DEUTERONOMIO 30:1-10
DEUTERONOMIO 30:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Cuando recibas todas estas bendiciones o sufras estas maldiciones de las que te he hablado, y las recuerdes en cualquier nación por donde el SEÑOR tu Dios te haya dispersado; y cuando tú y tus hijos os volváis al SEÑOR tu Dios y le obedezcáis con todo el corazón y con toda el alma, tal como hoy te lo ordeno, entonces el SEÑOR tu Dios restaurará tu buena fortuna y se compadecerá de ti. ¡Volverá a reunirte de todas las naciones por donde te haya dispersado! Aunque te encuentres desterrado en el lugar más distante de la tierra, desde allí el SEÑOR tu Dios te traerá de vuelta, y volverá a reunirte. Te hará volver a la tierra que perteneció a tus antepasados, y tomarás posesión de ella. Te hará prosperar, y tendrás más descendientes que los que tuvieron tus antepasados. El SEÑOR tu Dios quitará lo pagano que haya en tu corazón y en el de tus descendientes, para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y así tengas vida. Además, el SEÑOR tu Dios hará que todas estas maldiciones caigan sobre tus enemigos, los cuales te odian y persiguen. Y tú volverás a obedecer al SEÑOR y a cumplir todos sus mandamientos, tal como hoy te lo ordeno. Entonces el SEÑOR tu Dios te bendecirá con mucha prosperidad en todo el trabajo de tus manos y en el fruto de tu vientre, en las crías de tu ganado y en las cosechas de tus campos. El SEÑOR se complacerá de nuevo en tu bienestar, así como se deleitó en la prosperidad de tus antepasados, siempre y cuando obedezcas al SEÑOR tu Dios y cumplas sus mandamientos y preceptos, escritos en este libro de la ley, y te vuelvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
DEUTERONOMIO 30:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Sucederá que cuando hayan venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, te arrepientas en medio de todas las naciones adonde te haya arrojado el Señor, tu Dios, te conviertas al Señor, tu Dios, y obedezcas a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, entonces el Señor hará volver a tus cautivos, tendrá misericordia de ti y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te haya esparcido el Señor, tu Dios. Aunque tus desterrados estén en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá el Señor, tu Dios, y de allá te tomará. El Señor, tu Dios, te hará volver a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; te hará bien y te multiplicará más que a tus padres. Y circuncidará el Señor, tu Dios, tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. Pondrá el Señor, tu Dios, todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre los que te persiguieron con odio. Tú te convertirás, escucharás la voz del Señor y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. Entonces el Señor, tu Dios, te hará prosperar en toda la obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia y en el fruto de tu tierra, para bien; porque el Señor volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, cuando obedezcas a la voz del Señor, tu Dios, y guardes sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te conviertas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma.
DEUTERONOMIO 30:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando se cumplan en ti todas estas cosas —la bendición y la maldición de las que te he hablado— y las recuerdes en cualquier nación por donde el Señor tu Dios te haya dispersado, si te vuelves al Señor tu Dios, tú y tus hijos, con todo tu corazón y toda tu alma, tal como hoy te lo ordeno, entonces el Señor tu Dios, compadecido de ti, cambiará tu suerte y te volverá a reunir de entre todos los pueblos por donde te había dispersado. Aunque tus desterrados se encuentren en los lugares más distantes de la tierra, hasta allí llegará el Señor tu Dios para reunirte y traerte de vuelta. Y te hará volver a la tierra que perteneció a tus padres y volverás a poseerla; te hará prosperar y te multiplicará más que a tus antepasados. El Señor tu Dios te dará un corazón fiel a ti y a tus descendientes, para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y así tengas vida. Además, el Señor tu Dios hará caer todas estas maldiciones sobre tus enemigos que te persiguieron con saña. Y tú obedecerás de nuevo al Señor y pondrás en práctica todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy. El Señor tu Dios hará que todo lo que hagas prospere: multiplicará el fruto de tu vientre, las crías de tu ganado y las cosechas de tus campos. El Señor volverá a alegrarse contigo de tu prosperidad, así como se deleitaba con tus antepasados, siempre y cuando obedezcas al Señor tu Dios, cumplas los estatutos y mandamientos escritos en este libro de la ley, y te vuelvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
DEUTERONOMIO 30:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Cuando os sobrevenga todo lo que os he anunciado, la bendición y la maldición que os he dado a elegir, y reflexionéis sobre ellas en las naciones donde el Señor vuestro Dios os arroje, si os volvéis al Señor y le obedecéis de todo corazón y con toda vuestra alma, vosotros y vuestros hijos, como yo os lo ordeno ahora, entonces el Señor vuestro Dios cambiará vuestra suerte y os tendrá compasión. Os reunirá otra vez de entre los países adonde antes os arrojó, y aunque vuestros desterrados estén esparcidos por los lugares más lejanos del mundo, de allí os hará venir el Señor vuestro Dios y hasta allí irá a buscaros. El Señor os hará volver de nuevo al país que vuestros antepasados ocuparon, y vosotros volveréis a ocuparlo; os hará prosperar y os dará más hijos que a vuestros antepasados. Pondrá la marca del pacto en vuestro corazón y en el de vuestros descendientes, para que le améis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, a fin de que tengáis vida. El Señor vuestro Dios hará caer todas estas maldiciones sobre vuestros enemigos y sobre los que os persiguieron con odio, y vosotros os volveréis al Señor y le obedeceréis, y pondréis en práctica todos los mandamientos que yo os ordeno hoy. Entonces el Señor os hará prosperar en todo lo que hagáis, y en hijos, crías de ganado y cosechas; sí, el Señor vuestro Dios volverá a complacerse en haceros bien, como antes se complacía en hacerlo a vuestros antepasados, si es que obedecéis al Señor vuestro Dios y cumplís sus mandamientos y leyes escritos en este libro de la ley, y os volvéis a él con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.