ÉXODO 21:33-36
ÉXODO 21:33-36 La Palabra (versión española) (BLP)
Si alguien tiene un pozo abierto, o abre una fosa y no la tapa, y un toro o un asno caen dentro, el dueño del pozo tendrá que indemnizar por los daños: pagará el precio del animal a su dueño y él se quedará con el animal muerto. Si el toro de uno acornea al toro de otro y lo mata, venderán el toro vivo y se repartirán el importe; también se repartirán la carne del toro muerto. Pero si el toro ya había embestido en otras ocasiones y el dueño del animal, estando ya avisado, no tomó precauciones, entonces pagará al dueño del animal muerto un toro vivo, y él se quedará con el toro muerto.
ÉXODO 21:33-36 Reina Valera 2020 (RV2020)
Si alguien abre un pozo o cava una cisterna, y no la tapa, y cae allí un buey o un asno, el dueño de la cisterna pagará el daño para resarcir a su dueño, y el animal muerto será suyo. Pero si el buey de alguien hiere al buey de su prójimo y le causa la muerte, entonces venderán el buey vivo y se repartirán el dinero, y también se repartirán el buey muerto. Pero si era notorio que el buey acostumbraba a embestir, y su dueño no lo había guardado, pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.
ÉXODO 21:33-36 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Si alguien deja abierto un pozo, o cava un pozo y no lo tapa, y en él cae un buey o un asno, el dueño del pozo tendrá que compensar al dueño del animal por esa pérdida, pero podrá quedarse con el animal muerto. “Si el buey de uno embiste y mata al buey de otro hombre, venderán el buey vivo y se repartirán por mitad el dinero y la carne del buey muerto. Pero si se sabe que el buey tenía la costumbre de embestir y que su dueño no hacía caso, este tendrá que compensar al otro dueño con un buey vivo a cambio del muerto, y el buey muerto será para él.
ÉXODO 21:33-36 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Si alguien deja abierto un pozo, o cava un pozo y no lo tapa, y llega a caerse en él un buey o un asno, el dueño del pozo indemnizará al dueño del animal, y podrá quedarse con el animal muerto. »Si un toro cornea a otro toro, y el toro corneado muere, se venderá el toro vivo, y los dos dueños se repartirán por partes iguales el dinero y el animal muerto. »Si el toro tenía la maña de cornear, y su dueño le conocía esta maña, pero no lo mantuvo amarrado, tendrá que pagar por el animal muerto con un animal vivo, pero podrá quedarse con el animal muerto.