2 SAMUEL 23:1-4
2 SAMUEL 23:1-4 La Palabra (versión española) (BLP)
Estas son las últimas palabras de David: Oráculo de David, hijo de Jesé, oráculo del hombre encumbrado, ungido del Dios de Jacob, favorito de los cantos de Israel. El espíritu del Señor habla por mí y su palabra está en mi lengua. El Dios de Israel ha hablado, la Roca de Israel me ha dicho: «Quien gobierna a los humanos justamente, el que los gobierna respetando a Dios, es como la luz de la mañana cuando sale el sol; como mañana sin nubes, que tras la lluvia hace brotar la hierba de la tierra».
2 SAMUEL 23:1-4 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Estas son las últimas palabras de David: “David, el hijo de Jesé, el hombre a quien Dios ha enaltecido, el rey escogido por el Dios de Jacob, el dulce cantor de himnos de Israel, ha declarado: “El Espíritu del Señor habla por medio de mí; su palabra está en mi lengua. El Dios de Israel ha hablado; el Protector de Israel me ha dicho: ‘El que gobierne a los hombres con justicia, el que gobierne en el temor de Dios, será como la luz de la aurora, como la luz del sol en una mañana sin nubes, que hace crecer la hierba después de la lluvia.’
2 SAMUEL 23:1-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Estas son las últimas palabras de David: «Oráculo de David hijo de Isaí, dulce cantor de Israel; hombre exaltado por el Altísimo y ungido por el Dios de Jacob. »El Espíritu del SEÑOR habló por medio de mí; puso sus palabras en mi lengua. El Dios de Israel habló, la Roca de Israel me dijo: “El que gobierne a la gente con justicia, el que gobierne en el temor de Dios, será como la luz de la aurora en un amanecer sin nubes, que tras la lluvia resplandece para que brote la hierba en la tierra”.
2 SAMUEL 23:1-4 Reina Valera 2020 (RV2020)
Estas son las últimas palabras de David. Dijo David hijo de Isaí, aquel hombre que fue levantado en alto, el ungido del Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel: El espíritu del Señor habla por mí, su palabra está en mi lengua. El Dios de Israel ha hablado, me habló la Roca de Israel: «Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Será como la luz matinal, como el resplandor del sol en una mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra».