2 SAMUEL 8:1-18
2 SAMUEL 8:1-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aconteció después de esto que David derrotó a los filisteos, los sometió y tomó a Meteg-ama de manos de los filisteos. Derrotó también a los de Moab, e hizo que se tendieran en el suelo para medirlos con un cordel; a los que quedaban dentro de dos medidas del cordel, los mataba, pero dejaba con vida a los que quedaban dentro de una medida de cordel. Y fueron los moabitas siervos de David, y le pagaron tributo. Asimismo derrotó David a Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba, al ir este a recuperar su territorio al río Éufrates. David les capturó mil setecientos hombres de a caballo y veinte mil hombres de a pie, y desjarretó los caballos de todos los carros, pero dejó suficientes para cien carros. Y vinieron los sirios de Damasco para dar ayuda a Hadad-ezer, rey de Soba; pero David hirió a veintidós mil hombres de entre los sirios. Puso luego David una guarnición en Siria de Damasco, y los sirios quedaron sometidos a David, y le pagaron tributo. Y el Señor dio la victoria a David por dondequiera que iba. Después tomó David los escudos de oro que traían los siervos de Hadad-ezer y los llevó a Jerusalén. Asimismo, tomó el rey David gran cantidad de bronce de Beta y de Berotai, ciudades de Hadad-ezer. Toi, rey de Hamat, supo que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer, y le envió a su hijo Joram para que lo saludara pacíficamente y lo bendijera, porque había peleado con Hadad-ezer y lo había vencido, ya que Toi era enemigo de Hadad-ezer. Joram llevaba en su mano utensilios de plata, de oro y de bronce, que el rey David dedicó al Señor, junto con la plata y el oro que le había consagrado, provenientes de todas las naciones que había sometido: de los sirios, los moabitas, los amonitas, los filisteos, los amalecitas, y del botín de Hadad-ezer hijo de Rehob, rey de Soba. Así ganó David fama. Cuando regresaba de derrotar a los sirios, destrozó a dieciocho mil edomitas en el valle de la Sal. Además, puso guarnición en Edom; por todo Edom puso guarnición, y todos los edomitas quedaron sometidos a David. Y el Señor dio la victoria a David por dondequiera que iba. Reinó David sobre todo Israel, y actuó con justicia y rectitud para con todo su pueblo. Joab hijo de Sarvia era general de su ejército, y Josafat hijo de Ahilud, era el cronista; Sadoc hijo de Ahitob y Ahimelec hijo de Abiatar eran sacerdotes; Seraías, era el escriba; Benaía hijo de Joiada mandaba a los cereteos y peleteos, y los hijos de David eran los príncipes.
2 SAMUEL 8:1-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Después de esto, David derrotó a los filisteos, los sometió y les arrebató Gat y sus dominios. También derrotó a Moab; los tumbó en el suelo y los midió a cordel: por cada dos condenados a muerte, dejaba a uno con vida. Moab quedó sometido a David como vasallo tributario. Más tarde derrotó a Adadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá, cuando iba a restablecer su dominio en el río Éufrates. David capturó mil setecientos soldados de caballería, veinte mil de infantería, y quebró las patas de todos los caballos de tiro, dejando solo cien carros. Los arameos de Damasco acudieron a socorrer a Adadézer, rey de Sobá, pero David mató a veinte mil de sus hombres. Luego David puso gobernadores sobre los arameos de Damasco, que le quedaron sometidos como vasallos tributarios. Y el Señor hacía triunfar a David en todas sus campañas. David se apoderó de los escudos de oro que llevaban los oficiales de Adadézer y los llevó a Jerusalén. El rey David se incautó igualmente de una gran cantidad de bronce que había en Tébaj y Berotay, ciudades de Adadézer. Cuando Toy, el rey de Jamat, se enteró de que David había derrotado a todo el ejército de Adadézer, envió a su hijo Jorán con objetos de oro, plata y bronce, para saludar y felicitar al rey David por su victoria en la guerra contra Adadézer, pues era enemigo de Toy. El rey David consagró los objetos al Señor, como había hecho con la plata y el oro provenientes de las naciones sometidas: Edom, Moab, los amonitas y los filisteos, Amalec y el botín de Adadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá. David se hizo famoso cuando regresó de derrotar a dieciocho mil edomitas en el valle de la Sal. Luego puso gobernadores en todo Edom y los edomitas quedaron sometidos a David. Y el Señor hacía triunfar a David en todas sus campañas. David reinó sobre Israel, administrando el derecho y la justicia para todo su pueblo. Joab, hijo de Seruyá, era el jefe del ejército; Josafat, hijo de Ajilud, era el heraldo; Sadoc, hijo de Ajitub, y Abiatar, hijo de Ajimélec, eran los sacerdotes; Seraías era el secretario; Banaías, hijo de Joyadá, era el jefe de los quereteos y peleteos y los hijos de David eran sacerdotes.
2 SAMUEL 8:1-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Después de esto, David venció a los filisteos, sometiéndolos y arrebatándoles de las manos las riendas del poder. También derrotó a los moabitas, a quienes hizo que se tendieran en el suelo y los midió con un cordel: los que quedaban dentro de cada dos medidas de cordel, eran condenados a muerte, y los que quedaban dentro de una medida eran dejados con vida. Así los moabitas fueron sometidos a David y tuvieron que pagarle tributo. David venció también a Hadad-ézer, hijo de Rehob, que era rey de Sobá, cuando este iba a recuperar su dominio sobre la región del río Éufrates. De ellos, David hizo prisioneros a mil setecientos soldados de caballería y veinte mil de infantería; y además rompió las patas a todos los caballos de los carros de combate, a excepción de los caballos necesarios para cien carros. Llegaron luego los sirios de Damasco para prestar ayuda a Hadad-ézer, el rey de Sobá, pero David venció a los sirios, de los que mató a veintidós mil. Luego puso David guarniciones en Siria de Damasco, y los sirios quedaron sometidos a él y sujetos al pago de tributo. Así pues, el Señor daba la victoria a David por dondequiera que iba. Después David se apoderó de los escudos de oro que usaban los oficiales de Hadad-ézer, y los llevó a Jerusalén. También se apoderó de una gran cantidad de bronce de Bétah y de Berotai, ciudades que pertenecían a Hadad-ézer. Cuando Toi, rey de Hamat, se enteró de que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ézer, envió a su hijo Joram con objetos de plata, de oro y de bronce, para que saludara y felicitara al rey David por haber luchado con Hadad-ézer y haberlo vencido, pues Toi también había estado en guerra con él. David dedicó todos estos objetos al Señor, junto con el oro y la plata que le había consagrado y que procedía de todas las naciones que había sometido: de Edom, de Moab, de Amón, de los filisteos y de los amalecitas, y de lo que había quitado en la guerra a Hadad-ézer, hijo de Rehob, rey de Sobá. David se hizo famoso. Y cuando regresaba de haber vencido a los edomitas, derrotó a otros dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal. Luego puso guarniciones en todo Edom, y todos los edomitas quedaron sometidos a David, a quien el Señor daba la victoria por dondequiera que iba. David reinó sobre todo Israel, gobernando con justicia y rectitud a todo su pueblo. El jefe del ejército era Joab, hijo de Seruiá; y Josafat, hijo de Ahilud, era el secretario del rey. Sadoc, hijo de Ahitub, y Ahimélec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes; Seraías era el cronista, y Benaías, hijo de Joiadá, estaba al mando de la guardia de quereteos y peleteos. Los hijos de David eran sacerdotes.
2 SAMUEL 8:1-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pasado algún tiempo, David derrotó a los filisteos y los subyugó, quitándoles el control de Méteg Amá. También derrotó a los moabitas, a quienes obligó a tenderse en el suelo y midió con un cordel; a los que cabían a lo largo de dos medidas los condenó a muerte, pero dejó con vida a los que quedaban dentro de la medida siguiente. Fue así como los moabitas pasaron a ser vasallos tributarios de David. Además, David derrotó a Hadad Ezer, hijo del rey Rejob de Sobá, cuando Hadad Ezer trató de restablecer su dominio sobre la región del río Éufrates. David le capturó mil carros, siete mil jinetes y veinte mil soldados de infantería; también desjarretó los caballos de tiro, aunque dejó los caballos suficientes para cien carros. Luego, cuando los sirios de Damasco acudieron en auxilio de Hadad Ezer, rey de Sobá, David aniquiló a veintidós mil de ellos. También puso guarniciones en Damasco, de modo que los sirios pasaron a ser vasallos tributarios de David. En todas las campañas de David, el SEÑOR le daba la victoria. En cuanto a los escudos de oro que llevaban los oficiales de Hadad Ezer, David se apropió de ellos y los trasladó a Jerusalén. Así mismo se apoderó de una gran cantidad de bronce que había en Tébaj y Berotay, poblaciones de Hadad Ezer. Tou, rey de Jamat, se enteró de que David había derrotado por completo al ejército de Hadad Ezer. Como Tou también era enemigo de Hadad Ezer, envió a su hijo Jorán a desearle bienestar al rey David y a felicitarlo por haber derrotado a Hadad Ezer en batalla. Jorán llevó consigo objetos de plata, de oro y de bronce, los cuales el rey David consagró al SEÑOR, tal como lo había hecho con la plata y el oro de las otras naciones que él había subyugado: Edom, Moab, los amonitas, los filisteos y los amalecitas. También consagró el botín que le había quitado a Hadad Ezer, hijo del rey Rejob de Sobá. La fama de David creció aún más cuando regresó victorioso del valle de la Sal, donde aniquiló a dieciocho mil edomitas. También puso guarniciones en Edom; las estableció por todo el país, de modo que los edomitas pasaron a ser vasallos tributarios de David. En todas sus campañas, el SEÑOR le daba la victoria. David reinó sobre todo Israel, gobernando al pueblo entero con justicia y rectitud. Joab hijo de Sarvia era general del ejército; Josafat hijo de Ajilud era el secretario; Sadoc hijo de Ajitob y Ajimélec hijo de Abiatar eran sacerdotes; Seraías era el cronista; Benaías hijo de Joyadá estaba al mando de los soldados quereteos y peleteos, y los hijos de David eran ministros.