ESTER 5:1-3
ESTER 5:1-3 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aconteció que al tercer día se puso Ester su vestido real, y entró al patio interior de la casa del rey, frente al aposento del monarca; y estaba este sentado en su trono dentro del aposento real, frente a la puerta. Cuando el rey vio a la reina Ester que estaba en el patio, la miró complacido, y le extendió el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces, se acercó Ester y tocó la punta del cetro. Dijo el rey: —¿Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.
ESTER 5:1-3 La Palabra (versión española) (BLP)
Pasados los tres días, Ester se puso sus vestiduras reales y entró en el patio interior del palacio, que era visible desde el salón del trono. Allí estaba el rey sentado en su trono real, frente a la puerta de entrada. Cuando el rey vio a Ester en el patio le agradó su compañía y extendió hacia ella el cetro de oro que llevaba en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro. El rey preguntó a Ester: —¿Qué te ocurre reina Ester? ¡Dime lo que deseas, y lo tendrás; aunque sea la mitad de mi reino!
ESTER 5:1-3 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Al tercer día, Ester se puso sus vestiduras reales y entró en el patio interior del palacio, frente a la sala del rey. El rey estaba sentado allí en su trono real, frente a la puerta de entrada. Cuando vio a la reina Ester de pie en el patio, se mostró complacido con ella y le extendió el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro. El rey le preguntó: ―¿Qué te pasa, reina Ester? ¿Cuál es tu petición? ¡Aun cuando fuera la mitad del reino, te la concedería!
ESTER 5:1-3 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Tres días después, Ester se puso sus vestiduras reales y entró en el patio interior del palacio, deteniéndose ante la sala en la que el rey estaba sentado en su trono, frente a la puerta. En cuanto el rey vio a la reina Ester en el patio, se mostró cariñoso con ella y extendió hacia ella el cetro de oro que llevaba en la mano. Ester se acercó y tocó el extremo del cetro. El rey le preguntó: –¿Qué te pasa, reina Ester? ¿Qué deseas? ¡Aun si me pides la mitad de mi reino, te la concederé! Ester respondió