ÉXODO 5:6-9
ÉXODO 5:6-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Aquel mismo día el faraón dio a los capataces del pueblo y a los inspectores de las obras las siguientes instrucciones: —A partir de ahora no volveréis a proveer de paja a los israelitas, como antes hacíais, para que fabriquen los adobes; ¡que vayan ellos mismos a buscarla! Pero exigidles la misma cantidad de adobes que antes. ¡No les perdonéis ni un solo adobe! Son unos holgazanes y por eso gritan: «¡Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!». Haced más duro su trabajo, para que estén siempre ocupados y no atiendan a patrañas.
ÉXODO 5:6-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aquel mismo día Faraón dio esta orden a los cuadrilleros encargados de las labores del pueblo y a sus capataces: —De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; que vayan ellos y recojan por sí mismos la paja. Les obligaréis a hacer la misma cantidad de ladrillos que hacían antes. ¡No les perdonéis ni un solo ladrillo! Son unos holgazanes y por eso gritan: «Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios». Que se les aumente el trabajo, para que estén ocupados y no atiendan a palabras mentirosas.
ÉXODO 5:6-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Aquel mismo día el faraón ordenó a los capataces y jefes de grupo: –Desde ahora ya no daréis paja a los israelitas para que hagan adobes, como se ha venido haciendo; ¡que vayan ellos mismos a recoger la paja! Pero exigidles la misma cantidad de adobes que han hecho hasta ahora. ¡Ni un solo adobe menos! Son unos holgazanes, y por eso gritan: ‘¡Vayamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!’ Haced trabajar más duro a esa gente; mantenedlos ocupados, para que no hagan caso de mentiras.
ÉXODO 5:6-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Ese mismo día el faraón les ordenó a los capataces y jefes de cuadrilla: «Ya no le deis paja a la gente para hacer ladrillos. ¡Que vayan ellos mismos a recogerla! Pero seguid exigiéndoles la misma cantidad de ladrillos que han estado haciendo. ¡No les reduzcáis la cuota! Son unos holgazanes, y por eso me ruegan: “Déjanos ir a ofrecerle sacrificios a nuestro Dios”. Imponedles tareas más pesadas. Mantenedlos ocupados. Así no harán caso de mentiras».