AMÓS 7:1-9
AMÓS 7:1-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
Esto me ha mostrado el Señor: Él criaba langostas cuando comenzaba a crecer el heno tardío, el heno tardío que viene después de las cosechas del rey. Y aconteció que cuando acabaron de comer la hierba de la tierra, yo dije: «Señor, por favor, perdona ahora a Jacob. ¿Cómo podrá resistir Jacob, siendo como es tan pequeño?». Se arrepintió el Señor de esto: «No será», dijo el Señor. El Señor me ha mostrado esto: el Señor llamaba al fuego para juzgar; y el fuego consumió el gran abismo y también una parte de la tierra. Y dije: «Señor, detente, por favor; pues ¿cómo podrá resistir Jacob, siendo como es tan pequeño?». Se arrepintió el Señor de esto: «No será esto tampoco», dijo el Señor. Me ha mostrado también esto: El Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano tenía una plomada de albañil. El Señor entonces me preguntó: —¿Qué ves, Amós? Yo respondí: —Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: —Yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Los lugares altos de Isaac serán destruidos, los santuarios de Israel serán asolados y me levantaré con espada sobre la casa de Jeroboam.
AMÓS 7:1-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Esto me mostró el Señor Dios: comenzaba a crecer la hierba, la que brota a continuación de la que se corta para el rey, cuando [Dios] preparó una plaga de langostas. Al verlas dispuestas a devorar toda la hierba del país, dije: «Perdona, te lo ruego, Señor mi Dios, pues, ¿cómo podrá resistir Jacob, siendo como es tan pequeño?». Se arrepintió de ello el Señor y dijo: «Eso no sucederá» —aseguró el Señor. El Señor Dios me mostró otra visión: convocaba el Señor Dios a un juicio por fuego; [el fuego] había devorado al gran abismo y amenazaba con devorar al territorio. Entonces dije: «Señor Dios, detente, te lo pido por favor; pues, ¿cómo podrá resistir Jacob, siendo como es tan pequeño?». Se arrepintió de ello el Señor y dijo: «Tampoco eso sucederá» —aseguró el Señor Dios. [El Señor] me mostró otra visión: estaba mi Dios sobre una muralla, sosteniendo con la mano una plomada. El Señor preguntó: «¿Qué ves Amós?». Yo respondí: «Veo una plomada». Entonces mi Dios replicó: «Pues yo aplicaré una plomada a Israel y no le toleraré [un pecado] más. Serán devastados los altozanos de Isaac, arrasados los santuarios de Israel; entonces pelearé espada en mano contra la dinastía de Jeroboán».
AMÓS 7:1-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Esto me mostró el Señor: Cuando apenas comenzaba a brotar la siembra tardía, la que se hace después de la cosecha del rey, vi al Señor creando langostas. Y cuando las langostas ya estaban comiéndose hasta la última hierba, dije: –¡Señor, perdónanos! ¿Cómo va a resistir tu pueblo Jacob, si es tan pequeño? Entonces el Señor desistió de su propósito y dijo: –¡Eso no sucederá! Esto me mostró el Señor: Le vi enviar como castigo un fuego abrasador, que secó por completo el gran mar profundo y que estaba acabando también con los campos. Yo dije: –¡Deténte, Señor, por favor! ¿Cómo va a resistir tu pueblo Jacob, si es tan pequeño? Entonces el Señor desistió de su propósito y dijo: –¡Tampoco esto sucederá! El Señor me mostró también esto: Estaba él junto a un muro y tenía en la mano una plomada de albañil, y me preguntó: –¿Qué ves, Amós? –Una plomada de albañil –respondí. Entonces me dijo: –Pues con esta plomada de albañil voy a ver cómo es de recta la conducta de mi pueblo Israel. No le voy a perdonar ni una vez más. Los santuarios de Isaac serán destruidos y los templos de Israel quedarán en ruinas. ¡Alzaré la espada contra la familia de Jeroboam!
AMÓS 7:1-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El SEÑOR omnipotente me mostró esta visión: Empezaba a crecer la hierba después de la siega que corresponde al rey, y vi al Señor preparando enjambres de langostas. Cuando las langostas acababan con la hierba de la tierra, exclamé: ―¡SEÑOR mi Dios, te ruego que perdones a Jacob! ¿Cómo va a sobrevivir, si es tan pequeño? Entonces el SEÑOR se compadeció y dijo: ―Esto no va a suceder. El SEÑOR omnipotente me mostró entonces otra visión: Vi al SEÑOR llamar a juicio con un fuego que devoraba el gran abismo y consumía los campos. Y exclamé: ―¡Detente, SEÑOR mi Dios, te lo ruego! ¿Cómo sobrevivirá Jacob, si es tan pequeño? Entonces el SEÑOR se compadeció y dijo: ―Esto tampoco va a suceder. El Señor me mostró otra visión: Estaba él de pie junto a un muro construido a plomo, y tenía una cuerda de plomada en la mano. Y el SEÑOR me preguntó: ―¿Qué ves, Amós? ―Una cuerda de plomada —respondí. Entonces el Señor dijo: ―Mira, voy a tirar la plomada en medio de mi pueblo Israel; no volveré a perdonarlo. »Los altares paganos de Isaac serán destruidos, y arruinados los santuarios de Israel; me levantaré con espada contra el palacio de Jeroboán».