DEUTERONOMIO 32:15-18
DEUTERONOMIO 32:15-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero engordó Jesurún, y tiró coces (engordaste, te cubriste de grasa); entonces abandonó al Dios que lo había hecho y menospreció la Roca de su salvación. Provocaron sus celos con dioses ajenos, y su ira con abominaciones. Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; a dioses que no habían conocido, a nuevos dioses venidos de cerca, que no habían temido vuestros padres. De la Roca que te había creado te olvidaste; te has olvidado de Dios, tu creador.
DEUTERONOMIO 32:15-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Pero engordó Jesurún y se sacudió la carga. ¡Sí, engordaste, te pusiste rollizo te hiciste corpulento! Abandonó al Dios que lo creó, y despreció a su Roca salvadora. Provocaron sus celos con dioses extraños, lo enojaron con abominaciones. Ofrecieron sacrificios a demonios que no son Dios; a dioses que no habían conocido, a dioses nuevos, recién llegados, a quienes sus antepasados no adoraron. Despreciaste a la Roca que te engendró; olvidaste al Dios que te dio la vida.
DEUTERONOMIO 32:15-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Pero engordó Jesurún y dio coces (tanto engordó, que brillaba de grasa), y abandonó a Dios, su creador; despreció a su protector y salvador. Provocaron los celos y la ira de Dios al adorar ídolos repugnantes; ofrecieron sacrificios a demonios, a dioses falsos que nunca antes conocieron; dioses nuevos, recién llegados, a los que jamás vuestros padres dieron culto. “Olvidaste, Israel, a tu padre y protector; olvidaste al Dios que te dio la vida.
DEUTERONOMIO 32:15-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Jesurún engordó y pateó; se hartó de comida, y se puso corpulento y rollizo. Abandonó al Dios que le dio vida y rechazó a la Roca, su Salvador. Lo provocó a celos con dioses extraños y lo hizo enojar con sus ídolos detestables. Ofreció sacrificios a los demonios, que no son Dios; dioses que no había conocido, dioses recién aparecidos, dioses no honrados por sus padres. ¡Desertaste de la Roca que te engendró! ¡Olvidaste al Dios que te dio vida!