HECHOS 27:27-31
HECHOS 27:27-31 La Palabra (versión española) (BLP)
A eso de la medianoche del día en que se cumplían las dos semanas de navegar a la deriva por el Adriático, los marineros barruntaron que nos aproximábamos a tierra. Lanzaron entonces la sonda, y hallaron que había veinte brazas de fondo; poco después volvieron a lanzarla, y había quince brazas. Por temor a que pudiéramos encallar en algún arrecife, largaron cuatro anclas por la popa, mientras esperaban con ansia que llegara el amanecer. La tripulación intentó abandonar el barco, y arriaron el bote salvavidas con el pretexto de largar algunas anclas por la proa. Pero Pablo dijo al oficial y a los soldados: —Si estos no permanecen a bordo, no podréis salvaros vosotros.
HECHOS 27:27-31 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ya habíamos pasado catorce noches a la deriva por el mar Adriático cuando a eso de la medianoche los marineros presintieron que se aproximaban a tierra. Echaron la sonda y encontraron que el agua tenía unos treinta y siete metros de profundidad. Más adelante volvieron a echar la sonda y encontraron que tenía cerca de veintisiete metros de profundidad. Temiendo que fuéramos a estrellarnos contra las rocas, echaron cuatro anclas por la popa y se pusieron a rogar que amaneciera. En un intento por escapar del barco, los marineros comenzaron a bajar el bote salvavidas al mar, con el pretexto de que iban a echar algunas anclas desde la proa. Pero Pablo les advirtió al centurión y a los soldados: «Si esos no se quedan en el barco, no podréis salvaros vosotros».
HECHOS 27:27-31 Reina Valera 2020 (RV2020)
A la medianoche de la decimocuarta jornada, cuando navegábamos sin dirección por el Adriático, los marineros sospecharon que estaban cerca de tierra, así que echaron la sonda y esta marcaba una profundidad de treinta y seis metros; un poco más adelante volvieron a echarla, y ya marcaba veintisiete. Por miedo a tropezar con escollos, echaron cuatro anclas por la popa y ansiaban que se hiciera de día. Los marineros trataron de huir de la nave y, aparentando que querían soltar las anclas de proa, echaron al mar el esquife. Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: —Si estos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros.
HECHOS 27:27-31 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Una noche, cuando al cabo de dos semanas de viaje navegábamos por el mar Adriático llevados de un lado a otro por el viento, a eso de la media noche se dieron cuenta los marineros de que estábamos acercándonos a tierra. Midieron la profundidad del agua y hallaron que era de treinta y seis metros; un poco más adelante la volvieron a medir y hallaron veintisiete metros. Ante el temor de chocar contra las rocas, echaron cuatro anclas por la parte de popa, mientras pedían a Dios que amaneciera. Los marineros, pensando en huir del barco, comenzaron a arriar el bote salvavidas mientras aparentaban echar las anclas de la parte de proa. Pero Pablo avisó al centurión y a los soldados, diciendo: –Si estos no se quedan en el barco, no podréis salvaros.