2 SAMUEL 7:1-5
2 SAMUEL 7:1-5 La Palabra (versión española) (BLP)
Una vez que David se hubo instalado en su casa y el Señor le concedió un respiro frente a todos sus enemigos de los alrededores, dijo el rey al profeta Natán: —Mira, yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras que el Arca de Dios está en una tienda. Natán le respondió: —Haz lo que estás pensando, que el Señor está contigo. Pero aquella misma noche Natán recibió este mensaje del Señor: —Ve a decir a mi siervo David: «Esto dice el Señor: No serás tú quien me construya a mí una casa para vivir en ella.
2 SAMUEL 7:1-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando el rey David estaba ya instalado en su palacio, y el Señor le había concedido la paz con todos sus enemigos de alrededor, dijo a Natán, el profeta: –Como puedes ver, yo vivo en un palacio de cedro, mientras que el arca de Dios está en medio de simples cortinas. Natán le contestó: –Pues haz todo lo que te has propuesto, porque cuentas con el apoyo del Señor. Pero aquella misma noche, el Señor se dirigió a Natán y le dijo: “Ve y habla con mi siervo David, y comunícale que yo, el Señor, he dicho: ‘No serás tú quien me construya un templo para que habite en él.
2 SAMUEL 7:1-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aconteció que cuando ya el rey habitaba en una casa, después que el Señor le había dado paz con todos sus enemigos de alrededor, dijo el rey al profeta Natán: —Mira ahora, yo habito en casa de cedro, mientras que el arca de Dios está entre cortinas. Natán respondió al rey: —Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque el Señor está contigo. Aconteció aquella noche, que vino palabra del Señor a Natán: —Ve y di a mi siervo David: «Así ha dicho el Señor: ¿Tú me has de edificar una casa en la que yo more?
2 SAMUEL 7:1-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Una vez que el rey David se hubo establecido en su palacio, el SEÑOR le dio descanso de todos los enemigos que lo rodeaban. Entonces el rey le dijo al profeta Natán: ―Como puedes ver, yo habito en un palacio de cedro, mientras que el arca de Dios se encuentra bajo el toldo de una tienda de campaña. ―Bien —respondió Natán—. Haz lo que tu corazón te dicte, pues el SEÑOR está contigo. Pero aquella misma noche la palabra del SEÑOR vino a Natán y le dijo: «Ve y dile a mi siervo David que así dice el SEÑOR: “¿Serás tú acaso quien me construya una casa para que yo la habite?