AMÓS 4:1-13
AMÓS 4:1-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y maltratáis a los necesitados, que decís a vuestros señores: «Traed de beber». El Señor ha jurado por su santidad: Sobre vosotras vienen días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador; saldréis por las brechas una tras otra y seréis echadas del palacio, dice el Señor. ¡Id a Bet-el y pecad! ¡Aumentad en Gilgal la rebelión! Traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres días. Ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues esto es lo que queréis, hijos de Israel, dice el Señor. Os hice pasar hambre en todas vuestras ciudades y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice el Señor. También os detuve la lluvia tres meses antes de la cosecha; hice llover sobre una ciudad y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió se secó. Venían entonces dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban. Con todo, no os volvisteis a mí, dice el Señor. Os herí con viento del este y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, vuestros higuerales y vuestros olivares, pero nunca os volvisteis a mí, dice el Señor. Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, vuestros caballos fueron capturados e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice el Señor. Os trastorné como Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón arrancado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice el Señor. Por eso, Israel, haré lo mismo contigo; y porque te he de hacer esto, prepárate, Israel, para venir al encuentro de tu Dios. Ciertamente, el que forma los montes y crea el viento, el que reveló al ser humano su pensamiento, el que transforma las tinieblas en luz y que pasa sobre las alturas de la tierra: el Señor, Dios de los ejércitos, es su nombre.
AMÓS 4:1-13 La Palabra (versión española) (BLP)
Escuchad esto, vacas de Basán que [moráis] en la montaña de Samaría, vosotras que oprimís a los pobres, maltratáis a los necesitados y decís a vuestros maridos: «Traednos algo de beber». El Señor Dios lo jura por su santidad: Vendrán sobre vosotras días en que os sacarán con garfios y a vuestros hijos con arpones de pesca; una tras otra saldréis por las brechas y seréis arrojadas al Harmón, —oráculo del Señor. Encaminaos a Betel y pecad, a Guilgal y multiplicad vuestros pecados; traed cada mañana vuestros sacrificios y cada tres días vuestros diezmos. Quemad panes sin levadura en acción de gracias y anunciad a bombo y platillo vuestras ofrendas voluntarias, porque eso es, israelitas, lo que os gusta, —oráculo del Señor Dios. Yo os he hecho pasar hambre en todas vuestras ciudades, he condenado a la carestía a todas vuestras poblaciones; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor. Soy yo quien os negué la lluvia faltando tres meses para la siega, yo el que hice caer la lluvia en una ciudad sí y en otra no; y mientras la lluvia empapaba un campo, otro, al carecer de agua, se secaba. Ibais de ciudad en ciudad buscando agua sin que lograseis apagar la sed; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor. Os golpeé con tizón y con añublo, agosté vuestros huertos y viñedos; devoró la langosta higueras y olivares; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor. Desencadené sobre vosotros una peste como la que desencadené sobre Egipto; pasé a filo de espada a vuestros jóvenes; me llevé como botín vuestros caballos y el hedor de los cadáveres inundó vuestros campamentos; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor. Os destruí como a Sodoma y Gomorra, y quedasteis como tizón arrancado del fuego; pero seguís sin convertiros a mí, —oráculo del Señor. Pues bien, mira cómo te voy a tratar, Israel; y porque voy a tratarte así, disponte a encontrarte con tu Dios. Porque él es quien formó los montes y dio existencia a los vientos; él es quien revela al ser humano sus proyectos, quien cambia las tinieblas en aurora y camina sobre las cumbres de la tierra. Su nombre es el Señor, Dios del universo.
AMÓS 4:1-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Escuchad esto, vacas de Basán, flor y nata de Samaria, que oprimís a los pobres, maltratáis a los necesitados y ordenáis a vuestros maridos que os traigan vino para beber. Dios el Señor juró por su santidad: “Vienen días en que a vosotras se os llevarán con ganchos, y vuestros hijos serán enganchados con anzuelos. Tendréis que salir por las brechas, en fila, y os arrojarán al monte Hermón.” El Señor lo afirma. “Id a Betel y a Guilgal; ¡pecad, aumentad vuestras rebeliones! Llevad vuestros sacrificios por la mañana y vuestros diezmos cada tercer día. Quemad panes sin levadura en ofrenda de gratitud y anunciad por todas partes vuestras ofrendas voluntarias, ya que eso es lo que os encanta.” El Señor lo afirma. “Yo hice que pasarais hambre en todas vuestras ciudades; yo hice que os faltara comida en todos vuestros poblados, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma. “También hice que os faltara la lluvia durante tres meses antes de la cosecha. En una ciudad hice llover y en otra no; en un campo llovió y otro se secó por falta de agua; de ciudad en ciudad iba la gente en busca de agua, y no encontraba bastante para calmar su sed, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma. “Os azoté con vientos calurosos y con plagas, hice que se marchitaran vuestros huertos y viñedos, la langosta devoró vuestras higueras y vuestros olivos, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma. “Os mandé una plaga como las que envié sobre Egipto; hice morir a vuestros jóvenes en los campos de batalla y dejé que el enemigo se adueñara de vuestros caballos; os hice oler la peste de los muertos en los campamentos, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma. “Os destruí con una catástrofe como la que mandé sobre Sodoma y Gomorra; parecíais una brasa sacada del fuego, ¡pero no os volvisteis a mí!” El Señor lo afirma. “Por eso, Israel, voy a hacer lo mismo contigo; y porque voy a hacerlo, ¡prepárate para encontrarte con tu Dios!” El Señor, el que forma las montañas y crea el viento, el que da a conocer sus planes al hombre, el que convierte la luz en oscuridad, el que recorre las regiones más altas de la tierra, el Señor, el Dios todopoderoso: ese es su nombre.
AMÓS 4:1-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Oíd esta palabra, vacas de Basán, que vivís en el monte de Samaria, que oprimís a los desvalidos y maltratáis a los necesitados, que decís a vuestros esposos: «¡Traednos de beber!» El SEÑOR omnipotente ha jurado por su santidad: «Vendrán días en que hasta la última de vosotras será arreada con garfios y arpones. Una tras otra saldréis por las brechas del muro, y hacia Hermón seréis expulsadas —afirma el SEÑOR—. »Id a Betel y pecad; id a Guilgal y seguid pecando. Ofreced vuestros sacrificios por la mañana, y al tercer día vuestros diezmos. Quemad pan leudado como ofrenda de gratitud y proclamad ofrendas voluntarias. Hacedlo saber a todos, israelitas; ¡eso es lo que a vosotros os encanta! —afirma el SEÑOR omnipotente—. »Yo os hice pasar hambre en todas vuestras ciudades, y os privé de pan en todos vuestros poblados. Con todo, vosotros no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—. »Yo os retuve la lluvia cuando aún faltaban tres meses para la cosecha. En una ciudad hacía llover, pero en otra, no; una parcela recibía lluvia, mientras que otra, no, y se secó. Vagando de ciudad en ciudad, iba la gente en busca de agua, pero no calmaba su sed. Con todo, vosotros no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—. »Castigué vuestros campos con plagas y sequía; la langosta devoró vuestros huertos y viñedos, vuestras higueras y olivares. Con todo, no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—. »Os mandé plagas como las de Egipto. Pasé por la espada a vuestros mejores jóvenes, junto con los caballos capturados. Hice que llegara hasta vuestras propias narices el hedor de los cadáveres. Con todo, no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—. »Yo os envié destrucción como la de Sodoma y Gomorra; ¡quedasteis como tizones arrebatados del fuego! Con todo, vosotros no os volvisteis a mí —afirma el SEÑOR—. »Por eso, Israel, voy a actuar contra ti; y, como voy a hacerlo, ¡prepárate, Israel, para encontrarte con tu Dios!» He aquí el que forma las montañas, el que crea el viento, el que revela al hombre sus designios, el que convierte la aurora en tinieblas, el que marcha sobre las alturas de la tierra: su nombre es el SEÑOR Dios Todopoderoso.