ÉXODO 12:3-11
ÉXODO 12:3-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Decid a toda la congregación de Israel: El día diez de este mes tomará cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo entero, que se junte con sus vecinos más cercanos teniendo en cuenta el número de comensales y la porción de cordero que cada uno pueda comer. El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. Lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel al atardecer de ese día. Tomarán de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas donde lo vayan a comer. Esa noche comerán la carne asada al fuego, acompañada de hierbas amargas y panes sin levadura. Ninguna cosa comeréis de él cruda ni cocida en agua, sino asada al fuego; comeréis también su cabeza, sus patas y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis para el día siguiente; si queda algo, lo quemaréis en el fuego. Lo habéis de comer así: ceñidos con un cinto, con vuestros pies calzados y con el bastón en la mano; y lo comeréis apresuradamente. Es la Pascua del Señor.
ÉXODO 12:3-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Decid a toda la comunidad de Israel: el diez de este mes cada uno se ha de hacer con un cordero, uno por cada casa y familia. Si la familia es muy pequeña para comérselo entero, que se junte con su vecino más próximo teniendo en cuenta el número de comensales y la porción de cordero que cada uno pueda comer. El cordero deberá ser de un año, macho y sin ningún defecto. Podrá ser cordero o cabrito. Lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y en la tarde de ese día toda la comunidad de Israel procederá a inmolarlo. Untaréis luego con la sangre del animal las jambas y el dintel de la puerta de las casas en que se haya de comer. En esa noche se comerá la carne asada al fuego, acompañada de hierbas amargas y panes sin levadura. No comeréis nada crudo o cocido. Todo deberá estar asado al fuego: cabeza, patas y vísceras. Nada dejaréis para el día siguiente; si queda algo, lo quemaréis. Lo comeréis así: la túnica atada, las sandalias abrochadas y la vara en la mano; os lo comeréis a toda prisa. Es la Pascua del Señor.
ÉXODO 12:3-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Decidle esto a toda la comunidad israelita: ‘El día diez de este mes, cada uno de vosotros tomará un cordero o un cabrito por familia, uno por cada casa. Y si la familia es demasiado pequeña para comerse todo el animal, entonces el dueño de la casa y su vecino más cercano lo comerán juntos, repartiéndoselo según el número de personas que haya y la cantidad que cada uno pueda comer. El animal deberá ser de un año, macho y sin defecto, y podrá ser un cordero o un cabrito. Lo guardaréis hasta el catorce de este mes, y ese día todos y cada uno en Israel lo matarán al atardecer. Tomarán luego la sangre del animal y untarán con ella todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal. Esa noche comerán la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura. No comáis ni un solo pedazo crudo o hervido. Todo el animal, lo mismo la cabeza que las patas y las entrañas, tiene que ser asado al fuego, y no dejaréis nada para el día siguiente. Si algo queda, lo quemaréis. Ya vestidos y calzados, y con el bastón en la mano, comed de prisa el animal, porque es la Pascua del Señor.
ÉXODO 12:3-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Hablad con toda la comunidad de Israel, y decidles que el día décimo de este mes todos vosotros tomaréis un cordero por familia, uno por cada casa. Si alguna familia es demasiado pequeña para comerse un cordero entero, deberá compartirlo con sus vecinos más cercanos, teniendo en cuenta el número de personas que sean y las raciones de cordero que se necesiten, según lo que cada persona haya de comer. El animal que se escoja puede ser un cordero o un cabrito de un año y sin defecto, al que cuidaréis hasta el catorce del mes, día en que la comunidad de Israel en pleno lo sacrificará al caer la noche. Tomarán luego un poco de sangre y la untarán en los dos postes y en el dintel de la puerta de la casa donde coman el cordero. Deberán comer la carne esa misma noche, asada al fuego y acompañada de hierbas amargas y pan sin levadura. No deberéis comerla cruda ni hervida, sino asada al fuego, junto con la cabeza, las patas y los intestinos. Y no debéis dejar nada. En caso de que algo quede, lo quemaréis al día siguiente. Comeréis el cordero de este modo: con el manto ceñido a la cintura, con las sandalias puestas, con la vara en la mano, y de prisa. Se trata de la Pascua del SEÑOR.