2 SAMUEL 12:24-31
2 SAMUEL 12:24-31 Reina Valera 2020 (RV2020)
David fue a consolar a Betsabé, su mujer, y se acostó con ella. Y Betsabé le dio a luz un hijo, al que David llamó Salomón. El Señor lo amó, y por eso envió un mensaje al profeta Natán, para decirle que lo llamara Jedidías, porque así lo quiso Señor. Joab peleaba contra Rabá de los amonitas, y tomó la ciudad real. Entonces envió Joab mensajeros a David para decirle: —Yo he puesto sitio a Rabá y he tomado la ciudad de las aguas. Reúne, pues, ahora al pueblo que queda, acampa contra la ciudad y tómala, no sea que la tome yo y le pongan mi nombre. David reunió a todo el pueblo, partió hacia Rabá, combatió contra ella y la tomó. Después quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba treinta y tres kilos, pues era de oro y estaba adornada con piedras preciosas. Luego la pusieron sobre la cabeza de David, quien sacó muy grande botín de la ciudad. Hizo salir además a la gente que estaba en ella, y la puso a trabajar con sierras, con trillos de hierro y hachas de hierro; también la hizo trabajar en los hornos de ladrillos. Lo mismo hizo con todas las ciudades de los hijos de Amón. Entonces regresó David con todo el pueblo a Jerusalén.
2 SAMUEL 12:24-31 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego David fue a consolar a su esposa y se unió a ella. Betsabé le dio un hijo, al que David llamó Salomón. El SEÑOR amó al niño y mandó a decir por medio del profeta Natán que le pusieran por nombre Jedidías, por disposición del SEÑOR. Mientras tanto, Joab había atacado la ciudad amonita de Rabá y capturado la fortaleza real. Entonces envió unos mensajeros a decirle a David: «Acabo de atacar a Rabá y he capturado los depósitos de agua. Ahora, pues, le pido a mi señor el rey que movilice el resto de las tropas para sitiar y capturar la ciudad. Si no, lo haré yo mismo y le pondrán mi nombre». Por tanto, David, movilizando todas las tropas, marchó contra Rabá, la atacó y la capturó. Al rey de los amonitas le quitó la corona de oro que tenía puesta, la cual pesaba más de treinta kilos y estaba adornada con piedras preciosas. Luego se la pusieron a David. Además, David saqueó la ciudad y se llevó un botín inmenso. Expulsó de allí a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, trillos y hachas, y también los forzó a trabajar en los hornos de ladrillos. Lo mismo hizo con todos los pueblos amonitas, después de lo cual regresó a Jerusalén con todas sus tropas.
2 SAMUEL 12:24-31 La Palabra (versión española) (BLP)
Luego David consoló a su mujer Betsabé, fue a verla y se acostó con ella. Tuvo un hijo y David le puso de nombre Salomón. El Señor lo amó y envió al profeta Natán, que le puso de sobrenombre Jedidías, en honor del Señor. Joab atacó Rabá, la capital amonita, y se apoderó de la ciudad real. Entonces envió mensajeros para decirle a David: —He atacado Rabá y me he apoderado de la ciudadela de las aguas. Moviliza, pues, al resto del ejército y ven a asediar la ciudad para conquistarla. Pues, si la conquisto yo, le pondrán mi nombre. David movilizó a todo el ejército, marchó hacia Rabá, la atacó y la conquistó. Se apoderó de la corona real, la corona que pesaba treinta y tres kilos de oro, y de una piedra preciosa, que David puso sobre su cabeza, y sacó de la ciudad un inmenso botín. Sacó también a la gente que había en la ciudad y la puso a trabajar con sierras, picos y hachas o a fabricar ladrillos. Y lo mismo hizo con todas las ciudades amonitas. Después David regresó con todo el ejército a Jerusalén.
2 SAMUEL 12:24-31 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Después David consoló a Betsabé, su mujer. Fue a visitarla y se unió a ella, y ella dio a luz un hijo al que David llamó Salomón. El Señor amó a este niño, y así se lo hizo saber a David por medio del profeta Natán. David entonces, en atención al Señor, llamó al niño Jedidías. Mientras tanto, Joab lanzó un ataque contra la ciudad amonita de Rabá, y cuando ya estaba a punto de capturar la ciudad real, envió a David el siguiente mensaje: “He estado atacando Rabá, y ya he capturado la ciudadela que protegía el abastecimiento de agua. Por lo tanto, reúna ahora Su Majestad el resto de las tropas, ataque la ciudad y captúrela, para que no sea yo quien lo haga y le pongan mi nombre.” Entonces David reunió todas sus tropas y marchó contra Rabá, la atacó y la capturó. Después quitó de la cabeza de su rey la corona de oro, que tenía piedras preciosas y pesaba treinta y tres kilos; y se la pusieron a David. También sacó David de la ciudad muchísimas cosas de valor, y a la gente que aún quedaba en la ciudad la sacó de allí y la puso a trabajar con sierras, trillos y hachas de hierro, y también en los hornos de ladrillo. Lo mismo hizo con cada una de las ciudades amonitas, y después regresó con todas sus tropas a Jerusalén.