HECHOS 10:44-48
HECHOS 10:44-48 Reina Valera 2020 (RV2020)
Todavía estaba Pedro hablando, cuando el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el mensaje. Los creyentes provenientes del judaísmo que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramara el don del Espíritu Santo, pues les oían hablar en lenguas y glorificar a Dios. Entonces Pedro preguntó: —¿Puede negársele el agua del bautismo a estas personas que han recibido, como nosotros, el Espíritu Santo? Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedara con ellos algunos días más.
HECHOS 10:44-48 La Palabra (versión española) (BLP)
Todavía estaba Pedro exponiendo estas razones, cuando el Espíritu Santo descendió sobre todos los que oían el mensaje. Los creyentes judíos que habían llegado con Pedro estaban sorprendidos de que también sobre los no judíos se derramase el don del Espíritu Santo. Los oían, en efecto, hablar en idiomas desconocidos y proclamar la grandeza de Dios. Pedro dijo entonces: —¿Puede negarse el bautismo a estas personas que han recibido, como nosotros, el Espíritu Santo? Seguidamente dispuso que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Ellos, por su parte, le rogaron que se quedara allí algunos días.
HECHOS 10:44-48 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Aún estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo vino sobre todos los que escuchaban el mensaje. Y los creyentes procedentes del judaísmo que habían llegado con Pedro, se quedaron admirados de que el Espíritu Santo fuera dado también a los que no eran judíos, pues les oían hablar en otras lenguas y alabar a Dios. Entonces Pedro dijo: –¿Acaso puede impedirse que sean bautizadas estas personas que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros? Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Después rogaron a Pedro que se quedase con ellos algunos días.
HECHOS 10:44-48 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Mientras Pedro estaba todavía hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban el mensaje. Los defensores de la circuncisión que habían llegado con Pedro se quedaron asombrados de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los gentiles, pues los oían hablar en lenguas y alabar a Dios. Entonces Pedro respondió: ―¿Acaso puede alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo de igual manera que nosotros? Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara con ellos algunos días.