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COLOSENSES 3:12-25

COLOSENSES 3:12-25 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que os toleréis unos a otros y os perdonéis si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor os perdonó, perdonad también vosotros. Por encima de todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Que gobierne en vuestros corazones la paz de Cristo, a la cual fuisteis llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. Que habite en vosotros la palabra de Cristo con toda su riqueza: instruíos y aconsejaos unos a otros con toda sabiduría; cantad salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagáis, de palabra o de obra, hacedlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. Esposas, someteos a vuestros esposos, como conviene en el Señor. Esposos, amad a vuestras esposas y no seáis duros con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que se desanimen. Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no solo cuando ellos os estén mirando, como si vosotros quisierais ganaros el favor humano, sino con integridad de corazón y por respeto al Señor. Hagáis lo que hagáis, trabajad de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor os recompensará con la herencia. Vosotros servís a Cristo el Señor. El que hace el mal pagará por su propia maldad, y en esto no hay favoritismos.

COLOSENSES 3:12-25 Reina Valera 2020 (RV2020)

Por tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vestíos de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. Del mismo modo que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Que en vuestros corazones reine la paz de Dios, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda sabiduría. Cantad al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con corazones agradecidos. Y todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, y dad gracias a Dios Padre por medio de él. Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis duros con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no solo cuando os ven, como los que quieren agradar a la gente, sino con corazón sincero, por temor a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no como para la gente. Pues ya sabéis que del Señor recibiréis la herencia como recompensa, porque a Cristo el Señor servís. Pero el que hace lo malo recibirá el pago del mal que haya cometido, porque no hay acepción de personas.

COLOSENSES 3:12-25 La Palabra (versión española) (BLP)

Sois elegidos de Dios; él os ha consagrado y os ha otorgado su amor. Sed, pues, profundamente compasivos, benignos, humildes, pacientes y comprensivos. Soportaos mutuamente y, así como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros, cuando alguno tenga quejas contra otro. Y, por encima de todo, practicad el amor, que todo lo vuelve perfecto. Que la paz de Cristo reine en vuestras vidas; a ella os ha llamado Dios para formar un solo cuerpo. Y sed agradecidos. Que el mensaje de Cristo os llene con toda su riqueza y sabiduría para que seáis maestros y consejeros los unos de los otros, cantando a Dios salmos, himnos y canciones inspiradas con un corazón profundamente agradecido. En fin, cuanto hagáis o digáis, hacedlo todo en nombre de Jesús, el Señor, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Esposas, respetad la autoridad de vuestros maridos; tal es vuestro deber como cristianas. Maridos, amad a vuestras mujeres y nunca las tratéis con aspereza. Vosotros, hijos, obedeced a vuestros padres sin reservas, pues eso es lo que agrada al Señor. Por vuestra parte, padres, educad con tacto a vuestros hijos, para que no se desalienten. Esclavos, acatad en todo momento las órdenes de los amos temporales. No como alguien que se siente vigilado o en plan adulador, sino con la nobleza de los que honran al Señor. Poned el corazón en lo que hagáis, como si lo hicierais para el Señor y no para gente mortal. Sabed que el Señor os dará la herencia eterna como premio y que sois esclavos de Cristo, el Señor. En cuanto al que se comporte mal, Dios le dará su merecido sin favoritismo alguno.

COLOSENSES 3:12-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Dios os ama y os ha escogido para que pertenezcáis a su pueblo. Vivid, pues, revestidos de verdadera compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Tened paciencia unos con otros y perdonaos si alguno tiene una queja contra otro. Así como el Señor os perdonó, perdonad también vosotros. Sobre todo revestíos de amor, que es el perfecto lazo de unión. Y que la paz de Cristo dirija vuestros corazones, porque con este propósito os llamó Dios a formar un solo cuerpo. Y sed agradecidos. Que el mensaje de Cristo esté siempre presente en vuestro corazón. Instruíos y animaos unos a otros con toda sabiduría. Con profunda gratitud cantad a Dios salmos, himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hagáis o digáis, hacedlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Mujeres, someteos a vuestros maridos, pues ese es vuestro deber como creyentes en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres y no las tratéis con aspereza. Hijos, obedeced en todo a vuestros padres, porque esto agrada al Señor. Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se desanimen. Esclavos, obedeced en todo a quienes aquí en la tierra son vuestros amos; y no solamente cuando os estén mirando, para quedar bien con ellos, sino con corazón sincero, por temor al Señor. Todo lo que hagáis, hacedlo de buena gana, como si estuvierais sirviendo al Señor y no a los hombres. Ya sabéis que, como recompensa, el Señor os dará parte en la herencia, porque vosotros servís a Cristo, que es vuestro verdadero Señor. Pero quien hace lo malo recibirá el pago del mal que ha hecho, porque Dios juzga con imparcialidad.