2 PEDRO 2:20-22
2 PEDRO 2:20-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Si estos, que se habían escapado de la contaminación del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, se dejan de nuevo enredar y vencer por esa contaminación, su último estado viene a ser peor que el primero. Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que volverse atrás después de haber conocido el santo mandamiento que les fue dado. Pero en ellos se ha cumplido la verdad del proverbio que dice: «El perro vuelve a su vómito, y la puerca recién lavada vuelve a revolcarse en el lodo».
2 PEDRO 2:20-22 La Palabra (versión española) (BLP)
En efecto, si los que han sido liberados de la corrupción del mundo, al haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se dejan de nuevo enredar y atrapar en ella, su situación final resulta peor que la primera. Preferible les hubiera sido no conocer el camino de la salvación que, una vez conocido, volver la espalda a los santos mandamientos recibidos. A ellos se aplica la verdad de aquel proverbio: «El perro vuelve a su propio vómito» y «La cerda recién lavada vuelve a revolcarse en el cieno».
2 PEDRO 2:20-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pues los que han conocido al Señor y Salvador Jesucristo, y han escapado así de las impurezas del mundo, si otra vez se dejan enredar y dominar por ellas, quedan peor que antes. Más les habría valido no conocer el camino recto que, después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. En ellos se ha cumplido la verdad de aquel dicho: “El perro vuelve a su vómito”, y de este otro: “La puerca recién bañada vuelve a revolcarse en el lodo.”
2 PEDRO 2:20-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Si, habiendo escapado de la contaminación del mundo por haber conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a enredarse en ella y son vencidos, terminan en peores condiciones que al principio. Más les hubiera valido no conocer el camino de la justicia que abandonarlo después de haber conocido el santo mandamiento que se les dio. En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: «El perro vuelve a su vómito», y «la puerca lavada, a revolcarse en el lodo».