ÉXODO 34:27-29
ÉXODO 34:27-29 Reina Valera 2020 (RV2020)
El Señor dijo a Moisés: —Pon estas palabras por escrito, porque el pacto que he hecho contigo y con Israel tiene como base estas palabras. Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan ni bebió agua. Y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos. Después descendió Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en sus manos. Al descender del monte, la piel de su rostro resplandecía por haber estado hablando con Dios, pero Moisés no lo sabía.
ÉXODO 34:27-29 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor dijo a Moisés: “Escribe estas palabras, porque ellas son la base del pacto que yo hago contigo y con los israelitas.” Moisés se quedó allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Y escribió sobre las tablas las palabras del pacto, es decir, los diez mandamientos. Después bajó Moisés del monte Sinaí llevando las dos tablas de la ley; pero al bajar del monte no se dio cuenta de que su cara resplandecía por haber hablado con el Señor.
ÉXODO 34:27-29 La Palabra (versión española) (BLP)
Después el Señor ordenó a Moisés: —Pon por escrito todos estos mandatos, porque ellos son las cláusulas de la alianza que yo sello contigo y con los israelitas. Y allí permaneció Moisés con el Señor durante cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Y escribió sobre las tablas las cláusulas de la alianza, es decir, las Diez Palabras. Al bajar Moisés del monte Sinaí, traía consigo las dos tablas del testimonio y no se dio cuenta de que su rostro irradiaba luminosidad porque había hablado con el Señor.
ÉXODO 34:27-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El SEÑOR le dijo a Moisés: ―Pon estas palabras por escrito, pues en ellas se basa el pacto que ahora hago contigo y con Israel. Y Moisés se quedó en el monte, con el SEÑOR, cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber nada. Allí, en las tablas, escribió los términos del pacto, es decir, los diez mandamientos. Cuando Moisés descendió del monte Sinaí, traía en sus manos las dos tablas de la ley. Pero no sabía que, por haberle hablado el SEÑOR, de su rostro salía un haz de luz.