ÉXODO 18:1-12
ÉXODO 18:1-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Oyó Jetro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés y con Israel, su pueblo, y cómo el Señor había sacado a Israel de Egipto. Como Moisés había enviado a Séfora, su mujer, a la casa de Jetro, su suegro, este la tomó, junto con sus dos hijos. Uno de ellos se llamaba Gersón, porque había dicho: «Forastero he sido en tierra ajena»; y el otro se llamaba Eliezer, porque había dicho: «El Dios de mi padre me ayudó y me libró de la espada de Faraón». Cuando Jetro, el suegro de Moisés, llegó con los hijos y la mujer de este junto al monte de Dios en el desierto, donde estaba acampado Moisés, le dijo: —Yo, tu suegro Jetro, vengo a ti con tu mujer y sus dos hijos. Moisés salió a recibir a su suegro, se inclinó y le besó. Se preguntaron el uno al otro cómo estaban, y entraron a la tienda. Moisés contó a su suegro todas las cosas que el Señor había hecho a Faraón y a los egipcios por amor a Israel, todo el trabajo que habían pasado en el camino y cómo los había librado el Señor. Se alegró Jetro de todo el bien que el Señor había hecho a Israel al haberlo librado de manos de los egipcios. Y añadió: —Bendito sea el Señor, que os libró de manos de los egipcios y de manos de Faraón. Él ha librado al pueblo de manos de los egipcios. Ahora conozco que el Señor es más grande que todos los dioses, porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos. Luego tomó Jetro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios; y Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de Moisés delante de Dios.
ÉXODO 18:1-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Todo lo que Dios había hecho por Moisés y por su pueblo Israel, y la manera como el SEÑOR había sacado a Israel de Egipto, llegó a oídos de Jetro, sacerdote de Madián y suegro de Moisés. Cuando Moisés despidió a Séfora, su esposa, Jetro la recibió a ella y a sus dos hijos. Uno de ellos se llamaba Guersón, porque dijo Moisés: «Soy un extranjero en tierra extraña»; el otro se llamaba Eliezer, porque dijo: «El Dios de mi padre me ayudó y me salvó de la espada del faraón». Jetro fue al desierto para ver a Moisés, que estaba acampando junto a la montaña de Dios. Lo acompañaban la esposa y los hijos de Moisés. Jetro le había avisado: «Yo, tu suegro Jetro, voy a verte. Me acompañan tu esposa y tus dos hijos». Moisés salió al encuentro de su suegro, se inclinó delante de él y lo besó. Después de intercambiar saludos y desearse lo mejor, entraron en la tienda de campaña. Allí Moisés le contó a su suegro todo lo que el SEÑOR les había hecho al faraón y a los egipcios en favor de Israel, todas las dificultades con que se habían encontrado en el camino, y cómo el SEÑOR los había salvado. Jetro se alegró de saber que el SEÑOR había tratado bien a Israel y lo había rescatado del poder de los egipcios, y exclamó: «¡Alabado sea el SEÑOR, que os salvó del poder de los egipcios! ¡Alabado sea el que salvó a los israelitas del poder opresor del faraón! Ahora sé que el SEÑOR es más grande que todos los dioses, por lo que hizo a quienes trataron a Israel con arrogancia». Dicho esto, Jetro le presentó a Dios un holocausto y otros sacrificios, y Aarón y todos los ancianos de Israel se sentaron a comer con el suegro de Moisés en presencia de Dios.
ÉXODO 18:1-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Jetró, sacerdote de Madián y suegro de Moisés, se enteró de todo lo que había hecho Dios en favor de Moisés y de su pueblo Israel, y de cómo lo había sacado de Egipto. Jetró, suegro de Moisés, había acogido a Séfora, mujer de Moisés, cuando este la hizo regresar a su país junto con sus dos hijos: Guersón (por aquello que dijo Moisés: «soy inmigrante en una tierra extraña»), y Eliezer (por lo que también dijo: «el Dios de mi padre me ayudó librándome de la espada del faraón»). Estando Moisés acampado en el desierto, cerca del monte de Dios, le salió al encuentro su suegro Jetró acompañado de la mujer y los hijos de Moisés. Jetró se hizo anunciar con estas palabras: —Aquí está Jetró, tu suegro, que viene a verte acompañado de tu mujer y de tus dos hijos. Moisés salió a su encuentro, se postró ante él y lo besó; y tras interesarse mutuamente por su salud, entraron en la tienda. Moisés contó a su suegro lo que Dios, por amor a Israel, había hecho al faraón y a los egipcios, las dificultades que habían encontrado en el camino, y la forma en que el Señor los había librado de ellas. Jetró se alegró al conocer todo el bien que Dios había hecho a los israelitas, librándolos del poder de los egipcios, y exclamó: —¡Bendito sea el Señor que os ha librado de los egipcios y del faraón! Él ha salvado a los israelitas del yugo egipcio, y de la arrogancia con que os trataron; ahora estoy convencido de que el Señor es más grande que todos los dioses. Después Jetró, suegro de Moisés, ofreció un holocausto y sacrificios al Señor; Aarón y todos los ancianos de Israel, por su parte, compartieron un banquete con el suegro de Moisés, en presencia del Señor.
ÉXODO 18:1-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Jetró, sacerdote de Madián y suegro de Moisés, supo todo lo que Dios había hecho por Moisés y por su pueblo Israel, y supo también que el Señor los había sacado de Egipto. Moisés había despedido a su esposa Séfora, y Jetró la había recibido a ella y a sus dos hijos, uno de los cuales se llamaba Guersón, porque Moisés había dicho: “He sido un extranjero en tierra extraña”, y el otro se llamaba Eliézer, porque había dicho: “El Dios de mi padre vino en mi ayuda, y me salvó de la espada del faraón.” Moisés había acampado en el desierto, junto al monte de Dios, y allá fue Jetró, acompañado por la esposa y los hijos de Moisés. Y dijo a Moisés: –Yo, tu suegro Jetró, he venido a verte, junto con tu esposa y sus dos hijos. Moisés salió a recibir a su suegro. Se inclinó delante de él y lo besó; y después de saludarse entraron en la tienda de campaña. Allí Moisés contó a su suegro todo lo que el Señor había hecho al faraón y a los egipcios en favor de Israel, todas las dificultades que habían tenido en el camino y la forma en que el Señor los había salvado. Jetró se alegró por la mucha bondad que Dios había mostrado a los israelitas al salvarlos del poder de los egipcios, y dijo: –Bendito sea el Señor, que os ha librado a vosotros, pueblo de Israel, del poder del faraón y de los egipcios; que os ha librado del poder opresor y de la insolencia con que ellos os trataron. Ahora estoy convencido de que el Señor es más grande que todos los dioses. Jetró tomó un animal para quemarlo en honor de Dios, y también otras ofrendas. Luego Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de Moisés, en presencia de Dios.