DANIEL 4:2-8
DANIEL 4:2-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son sus señales y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino eterno; su señorío, de generación en generación. Yo, Nabucodonosor, estaba en mi palacio, tranquilo y lleno de prosperidad. Tuve un sueño que me espantó; tendido en la cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto mandé que vinieran ante mí todos los sabios de Babilonia para que me dieran la interpretación del sueño. Y vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les conté el sueño, pero no me pudieron dar su interpretación, hasta que se presentó ante mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y en quien mora el espíritu de los dioses santos. Conté delante de él el sueño, de esta manera
DANIEL 4:2-8 La Palabra (versión española) (BLP)
tuve un sueño que me preocupó; las visiones que pasaron por mi mente mientras dormía llegaron a alarmarme. Di entonces la orden de que trajeran a mi presencia a todos los sabios de Babilonia, con la intención de que me proporcionaran la interpretación del sueño. Así pues, se presentaron magos, adivinos, astrólogos y hechiceros, y les relaté mi sueño, pero no supieron dar con su interpretación. Al final se presentó ante mí Daniel, apodado Baltasar en referencia al nombre de mi dios y partícipe del espíritu de los dioses santos. Y yo le relaté mi sueño: —Baltasar, jefe de los magos, sé que posees el espíritu de los dioses santos y que no hay misterios para ti. Escucha el sueño que he tenido e interprétalo. En las visiones que pasaban por mi mente mientras dormía, contemplé lo siguiente: Había un árbol enorme en el centro mismo de la tierra. El árbol creció corpulento, su copa llegaba al cielo, visible desde toda la tierra.
DANIEL 4:2-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Quiero que todos sepan las cosas tan maravillosas que el Dios altísimo ha hecho conmigo. ¡Qué grandes son sus prodigios y milagros! Su reino durará por siempre y su poder se mantendrá de generación en generación. “Yo, Nabucodonosor, vivía tranquilo en mi palacio y disfrutaba de gran prosperidad; pero una noche, estando acostado, tuve un sueño que me espantó, y pensamientos y visiones que me llenaron de terror. Entonces ordené que vinieran a verme todos los sabios de Babilonia, para que me explicaran el significado del sueño. Vinieron todos los magos, adivinos, sabios y astrólogos de Babilonia, y yo les conté el sueño, pero no pudieron decirme lo que significaba. Por último se presentó Daniel, llamado también Beltsasar en honor a mi dios, y cuya vida está guiada por el espíritu del Dios santo, y le conté mi sueño de la siguiente manera
DANIEL 4:2-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Me es grato daros a conocer las señales y maravillas que el Dios Altísimo ha realizado en mi favor. ¡Cuán grandes son sus señales! ¡Cuán portentosas son sus maravillas! ¡Su reino es un reino eterno! ¡Su soberanía permanece de generación en generación! Yo, Nabucodonosor, estaba en mi palacio, feliz y lleno de prosperidad, cuando tuve un sueño que me infundió miedo. Recostado en mi lecho, las imágenes y visiones que pasaron por mi mente me llenaron de terror. Ordené entonces que vinieran a mi presencia todos los sabios de Babilonia para que me interpretaran el sueño. Cuando llegaron los magos, hechiceros, astrólogos y adivinos, les conté mi sueño, pero no me lo pudieron interpretar. Finalmente Daniel, que en honor a mi dios también se llama Beltsasar, se presentó ante mí y le conté mi sueño, pues en él reposa el espíritu de los santos dioses.