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EZEQUIEL 18:20-32

EZEQUIEL 18:20-32 La Palabra (versión española) (BLP)

La persona que peque, morirá; el hijo no cargará con la culpa del padre ni este cargará con la culpa del hijo. La persona honrada será tratada como honrada, y la persona malvada será responsable de su maldad. Pero si el malvado se aparta de todos los pecados que cometió, observa todas mis normas y practica el derecho y la justicia, seguro que vivirá; no morirá. Ninguna de las ofensas que haya cometido le será recordada; vivirá por haberse comportado honradamente. ¿Creéis que me complace la muerte del malvado? —oráculo del Señor Dios—. Pues no, prefiero que se aparte de su mala conducta y viva. En cambio, a la persona honrada que abandone su honradez y empiece a actuar con malicia, cometiendo las mismas infamias que cometía el malvado del que hemos hablado, no le será recordada la honradez con la que había actuado; morirá conforme a las malas acciones y a los pecados que haya cometido. Pero vosotros decís: «No es justo el proceder del Señor». A ver si prestáis atención, israelitas: ¿Creéis que es injusto mi proceder? ¿No será vuestro proceder el que no es justo? Si el honrado abandona su honradez y empieza a actuar con malicia, y muere, morirá por su propia malicia. En cambio, si el malvado abandona su inveterada maldad y empieza a practicar el derecho y la justicia, pondrá a salvo su vida. Si lo piensa bien y se aparta de las ofensas cometidas, seguro que vivirá; no morirá. Dicen los israelitas: «No es justo el proceder del Señor». ¿Que no es justo mi proceder? ¿No será más bien vuestro proceder el que es injusto? En consecuencia, voy a juzgaros a cada uno según vuestro proceder, pueblo de Israel —oráculo del Señor Dios—. Volved a mí y abandonad vuestra conducta rebelde, de modo que evitéis cualquier ocasión de culpa. Dejad a un lado la conducta rebelde que habéis llevado y procuraos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué habéis de morir, pueblo de Israel? ¿No veis que no me complace la muerte de nadie? —oráculo del Señor Dios—. Convertíos y viviréis.

EZEQUIEL 18:20-32 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Tan sólo aquel que peque morirá. Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre ni el padre por los pecados del hijo. El justo recibirá el premio a su justicia; y el malvado, el castigo a su maldad. “Y si el malvado se aparta de todos los pecados que cometía, y cumple todas mis leyes, y hace lo que es recto y justo, ciertamente vivirá; no morirá. No volveré a acordarme de todo lo malo que hizo, y él vivirá por hacer lo que es recto. Yo no quiero que el malvado muera, sino que cambie de conducta y viva. Yo, el Señor, lo afirmo. “Pero si el justo deja de actuar rectamente, y hace todo lo malo y detestable que hace el malvado, ¿pensáis que habrá de seguir viviendo? Yo no volveré a acordarme de todo lo bueno que haya hecho: morirá por culpa de su infidelidad y sus pecados. Quizá diréis que yo no estoy actuando con justicia; pero escucha, pueblo de Israel, ¿pensáis que yo no estoy actuando bien? ¿No será más bien lo contrario, que sois vosotros quienes estáis actuando mal? Si el justo deja de hacer lo bueno y hace lo malo, morirá por culpa de sus malas acciones. Por el contrario, si el malvado se aparta de su maldad y hace lo que es recto y justo, salvará su vida. Si abre los ojos y se aparta de todas las maldades que había hecho, ciertamente vivirá; no morirá. “Pero quizás el pueblo de Israel diga que yo no actúo con justicia. ¿Que no actúo con justicia? ¿No será más bien el pueblo de Israel el que no actúa con justicia? Yo os juzgo a cada uno de vosotros, israelitas, de acuerdo con vuestras acciones. Yo, el Señor, lo afirmo. Abandonad de una vez todas vuestras maldades, para que no os hagáis culpables de vuestra propia ruina. Apartaos de todas las maldades que habéis cometido contra mí, y haceos de un corazón y un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel, si yo no quiero que nadie muera? Apartaos del mal y viviréis. Yo, el Señor, lo afirmo.

EZEQUIEL 18:20-32 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Todo el que peque merece la muerte, pero ningún hijo cargará con la culpa de su padre, ni ningún padre con la del hijo: al justo se le pagará con justicia y al malvado se le pagará con maldad. »Si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, y obedece todos mis decretos y practica el derecho y la justicia, no morirá; vivirá por practicar la justicia, y Dios se olvidará de todos los pecados que ese malvado haya cometido. ¿Acaso creéis que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el SEÑOR, lo afirmo. »Si el justo se aparta de la justicia y hace lo malo y practica los mismos actos repugnantes del malvado, ¿merece vivir? No, sino que morirá por causa de su infidelidad y de sus pecados, y no se recordará ninguna de sus obras justas. »Vosotros decís: “El Señor es injusto”. Pero escucha, pueblo de Israel: ¿En qué soy injusto? ¿No sois más bien vosotros los injustos? Cuando el justo se aparta de la justicia, cae en la maldad y muere, ¡pero muere por su maldad! Por otra parte, si el malvado se aleja de su maldad y practica el derecho y la justicia, salvará su vida. Si recapacita y se aparta de todas sus maldades, no morirá, sino que vivirá. »Sin embargo, el pueblo de Israel anda diciendo: “El Señor es injusto”. Pueblo de Israel, ¿en qué soy injusto? ¿No sois más bien vosotros los injustos? Por tanto, a cada uno de vosotros, los israelitas, os juzgaré según vuestra conducta. Lo afirma el SEÑOR omnipotente. Arrepentíos y apartaos de todas vuestras maldades, para que el pecado no os acarree la ruina. Arrojad de una vez por todas las maldades que cometisteis contra mí, y haceos de un corazón y de un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel? Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Convertíos, y viviréis! Lo afirma el SEÑOR omnipotente.