HECHOS 22:4-8
HECHOS 22:4-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Yo perseguí este Camino hasta la muerte apresando y metiendo en la cárcel a hombres y mujeres. De ello pueden dar testimonio el sumo sacerdote y todos los ancianos de quienes recibí cartas para los hermanos de Damasco, adonde fui para traer presos a Jerusalén a los que estuvieran allí con el fin de que fueran castigados. Sucedió que haciendo ese camino y estando ya cerca de Damasco, como a mediodía, me envolvió de repente mucha luz del cielo. Caí al suelo y oí una voz que me decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». Yo pregunté: «¿Quién eres, Señor?». Me respondió: «Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues».
HECHOS 22:4-8 La Palabra (versión española) (BLP)
He perseguido a muerte a los seguidores de este nuevo camino del Señor, apresando y metiendo en la cárcel a hombres y mujeres. De ello pueden dar testimonio el sumo sacerdote y todo el Consejo de Ancianos, pues de ellos recibí cartas para nuestros correligionarios judíos de Damasco, adonde me dirigía con el propósito de apresar a los creyentes que allí hubiera y traerlos encadenados a Jerusalén para ser castigados. Iba, pues, de camino cuando, cerca ya de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una luz deslumbrante que procedía del cielo. Caí al suelo y escuché una voz que me decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?». «¿Quién eres, Señor?», pregunté. «Soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues», me contestó.
HECHOS 22:4-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Perseguí a muerte a quienes seguían este nuevo camino: perseguí y metí en la cárcel a hombres y mujeres. El jefe de los sacerdotes y todos los ancianos son testigos de esto, pues ellos me dieron cartas para nuestros hermanos judíos de Damasco y yo fui allá en busca de creyentes, para traerlos aquí, a Jerusalén, y castigarlos. “Pero mientras iba de camino, estando ya cerca de Damasco, a eso del mediodía me envolvió de repente una fuerte luz del cielo y caí al suelo. Oí una voz que me decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’ Yo pregunté: ‘¿Quién eres, Señor?’, y la voz me contestó: ‘Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues.’
HECHOS 22:4-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Perseguí a muerte a los seguidores de este Camino, arrestando y echando en la cárcel a hombres y mujeres por igual, y así lo pueden atestiguar el sumo sacerdote y todo el Consejo de ancianos. Incluso obtuve de parte de ellos cartas para nuestros hermanos judíos en Damasco, y fui allí con el fin de traer presos a Jerusalén a los que encontrara, para que fueran castigados. »Sucedió que a eso del mediodía, cuando me acercaba a Damasco, una intensa luz del cielo resplandeció de repente a mi alrededor. Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” “¿Quién eres, Señor?”, pregunté. “Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues”, me contestó él.