HECHOS 13:1-4
HECHOS 13:1-4 Reina Valera 2020 (RV2020)
Había entonces en la iglesia de Antioquía profetas y maestros: Bernabé, Simón, apodado el Negro; Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Estando sirviendo al Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: —Apartadme a Bernabé y a Saulo para la tarea que les he encomendado. Entonces, tras haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Pablo y Bernabé, pues, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y desde allí navegaron a Chipre.
HECHOS 13:1-4 La Palabra (versión española) (BLP)
Había en la iglesia de Antioquía varios profetas y maestros; a saber, Bernabé, Simeón, apodado el Negro; Lucio de Cirene, Manaén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo. Un día de ayuno, mientras celebraban el culto al Señor, dijo el Espíritu Santo: —Apartadme a Bernabé y a Saulo para la tarea que les he encomendado. Entonces, después de haber ayunado y haber hecho oración, les impusieron las manos y los despidieron. Investidos de esta misión por el Espíritu Santo, Bernabé y Saulo llegaron a Seleucia, donde se embarcaron rumbo a Chipre.
HECHOS 13:1-4 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En la iglesia de Antioquía había profetas y maestros. Eran Bernabé, Simón (al que también llamaban el Negro), Lucio de Cirene, Menahem (que se había criado junto con Herodes, el que gobernó en Galilea) y Saulo. Un día, mientras celebraban el culto al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: “Separadme a Bernabé y a Saulo para la tarea a la que los he llamado.” Entonces, después de orar y ayunar, les impusieron las manos y los despidieron. Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, se dirigieron a Seleucia, donde embarcaron rumbo a la isla de Chipre.
HECHOS 13:1-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros Bernabé; Simeón, apodado el Negro; Lucio de Cirene; Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca; y Saulo. Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apartadme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado». Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron. Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.