ESTER 1:3-7
ESTER 1:3-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
En el tercer año de su reinado, ofreció un banquete a todos sus príncipes y cortesanos; invitó también a los más poderosos de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias, para mostrarles el esplendor de la gloria de su reino y el brillo y la magnificencia de su poder durante ciento ochenta días, lo cual es mucho tiempo. Cumplidos estos días, ofreció el rey otro banquete durante siete días en el patio del huerto del palacio real a todo el pueblo que había en Susa, capital del reino, desde el mayor hasta el menor. El pabellón era blanco, verde y azul, sostenido por cuerdas de lino y púrpura, en anillas de plata sujetas a columnas de mármol; los reclinatorios eran de oro y de plata, sobre un suelo de pórfido y de mármol, de alabastro y de jacinto. Se bebía en vasos de oro, diferentes unos de otros, y el vino real corría en abundancia, como corresponde a la generosidad de un rey.
ESTER 1:3-7 La Palabra (versión española) (BLP)
En el tercer año de su reinado ofreció un banquete a todos sus oficiales y altos funcionarios. Los jefes del ejército de los persas y los medos, los nobles y los gobernadores de las provincias se dieron cita allí. Durante muchos días, más de ciento ochenta, hizo ostentación de las riquezas de su reino y del magnífico esplendor de su grandeza. Pasado ese tiempo, el rey ofreció en el patio de los jardines reales un banquete de siete días al que invitó a toda la población, ricos y pobres por igual, que se hallaba en la ciudadela de Susa. Cortinas blancas y violetas, atadas con cordones de lino blanco y púrpura violeta a unas anillas de plata, pendían de columnas de mármol blanco; sobre un pavimento de mosaico realizado con malaquita, alabastro, nácar y mármoles de colores, había divanes de oro y plata. En copas de oro de las más diversas formas se servía el vino real, el cual corría a raudales, como cabía esperar de la generosidad de un rey.
ESTER 1:3-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En el tercer año de su reinado, el rey Asuero dio una fiesta en honor de todos los funcionarios y colaboradores del gobierno, de los jefes del ejército persa y medo, y de los gobernadores y jefes de las provincias, con el fin de mostrarles la riqueza y grandeza de su reino y el extraordinario esplendor de su poderío. La fiesta duró medio año, al cabo del cual el rey dio otra fiesta que duró siete días, en el patio del jardín del palacio real. Todos los que vivían en la ciudadela de Susa fueron invitados, tanto si eran personas importantes como si no lo eran. El patio estaba adornado con finas cortinas blancas y azules, sujetas a unas columnas de mármol y sostenidas por cordones de lino color púrpura que pasaban por unas anillas de plata. También habían puesto divanes de oro y plata, y el suelo estaba embaldosado con piedras preciosas y nácar, y con mármol blanco y negro. Las bebidas se servían en copas de oro, cada una de diferente forma, y el vino corría en abundancia, como corresponde a la generosidad de un rey.
ESTER 1:3-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En el tercer año de su reinado ofreció un banquete para todos sus funcionarios y servidores, al que asistieron los jefes militares de Persia y Media, y los magistrados y los gobernadores de las provincias, y durante ciento ochenta días les mostró la enorme riqueza de su reino y la esplendorosa gloria de su majestad. Pasado este tiempo, el rey ofreció otro banquete, que duró siete días, para todos los que se encontraban en la ciudadela de Susa, tanto los más importantes como los de menor importancia. Este banquete tuvo lugar en el jardín interior de su palacio, el cual lucía cortinas blancas y azules, sostenidas por cordones de lino blanco y tela púrpura, los cuales pasaban por anillos de plata sujetos a columnas de mármol. También había sofás de oro y plata sobre un piso de mosaicos de pórfido, mármol, madreperla y otras piedras preciosas. En copas de oro de las más variadas formas se servía el vino real, el cual corría a raudales, como era de esperarse del rey.