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ÉXODO 37:1-29

ÉXODO 37:1-29 Reina Valera 2020 (RV2020)

Hizo también Bezaleel el arca de madera de acacia, que medía un metro y diez centímetros de largo, sesenta y cinco centímetros de ancho y sesenta y cinco centímetros de alto. La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le hizo una cornisa de oro alrededor. Además, fundió cuatro argollas de oro para sus cuatro esquinas; en un lado dos y en el otro otras dos. Hizo también varas de madera de acacia y las recubrió de oro. Y metió las varas por las argollas a los lados del arca, para transportarla. Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro; medía un metro y diez centímetros de largo, y sesenta y cinco centímetros de ancho. Hizo también los dos querubines de oro, cincelados a martillo, en los dos extremos del propiciatorio. Un querubín a un extremo y otro al otro; de una pieza con el propiciatorio hizo los querubines en sus dos extremos. Los querubines tenían sus alas extendidas por encima, y con ellas cubrían el propiciatorio; colocados uno frente al otro, sus rostros miraban hacia el propiciatorio. Hizo también la mesa de madera de acacia. Medía noventa centímetros de largo, cuarenta y cinco centímetros de ancho, y sesenta y cinco centímetros de alto. La recubrió de oro puro y le hizo una cornisa de oro alrededor. Hizo también en torno a ella una moldura de siete centímetros de ancho, e hizo una cornisa de oro alrededor de la moldura. Le hizo asimismo cuatro argollas de oro de fundición, y las puso en las cuatro esquinas que correspondían a sus cuatro patas. Debajo de la moldura estaban las argollas, por ellas se metían las varas para llevar la mesa. Hizo las varas de madera de acacia para llevar la mesa y las recubrió de oro. También hizo de oro fino los utensilios que habían de estar sobre la mesa: platos, cucharas, cubiertos y los tazones con que se había de libar. Hizo asimismo el candelabro de oro puro, cincelado a martillo; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores eran de lo mismo. De sus lados salían seis brazos: tres de un lado del candelabro y otros tres del otro. En un brazo había tres copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor, y en el otro brazo había tres copas en forma de flor de almendro, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salían del candelabro. También en la caña del candelabro había cuatro copas en forma de flor de almendro, con sus manzanas y sus flores: una manzana debajo de dos brazos del candelabro, otra debajo de los siguientes dos, otra debajo de los dos restantes, conforme a los seis brazos que salían de él. Las manzanas y los brazos formaban con el candelabro una sola pieza de oro puro labrada a martillo. Hizo asimismo de oro puro sus siete lámparas, sus despabiladeras y sus platillos. Para hacer el candelabro y todos sus utensilios empleó unos treinta kilos de oro. Hizo también de madera de acacia el altar del incienso. Era cuadrado, y medía cuarenta y cinco centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho, y noventa centímetros de alto, y sus cuernos eran de la misma pieza. Recubrió de oro puro su cubierta, sus lados y sus cuernos, y le hizo una cornisa de oro alrededor. Le hizo también dos argollas de oro debajo de la cornisa en las dos esquinas a los dos lados, para meter por ellas las varas con que había de ser conducido. Hizo las varas de madera de acacia y las recubrió de oro. Hizo asimismo el aceite santo de la unción y el incienso puro, aromático, según el arte de los perfumistas.

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ÉXODO 37:1-29 La Palabra (versión española) (BLP)

Besalel hizo el Arca de madera de acacia, de ciento veinticinco centímetros de largo, por setenta y cinco de ancho, y setenta y cinco de alto. La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le puso alrededor una moldura también de oro. Fundió, además, oro para hacer cuatro argollas que colocó en las cuatro esquinas del Arca; dos a cada lado. Luego hizo unos varales de madera de acacia, los recubrió de oro y los metió por las argollas laterales del Arca, para poder transportarla. Después hizo la cubierta del Arca; la hizo de oro puro y con una medida de ciento veinticinco centímetros de largo por setenta y cinco de ancho. Asimismo, hizo dos querubines, cincelados en oro, para los extremos de la cubierta del Arca, uno en cada extremo y formando ambos una sola pieza con la cubierta. Los querubines con sus alas extendidas hacia arriba la cubrían. Estaban situados uno frente al otro, mirando al centro de la cubierta del Arca. También hizo la mesa de madera de acacia, de un metro de largo por medio de ancho y setenta y cinco centímetros de alto; la recubrió de oro puro y le puso alrededor una moldura también de oro. La rodeó de una cornisa, como de un palmo, y en torno a este reborde colocó una moldura de oro. Después hizo cuatro argollas de oro y las colocó en las cuatro esquinas correspondiéndose con sus cuatro patas; las argollas quedaron sujetas a la moldura y por ellas pasaban los varales para transportar la mesa. Los varales para transportar la mesa los hizo de madera de acacia y los recubrió de oro. Finalmente, hizo de oro puro los utensilios que debían estar sobre la mesa: platos, copas, jarras y tazones para la libación. Hizo, asimismo, el candelabro de oro puro; todo labrado a cincel. Tanto su basa y fuste como los cubiletes en forma de flor de almendro, con sus cálices y sus corolas, formaban una sola pieza. De sus lados arrancaban seis brazos, tres a cada lado. Cada uno de los brazos que salían del candelabro tenía tres cubiletes en forma de flor de almendro con cáliz y corola. El fuste del candelabro, en cambio, tenía cuatro cubiletes en forma de flor de almendro, cada una con su cáliz y su corola. Debajo de cada pareja de brazos que salían del candelabro, había un cáliz. Así sucedía con cada uno de los tres pares de brazos que salían del candelabro. Los cálices y sus brazos formaban una sola pieza, toda ella cincelada en oro puro. Después hizo de oro puro sus siete lámparas, sus despabiladeras y sus platillos. Para hacer el candelabro y todos sus utensilios emplearon treinta y tres kilos de oro. Hizo también con madera de acacia el altar para quemar incienso. Su forma era cuadrada y medía medio metro de largo por medio metro de ancho y un metro de alto. Sus salientes en forma de cuernos formaban una pieza con él. Recubrió de oro puro su parte superior, todos sus lados y sus salientes en forma de cuernos, y le puso una moldura de oro alrededor. Fijó unas argollas de oro debajo de la moldura, dos en un lado y dos en el otro, para que pudieran pasar los dos varales que servían para transportarlo. Los varales eran también de madera de acacia y los recubrió de oro. Besalel también preparó el aceite sagrado de la unción y el incienso puro y aromático, según el arte de los perfumistas.

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ÉXODO 37:1-29 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Besalel hizo el arca de madera de acacia: medía un metro y diez centímetros de largo, sesenta y cinco centímetros de ancho y sesenta y cinco centímetros de alto. La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le puso un ribete de oro alrededor. También le hizo cuatro argollas de oro para sus cuatro patas, dos para un lado y dos para el otro. Hizo además unas varas de madera de acacia y las recubrió de oro; luego las pasó por las argollas que estaban a los costados del arca, para transportarla. Hizo también una tapa de oro puro, que medía un metro y diez centímetros de largo por sesenta y cinco centímetros de ancho, con dos seres alados de oro labrado a martillo en los dos extremos de la tapa. La tapa y los seres alados formaban una sola pieza: uno de ellos salía de un extremo de la tapa y el otro salía del otro extremo, así que quedaban uno frente al otro, pero con la cara vuelta hacia la tapa, y con sus alas extendidas por encima de la tapa, cubriéndola con ellas. Besalel hizo también una mesa de madera de acacia, que medía noventa centímetros de largo, cuarenta y cinco centímetros de ancho y sesenta y cinco centímetros de alto. La recubrió de oro puro y le puso un ribete de oro alrededor; la hizo con un entrepaño de siete centímetros de ancho, y al entrepaño le puso un ribete de oro. También le hizo cuatro argollas de oro, y se las puso en las cuatro esquinas correspondientes a las cuatro patas, de manera que quedaran junto al entrepaño, para pasar las varas por ellas y así poder transportar la mesa. Las varas para transportar la mesa las hizo de madera de acacia, y las recubrió de oro. También hizo de oro puro los utensilios que debían estar sobre la mesa, es decir, sus platos, cucharones, jarras y copas para las ofrendas de líquidos. Besalel hizo también el candelabro de oro puro labrado a martillo. Su base, tronco, copas, cálices y pétalos formaban una sola pieza; de los costados le salían seis brazos, tres de un lado y tres del otro. Cada uno de los seis brazos que salían del tronco tenía tres copas en forma de flor de almendro, con un cáliz y sus pétalos, y el tronco mismo tenía cuatro copas, también en forma de flor de almendro, con su cáliz y sus pétalos. Cada uno de los tres pares de brazos que salían del candelabro tenía un cáliz en su parte inferior. Los cálices y los brazos formaban una sola pieza con el candelabro, el cual era de oro puro labrado a martillo. También hizo de oro puro sus siete lámparas, sus tenazas y sus platillos. Para hacer el candelabro y sus utensilios se usaron treinta y tres kilos de oro puro. Besalel, con madera de acacia, hizo el altar del incienso. Era cuadrado, de cuarenta y cinco centímetros de largo, cuarenta y cinco centímetros de ancho y noventa centímetros de alto. Los cuernos del altar formaban una sola pieza con el propio altar. Después recubrió de oro puro su parte superior, sus cuatro lados y sus cuernos, y le puso un ribete de oro alrededor. También le puso unas argollas de oro debajo del ribete, dos en las esquinas de un lado y dos en las esquinas del otro, para pasar por ellas las varas y así poder transportar el altar. Hizo las varas de madera de acacia, y las recubrió de oro. Besalel preparó también el aceite santo de consagrar y el incienso de perfume puro, como lo preparan los perfumistas.

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ÉXODO 37:1-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Bezalel hizo el arca de madera de acacia, de un metro con diez centímetros de largo por setenta centímetros de ancho y setenta centímetros de alto. La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y puso en su derredor una moldura de oro. Fundió cuatro anillos de oro para el arca, y se los ajustó a sus cuatro patas, colocando dos anillos en un lado y dos en el otro. Hizo luego unas varas de madera de acacia, las recubrió de oro y las pasó a través de los anillos en los costados del arca para poder transportarla. El propiciatorio lo hizo de oro puro, de un metro con diez centímetros de largo por setenta centímetros de ancho. Para los dos extremos del propiciatorio hizo dos querubines de oro trabajado a martillo. Uno de ellos iba en uno de los extremos, y el otro iba en el otro extremo; los hizo de modo que en ambos extremos los dos querubines formaran una sola pieza con el propiciatorio. Los querubines tenían las alas extendidas por encima del propiciatorio, y con ellas lo cubrían. Quedaban el uno frente al otro, mirando hacia el propiciatorio. Bezalel hizo la mesa de madera de acacia, de noventa centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho y setenta centímetros de alto. La recubrió de oro puro y le puso en derredor una moldura de oro. También le hizo un reborde de veinte centímetros de ancho, y alrededor del reborde le puso una moldura de oro. Fundió cuatro anillos de oro para la mesa y se los sujetó a las cuatro esquinas, donde iban las cuatro patas. Los anillos fueron colocados cerca del reborde para pasar por ellos las varas empleadas para transportar la mesa. Esas varas eran de madera de acacia y estaban recubiertas de oro. Los utensilios para la mesa, y sus platos, bandejas, tazones, y jarras para derramar las ofrendas de libación, los hizo de oro puro. Bezalel hizo el candelabro de oro puro labrado a martillo. Su base y su tallo, y sus copas, cálices y flores formaban una sola pieza con él. De los costados del candelabro salían seis brazos, tres de un lado y tres del otro. En cada uno de los seis brazos del candelabro había tres copas en forma de flores de almendro, con cálices y pétalos. El candelabro mismo tenía cuatro copas en forma de flor de almendro, con cálices y pétalos. Debajo del primer par de brazos que salía del candelabro había un cáliz; debajo del segundo par de brazos había un segundo cáliz, y debajo del tercer par de brazos había un tercer cáliz. Los cálices y los brazos formaban una sola pieza con el candelabro, el cual era de oro puro labrado a martillo. Hizo también de oro puro sus siete lámparas, lo mismo que sus despabiladeras y braseros. Para hacer el candelabro y todos sus accesorios, usó treinta y tres kilos de oro puro. Bezalel hizo de madera de acacia el altar del incienso. Era cuadrado, de cuarenta y cinco centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho y noventa centímetros de alto. Sus cuernos formaban una sola pieza con el altar. Recubrió de oro puro su parte superior, sus cuatro costados y sus cuernos, y en su derredor le puso una moldura de oro. Debajo de la moldura le puso dos anillos de oro, es decir, dos en cada uno de sus costados, para pasar por ellos las varas empleadas para transportarlo. Las varas eran de madera de acacia, y las recubrió de oro. Bezalel hizo también el aceite de la unción sagrada y el incienso puro y aromático, como hacen los fabricantes de perfumes.

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