2 SAMUEL 2:1-9
2 SAMUEL 2:1-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
Después de esto, aconteció que David consultó al Señor: —¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? El Señor le respondió: —Sube. David volvió a preguntar: —¿A dónde subiré? —A Hebrón —le respondió él. David subió allá con sus dos mujeres, Ahinoam la jezreelita y Abigail, la que fue mujer de Nabal, el del Carmel. También llevó David consigo a los hombres que le acompañaban, cada uno con su familia, quienes habitaron en las ciudades de Hebrón. Luego vinieron los hombres de Judá y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Cuando avisaron a David que los de Jabes de Galaad habían sepultado a Saúl, envió unos mensajeros a los de Jabes de Galaad, que les dijeron: —Benditos seáis vosotros del Señor, por haber hecho esta obra de misericordia con vuestro señor, con Saúl, al darle sepultura. Ahora, pues, que el Señor os trate con misericordia y verdad. También yo os trataré bien por esto que habéis hecho. Esfuércense, pues, ahora vuestras manos y sed valientes; pues murió Saúl, vuestro señor, y los de la casa de Judá me han ungido para que sea su rey. Pero Abner hijo de Ner, general del ejército de Saúl, tomó a Is-boset hijo de Saúl, lo llevó a Mahanaim y lo proclamó rey sobre Galaad, sobre Gesuri, sobre Jezreel, sobre Efraín, sobre Benjamín y sobre todo Israel.
2 SAMUEL 2:1-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Después de esto, David consultó al Señor: —¿Puedo ir a alguna ciudad de Judá? El Señor le contestó: —Sí. David preguntó: —¿A cuál debo ir? Y el Señor respondió: —A Hebrón. David marchó a Hebrón con sus dos mujeres: Ajinoán, la de Jezrael, y Abigail, la mujer de Nabal, el de Carmel. Llevó también a sus hombres con sus familias y se establecieron en las aldeas de Hebrón. Después llegaron los de Judá y ungieron allí a David como rey de Judá. Luego le informaron: —Los de Jabés de Galaad son los que han enterrado a Saúl. Entonces David envió unos mensajeros a los de Jabés de Galaad para decirles: —Que el Señor os bendiga por la compasión que habéis demostrado hacia Saúl, vuestro señor, dándole sepultura. Que el Señor os trate con compasión y lealtad; yo, por mi parte, también os recompensaré por la buena acción que habéis realizado. Ahora recobrad el ánimo y sed fuertes, pues aunque ha muerto Saúl, vuestro señor, la casa de Judá me ha ungido a mí para que sea su rey. Pero Abner, hijo de Ner y jefe del ejército de Saúl, tomó a Isbóset, hijo de Saúl, se lo llevó a Majanáin y lo nombró rey de Galaad, de Aser, de Jezrael, de Efraín, de Benjamín y de todo Israel.
2 SAMUEL 2:1-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pasado algún tiempo, David consultó al SEÑOR: ―¿Debo ir a alguna de las ciudades de Judá? ―Sí, debes ir —le respondió el SEÑOR. ―¿Y a qué ciudad quieres que vaya? ―A Hebrón. Así que David fue allí con sus dos esposas, Ajinoán la jezrelita y Abigaíl, la viuda de Nabal de Carmel. Se llevó además a sus hombres, cada cual acompañado de su familia, y todos se establecieron en Hebrón y sus aldeas. Entonces los habitantes de Judá fueron a Hebrón, y allí ungieron a David como rey de su tribu. Además, le comunicaron que los habitantes de Jabés de Galaad habían sepultado a Saúl. Entonces David envió a los de Jabés el siguiente mensaje: «Que el SEÑOR os bendiga por haberle sido fieles a vuestro señor Saúl, y por darle sepultura. Y ahora, que el SEÑOR os muestre a vosotros su amor y fidelidad, aunque yo también quiero recompensaros por esto que habéis hecho. Cobrad ánimo y sed valientes, pues, aunque vuestro señor Saúl ha muerto, la tribu de Judá me ha ungido como su rey». Entretanto, Abner hijo de Ner, general del ejército de Saúl, llevó a Isboset hijo de Saúl a la ciudad de Majanayin, y allí lo instauró rey de Galaad, de Guesurí, de Jezrel, de Efraín, de Benjamín y de todo Israel.
2 SAMUEL 2:1-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Después de esto, David consultó al Señor diciéndole: –¿Debo ir a alguna de las ciudades de Judá? El Señor le contestó: –Sí, debes ir. Entonces David preguntó: –¿A dónde debo ir? Y el Señor respondió: –A Hebrón. David fue allá con sus dos mujeres: Ahinóam, la del pueblo de Jezreel, y Abigail, la viuda de Nabal, el de Carmel. También se llevó a sus compañeros, con sus respectivas familias, y se establecieron en las ciudades de Hebrón. Llegaron después los hombres de Judá, y consagraron allí a David como rey de Judá. Cuando contaron a David que los de Jabés de Galaad eran quienes habían enterrado a Saúl, envió David unos mensajeros a decirles: “Que el Señor os bendiga por tratar con tanta bondad a Saúl, vuestro señor, dándole sepultura. Que el Señor os trate con bondad y fidelidad. Yo, por mi parte, os trataré bien por esto que habéis hecho. Pero ahora cobrad ánimo y valor, pues aunque ha muerto Saúl, vuestro señor, la tribu de Judá me ha consagrado para que yo sea vuestro rey.” Pero Abner, hijo de Ner, jefe del ejército de Saúl, tomó a Is-bóset, el hijo de Saúl, y lo llevó a Mahanaim, donde lo consagró como rey de Galaad, de Guesurí, de Jezreel, de Efraín, de Benjamín y de todo Israel.