EFESIOS 1:1-10
EFESIOS 1:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Pablo, apóstol de Jesucristo por designio de Dios, a los miembros del pueblo de Dios que residen en Éfeso y creen en Cristo Jesús. Que Dios, nuestro Padre, y Jesucristo, el Señor, os concedan gracia y paz. Alabemos a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por medio de Cristo nos ha bendecido con toda suerte de bienes espirituales y celestiales. Él nos ha elegido en la persona de Cristo antes de crear el mundo, para que nos mantengamos sin mancha ante sus ojos, como corresponde a consagrados a él. Amorosamente nos ha destinado de antemano, y por pura iniciativa de su benevolencia, a ser adoptados como hijos suyos mediante Jesucristo. De este modo, la bondad tan generosamente derramada sobre nosotros por medio de su Hijo querido, se convierte en himno de alabanza a su gloria. Con la muerte de su Hijo, y en virtud de la riqueza de su bondad, Dios nos libera y nos perdona los pecados. ¡Qué derroche de gracia sobre nosotros, al llenarnos de sabiduría e inteligencia y darnos a conocer sus designios más secretos! Los designios que benévolamente había decidido realizar por medio de Cristo, llevando la historia a su punto culminante y haciendo que todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, recuperen en Cristo su unidad.
EFESIOS 1:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles hermanos en Cristo Jesús que están en Éfeso: Gracia y paz a vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por medio de Cristo nos bendijo con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales. Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. Por su amor nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, porque así lo quiso, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. En él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Y esto es posible por las riquezas de su gracia, que derramó abundantemente sobre nosotros llenándonos de toda sabiduría y entendimiento. Él, porque así lo quiso, nos dio a conocer el misterio de su voluntad, que de antemano tenía establecido para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo señalado: reunir en Cristo todas las cosas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra.
EFESIOS 1:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los que en la ciudad de Éfeso forman parte del pueblo santo y por la fe están unidos a Cristo Jesús. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre vosotros. Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues en nuestra unión con Cristo nos ha bendecido en los cielos con toda clase de bendiciones espirituales. Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para estar en su presencia santos y sin falta. Por su amor nos destinó a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, conforme a lo que se había propuesto en su voluntad. Por esta causa alabamos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo. En su gran amor, Dios nos ha liberado por la sangre que su Hijo derramó, y ha perdonado nuestros pecados. Dios nos ha mostrado su amor dándonos toda sabiduría y entendimiento, y nos ha hecho conocer su designio secreto, o sea el plan que él mismo se había propuesto llevar a cabo. Según este plan, que se cumplirá fielmente a su debido tiempo, Dios va a unir bajo el gobierno de Cristo todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra.
EFESIOS 1:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso: Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz. Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado. En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia que Dios nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento. Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo, para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo, esto es, reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra.