HECHOS 21:10-15
HECHOS 21:10-15 La Palabra (versión española) (BLP)
Llevábamos ya varios días en Cesarea, cuando llegó de Judea un profeta llamado Agabo. Vino a vernos, tomó el cinturón de Pablo, se ató con él los pies y las manos y dijo: —Esto dice el Espíritu Santo: «Así atarán los judíos en Jerusalén al dueño de este cinturón. Después lo entregarán en manos de extranjeros». Al oír esto, tanto los creyentes de la localidad como nosotros rogamos a Pablo que no fuera a Jerusalén. Pero él respondió: —¿Por qué me desanimáis con vuestro llanto? Estoy dispuesto no solo a dejarme encadenar, sino a morir en Jerusalén por la causa de Jesús, el Señor. Y, como no había manera de disuadirlo, dejamos de insistir, diciendo resignados: —¡Que se haga la voluntad del Señor! Unos días más tarde, preparamos nuestro equipaje y nos dirigimos a Jerusalén.
HECHOS 21:10-15 Reina Valera 2020 (RV2020)
Llevábamos ya muchos días allí, cuando llegó de Judea un profeta llamado Agabo. Vino a vernos y tomando el cinto de Pablo se ató los pies y las manos y dijo: —Esto dice el Espíritu Santo: «Los judíos en Jerusalén atarán así al hombre a quien pertenece este cinto y le entregarán en manos de los gentiles». Al oír esto, nosotros y los creyentes de aquel lugar rogamos a Pablo que no fuera a Jerusalén. Pero Pablo respondió: —¿Por qué lloráis? ¡Se me parte el corazón! Por el nombre del Señor estoy dispuesto no solo a que me aten, sino a morir en Jerusalén. Y, como no había manera de disuadirlo, dejamos de insistir, y dijimos: —Hágase la voluntad del Señor. Días después, hicimos los preparativos y subimos a Jerusalén.
HECHOS 21:10-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Hacía varios días que estábamos allí, cuando vino de Judea un profeta llamado Agabo. Este vino a vernos, tomó el cinturón de Pablo, se ató con él las manos y los pies y dijo: –El Espíritu Santo dice que en Jerusalén los judíos atarán así al dueño de este cinturón, y le entregarán en manos de los extranjeros. Al oir esto, nosotros y los de Cesarea rogamos a Pablo que no fuera a Jerusalén; pero Pablo contestó: –¿Por qué lloráis y me entristecéis? Estoy dispuesto, no solamente a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por causa del Señor Jesús. Como no pudimos convencerle, le dejamos, diciendo: –Que se haga la voluntad del Señor. Después de esto nos preparamos y nos fuimos a Jerusalén.
HECHOS 21:10-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Llevábamos allí varios días cuando bajó de Judea un profeta llamado Ágabo. Este vino a vernos y, tomando el cinturón de Pablo, se ató con él de pies y manos, y dijo: ―Así dice el Espíritu Santo: “De esta manera atarán los judíos de Jerusalén al dueño de este cinturón, y lo entregarán en manos de los gentiles”. Al oír esto, nosotros y los de aquel lugar le rogamos a Pablo que no subiera a Jerusalén. ―¿Por qué lloráis? ¡Me partís el alma! —respondió Pablo—. Por el nombre del Señor Jesús estoy dispuesto no solo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén. Como no se dejaba convencer, desistimos, exclamando: ―¡Que se haga la voluntad del Señor! Después de esto, acabamos los preparativos y subimos a Jerusalén.