ÉXODO 4:10-17
ÉXODO 4:10-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Moisés insistió: —Señor, yo no tengo facilidad de palabra, y esto no me ocurre solo ahora que estás hablando con tu siervo, sino que me viene de antes; soy poco elocuente y se me traba la lengua. El Señor le respondió: —¿Quién le ha dado la boca al ser humano? ¿Quién hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿Acaso no he sido yo, el Señor? Por tanto, vete. Yo estaré en tu boca cuando hables y te indicaré lo que tienes que decir. Moisés volvió a replicar: —¡Por favor, Señor, envía a cualquier otro! Se enojó el Señor con Moisés y le dijo: —¡Ahí está tu hermano Aarón, el levita! Yo sé que él tiene facilidad de palabra. Además, él viene ya a tu encuentro y se va a alegrar mucho de verte. Tú le indicarás lo que debe decir; yo estaré en vuestra boca cuando habléis, y os daré instrucciones acerca de lo que debéis hacer. Él hablará al pueblo en tu nombre; será tu portavoz, y tú harás para él las veces de Dios. Lleva contigo esta vara, pues con ella harás prodigios.
ÉXODO 4:10-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces dijo Moisés al Señor: —¡Ay, Señor!, nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes ni desde que tú hablas con tu siervo, porque soy lento de habla y torpe de lengua. El Señor le respondió: —¿Quién ha dado la boca al ser humano? ¿O quién ha hecho al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo, el Señor? Ahora, pues, ve, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que has de hablar. Y él dijo: —¡Ay, Señor!, envía, te ruego, a cualquier otra persona. Entonces el Señor se enojó contra Moisés, y dijo: —¿No conozco yo a tu hermano Aarón, el levita, y sé que él habla bien? Él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. Tú le hablarás y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer. Él hablará al pueblo en tu nombre; será tu portavoz, y tú hablarás con él como si hablara yo mismo. Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales.
ÉXODO 4:10-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
–¡Ay, Señor! –respondió Moisés–. Yo no tengo facilidad de palabra, y esto no es solo de ayer ni de ahora que estás hablando con este siervo tuyo, sino de tiempo atrás. Siempre que hablo se me traba la lengua. Pero el Señor le contestó: –¿Y quién le ha dado la boca al hombre? ¿Quién, si no yo, lo hace mudo, sordo, ciego o que pueda ver? Así que, anda, que yo estaré contigo cuando hables y te enseñaré lo que debes decir. Moisés insistió: –¡Ay, Señor, por favor, envía a alguna otra persona! Entonces el Señor se irritó con Moisés, y le dijo: –¡Pues ahí está tu hermano Aarón, el levita! Yo sé que él habla muy bien. Además, él viene a tu encuentro y se va a alegrar mucho de verte. Habla con él y explícale todo lo que tiene que decir. Yo, por mi parte, estaré con él y contigo cuando habléis, y os daré instrucciones sobre lo que hayáis de hacer. Tú hablarás a Aarón como si fuera yo mismo, y Aarón, a su vez, comunicará al pueblo lo que tú le digas. Llévate este bastón, porque con él harás cosas asombrosas.
ÉXODO 4:10-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
―SEÑOR, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra —objetó Moisés—. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este tu siervo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar. ―¿Y quién le puso la boca al hombre? —le respondió el SEÑOR—. ¿Acaso no soy yo, el SEÑOR, quien lo hace sordo o mudo, quien le da la vista o se la quita? Anda, ponte en marcha, que yo te ayudaré a hablar y te diré lo que debas decir. ―Señor —insistió Moisés—, te ruego que envíes a alguna otra persona. Entonces el SEÑOR ardió en ira contra Moisés y le dijo: ―¿Y qué hay de tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él es muy elocuente. Además, ya ha salido a tu encuentro, y cuando te vea se le alegrará el corazón. Tú hablarás con él y le pondrás las palabras en la boca; yo os ayudaré a hablar, a ti y a él, y os enseñaré lo que tenéis que hacer. Él hablará por ti al pueblo, como si tú mismo le hablaras, y tú le hablarás a él por mí, como si le hablara yo mismo. Pero no te olvides de llevar contigo esta vara, porque con ella harás señales milagrosas.