DEUTERONOMIO 10:12-21
DEUTERONOMIO 10:12-21 Reina Valera 2020 (RV2020)
Ahora, pues, Israel, ¿qué pide de ti el Señor, tu Dios, sino que temas al Señor, tu Dios, que andes en todos sus caminos, que ames y sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, que guardes los mandamientos del Señor y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? Del Señor, tu Dios, son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todas las cosas que hay en ella. Sin embargo, solamente de tus padres se agradó el Señor y los amó; y después de ellos escogió su descendencia, a vosotros, de entre todos los pueblos, como sucede hoy. Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no seáis tercos. Porque el Señor, vuestro Dios, es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni recibe sobornos, que hace justicia al huérfano y a la viuda, que ama también al extranjero y le da pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero, porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Al Señor, tu Dios, temerás, a él solo servirás, a él seguirás y en su nombre jurarás. Él es el objeto de tu alabanza y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.
DEUTERONOMIO 10:12-21 La Palabra (versión española) (BLP)
Y ahora, Israel, ¿qué es lo que demanda de ti el Señor tu Dios? Solamente que lo respetes y sigas todos sus caminos; que lo ames y rindas culto al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos del Señor que yo te prescribo hoy, para que seas dichoso. Del Señor tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, de quien se enamoró el Señor fue de tus antepasados; los amó, y después de ellos escogió a su descendencia, o sea a vosotros, entre todos los pueblos, como hoy podemos ver. Por eso, abrid vuestro corazón a Dios y no seáis tercos; el Señor vuestro Dios es Dios supremo y soberano Señor; es el Dios grande, fuerte y temible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos, que defiende la causa de la viuda y del huérfano, y muestra su amor por el inmigrante proveyéndole de pan y vestido. Mostrad vosotros también amor por el inmigrante, porque también vosotros fuisteis extranjeros en el país de Egipto. Respetarás al Señor tu Dios y a él solo adorarás; serás fiel a él y solo en su nombre jurarás. Solo a él debes alabar porque él es tu Dios, que hizo por ti las proezas y maravillas que tú mismo presenciaste.
DEUTERONOMIO 10:12-21 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Y ahora, israelitas, ¿qué pide de vosotros el Señor vuestro Dios? Solamente que le honréis y sigáis todos sus caminos; que le améis y le adoréis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, y que cumpláis sus mandamientos y sus leyes, para que os vaya bien. Tened en cuenta que del Señor vuestro Dios son los cielos y lo que está por encima de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, el Señor prefirió a vuestros antepasados y los amó, y después escogió a sus descendientes, que sois vosotros, de entre todos los demás pueblos, tal como se puede ver hoy. “Poned en vuestro corazón la marca del pacto y no sigáis siendo tercos, porque el Señor vuestro Dios es el Dios de dioses y el Señor de señores; él es el Dios soberano, poderoso y terrible, que no hace distinciones ni se deja comprar con regalos; que hace justicia al huérfano y a la viuda, y que ama y da alimento y vestido al extranjero que vive entre vosotros. Amad, pues, al extranjero, porque también vosotros fuisteis extranjeros en Egipto. “Honrad al Señor vuestro Dios y adoradle solo a él; sedle fieles, y cuando hayáis de hacer un juramento, hacedlo en su nombre. Porque él es el motivo de vuestra alabanza; él es vuestro Dios, que ha hecho por vosotros estas cosas grandes y maravillosas que habéis visto.
DEUTERONOMIO 10:12-21 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Y ahora, Israel, ¿qué te pide el SEÑOR tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien. »Al SEÑOR tu Dios le pertenecen los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella. Sin embargo, él se encariñó con tus antepasados y los amó; y a ti, que eres su descendencia, te eligió de entre todos los pueblos, como vemos hoy. Por eso, despójate de lo pagano que hay en tu corazón, y ya no seas terco. Porque el SEÑOR tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores; él es el gran Dios, poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos. Él defiende la causa del huérfano y de la viuda, y muestra su amor por el extranjero, proveyéndole ropa y alimentos. Así mismo debes tú mostrar amor por los extranjeros, porque también tú fuiste extranjero en Egipto. Teme al SEÑOR tu Dios y sírvele. Aférrate a él y jura solo por su nombre. Él es el motivo de tu alabanza; él es tu Dios, el que hizo en tu favor las grandes y maravillosas hazañas que tú mismo presenciaste.