HECHOS 18:18-26
HECHOS 18:18-26 La Palabra (versión española) (BLP)
Pablo se quedó todavía en Corinto durante bastante tiempo. Después se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria junto con Priscila y Aquila. En Cencreas se había rapado la cabeza para cumplir una promesa que había hecho. Al llegar a Éfeso, Pablo se separó de sus acompañantes, entró en la sinagoga y estuvo discutiendo con los judíos. Le rogaron estos que se quedara por más tiempo, pero él se negó, aunque les dijo al despedirse: —Si Dios quiere, volveré a visitaros. Zarpó, pues, de Éfeso, hizo escala en Cesarea para acercarse a saludar a la iglesia y prosiguió luego su viaje hasta Antioquía. Al cabo de una temporada en Antioquía, se puso otra vez en camino, y recorrió sucesivamente las regiones de Galacia y Frigia, confortando en la fe a todos los discípulos. Llegó por entonces a Éfeso un judío llamado Apolo, natural de Alejandría, hombre elocuente y muy versado en las Escrituras. Había sido iniciado en el camino del Señor y, lleno de entusiasmo, hablaba y enseñaba con esmero los temas concernientes a Jesús, aunque no conocía más bautismo que el de Juan. Comenzó, pues, a enseñar con decisión en la sinagoga; pero cuando lo escucharon Priscila y Aquila, lo tomaron consigo y le expusieron con mayor exactitud todo lo referente al camino de Dios.
HECHOS 18:18-26 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pablo permaneció allí muchos días. Luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria junto con Priscila y Aquila. En Céncreas se rapó la cabeza debido a un voto que había hecho. Al llegar a Éfeso, Pablo se separó de ellos y entrando en la sinagoga debatía con los judíos. Estos le rogaban que se quedara con ellos más tiempo, pero él no aceptó, aunque les dijo al despedirse: —Es necesario en todo caso que yo celebre en Jerusalén la fiesta que viene, pero si Dios quiere, volveré a visitaros. Y zarpó de Éfeso. Descendió en Cesarea para saludar a la iglesia y luego bajó a Antioquía. Después de estar allí algún tiempo, salió y recorrió por orden la región de Galacia y de Frigia, animando a todos los discípulos. Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, hombre elocuente y con sólidos conocimientos de las Escrituras. Había sido instruido en el camino del Señor y, como era de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solo conocía el bautismo de Juan. Comenzó, pues, a hablar con valentía en la sinagoga, mas cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron con más exactitud el camino de Dios.
HECHOS 18:18-26 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pablo se quedó aún bastantes días en Corinto. Después se despidió de los hermanos y se embarcó con Priscila y Áquila para ir a la región de Siria. En Cencreas, antes de embarcar, se rapó la cabeza para cumplir una promesa que había hecho. Cuando llegaron a Éfeso, Pablo, dejando a Priscila y Áquila, entró en la sinagoga para hablar con los judíos que se reunían allí. Estos le rogaron que se quedara más tiempo, pero no quiso, sino que se despidió diciendo: –Si Dios quiere, volveré otra vez a visitaros. Después se embarcó y partió de Éfeso. Pasando por Cesarea, llegó a Jerusalén para saludar a los de la iglesia, y de allí se dirigió a Antioquía. Al cabo de cierto tiempo salió de nuevo a recorrer uno por uno los lugares de Galacia y Frigia, animando a todos los creyentes. Por aquel entonces llegó a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de la ciudad de Alejandría. Era muy elocuente y conocía muy bien las Escrituras. Estaba instruido en el camino del Señor, y hablaba con gran entusiasmo enseñando con claridad acerca de Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan. Apolos se puso a hablar abiertamente en la sinagoga, y Priscila y Áquila, que le oyeron, le llevaron aparte y le explicaron con más exactitud el camino de Dios.
HECHOS 18:18-26 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pablo permaneció en Corinto algún tiempo más. Después se despidió de los hermanos y emprendió el viaje rumbo a Siria, acompañado de Priscila y Aquila. En Cencreas, antes de embarcarse, se hizo rapar la cabeza a causa de un voto que había hecho. Al llegar a Éfeso, Pablo se separó de sus acompañantes y entró en la sinagoga, donde se puso a discutir con los judíos. Estos le pidieron que se quedara más tiempo con ellos. Él no accedió, pero al despedirse les prometió: «Ya volveré, si Dios quiere». Y zarpó de Éfeso. Cuando desembarcó en Cesarea, subió a Jerusalén a saludar a la iglesia y luego bajó a Antioquía. Después de pasar algún tiempo allí, Pablo se fue a visitar una por una las congregaciones de Galacia y Frigia, animando a todos los discípulos. Por aquel entonces llegó a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría. Era un hombre ilustrado y convincente en el uso de las Escrituras. Había sido instruido en el camino del Señor, y con gran fervor hablaba y enseñaba con la mayor exactitud acerca de Jesús, aunque conocía solo el bautismo de Juan. Comenzó a hablar valientemente en la sinagoga. Al oírlo Priscila y Aquila, lo tomaron a su cargo y le explicaron con mayor precisión el camino de Dios.