HECHOS 14:19-28
HECHOS 14:19-28 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces vinieron unos judíos de Antioquía y de Iconio que persuadieron a la multitud y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad pensando que ya estaba muerto. Mas rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad. Al día siguiente salió con Bernabé para Derbe. Después de anunciar el evangelio en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, fortaleciendo los ánimos de los discípulos y exhortándolos a que permanecieran en la fe y enseñándoles que para entrar en el reino de Dios nos es necesario pasar por muchas tribulaciones. También nombraron ancianos en cada iglesia y habiendo orado y ayunado los encomendaron al Señor en quien habían creído. Pasando por Pisidia llegaron a Panfilia y habiendo predicado la palabra en Perge descendieron a Atalia. De allí navegaron a Antioquía, donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. Al llegar, reunieron a la iglesia y contaron las grandes cosas que Dios había realizado por mediación de ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. Y allí se quedaron mucho tiempo con los discípulos.
HECHOS 14:19-28 La Palabra (versión española) (BLP)
Llegaron, sin embargo, algunos judíos de Antioquía de Pisidia y de Iconio, que lograron ganarse a la muchedumbre, hasta el punto de que apedrearon a Pablo y lo sacaron fuera de la ciudad, dándolo por muerto. Pero, cuando los discípulos se juntaron en torno a él, se levantó y regresó a la ciudad. Al día siguiente marchó con Bernabé hacia Derbe. Después de haber anunciado la buena nueva en aquella ciudad y de haber hecho muchos discípulos, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia, animando de paso a los creyentes y exhortándolos a permanecer firmes en la fe: «Para entrar en el reino de Dios —les advertían— nos es necesario pasar por muchos sufrimientos». Nombraron también dirigentes en cada iglesia y, haciendo oración y ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían depositado su fe. Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia. Anunciaron el mensaje en Perge y bajaron a Atalía. Se embarcaron allí para Antioquía de Siria, donde los habían confiado a la protección de Dios para la misión que acababan de cumplir. A su llegada, reunieron en asamblea a la iglesia e informaron ampliamente de todo lo que Dios había realizado por mediación de ellos y de cómo se había mostrado favorable a que también los no judíos abrazasen la fe. Pablo y Bernabé pasaron allí una buena temporada con los demás discípulos.
HECHOS 14:19-28 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En esto llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio, que hicieron cambiar de parecer a la gente. Apedrearon a Pablo, y creyendo que le habían matado lo arrastraron fuera del pueblo. Pero cuando los creyentes se reunieron alrededor de Pablo, él se levantó y entró otra vez en el pueblo. Al día siguiente salió con Bernabé camino de Derbe. Después de anunciar la buena noticia en Derbe, donde ganaron muchos creyentes, volvieron a Listra, Iconio y Antioquía. En estos lugares animaron a los creyentes, a quienes, recomendándoles que siguieran firmes en la fe, les decían que para entrar en el reino de Dios hay que sufrir muchas aflicciones. También nombraron ancianos en cada iglesia, y después de orar y ayunar los encomendaron al Señor en quien habían creído. Pasando por la región de Pisidia, llegaron a la de Panfilia. Anunciaron el mensaje en Perge y luego llegaron a Atalia. Allí se embarcaron para Antioquía, la ciudad donde los habían encomendado al amor de Dios para el trabajo que ahora habían terminado. Al llegar a Antioquía reunieron a los de la iglesia y les contaron todas las cosas que Dios había hecho con ellos, y cómo el Señor había abierto la puerta a los no judíos para que también pudieran creer. Y Pablo y Bernabé se quedaron allí mucho tiempo con los creyentes.
HECHOS 14:19-28 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En eso llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que hicieron cambiar de parecer a la multitud. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto. Pero, cuando lo rodearon los discípulos, él se levantó y volvió a entrar en la ciudad. Al día siguiente, partió para Derbe en compañía de Bernabé. Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían. En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en quien habían creído. Atravesando Pisidia, llegaron a Panfilia y, cuando terminaron de predicar la palabra en Perge, bajaron a Atalía. De Atalía navegaron a Antioquía, donde se los había encomendado a la gracia de Dios para la obra que ya habían realizado. Cuando llegaron, reunieron a la iglesia e informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.