartarse de los que viven en el error. Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, ya que cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado. Si, habiendo escapado de la contaminación del mundo por haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a enredarse en ella y son vencidos, terminan en peores condiciones que al principio. Más les hubiera valido no conocer el camino de la justicia que abandonarlo después de haber conocido el santo mandamiento que se les dio. En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: «El perro vuelve a su vómito», y «la puerca lavada, a revolcarse en el lodo».