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EZEQUIEL 34:11-24

EZEQUIEL 34:11-24 La Palabra (versión española) (BLP)

Esto dice el Señor Dios: Yo mismo buscaré a mi rebaño y velaré por él. Del mismo modo que el pastor vela por sus ovejas cuando andan dispersas, así velaré yo por mis ovejas y las sacaré de todos los lugares por donde se habían dispersado en días de densa niebla. Las sacaré de los pueblos y las reuniré de los países; las traeré a su tierra y las pastorearé por los montes de Israel, por las cañadas y por todas las zonas habitadas del país. Las apacentaré en pastos deliciosos, y su majada estará en las altas cumbres de Israel. Reposarán en majada deleitosa y pacerán en tiernos pastos por los montes de Israel. Yo mismo reuniré a mis ovejas y las pastorearé —oráculo del Señor Dios—. Buscaré a las ovejas perdidas y haré volver a las descarriadas; vendaré a las heridas y robusteceré a las débiles. Por lo que respecta a las robustas, las apacentaré como se debe. En cuanto a vosotras, ovejas mías, esto dice el Señor Dios: Aquí estoy, dispuesto a juzgar entre ovejas y ovejas, entre carneros y machos cabríos. ¿Os parece poco el delicioso pasto en el que pastáis, que encima pisoteáis el resto de vuestros pastos? ¿Os parece poco el caudal de agua en el que abreváis, que encima enturbiáis con vuestros pies el agua restante? Mis ovejas tienen que pastar lo que vosotros habéis pisoteado y tienen que beber el agua que vuestros pies han enturbiado. Por eso, así dice el Señor Dios: Yo mismo juzgaré entre ovejas gordas y ovejas flacas. Puesto que habéis embestido con el costado y el lomo, y habéis acorneado a todas las ovejas débiles hasta dispersarlas y expulsarlas, voy a poner a salvo a mi rebaño, para que no vuelva a ser presa de nadie, y voy a juzgar entre ovejas y ovejas. Pondré a su servicio un pastor que las apaciente: a mi siervo David. Él se encargará de apacentarlas y de ser su pastor. Yo, el Señor, seré su Dios; y David será su príncipe. Yo, el Señor, he hablado.

EZEQUIEL 34:11-24 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

“Yo, el Señor, digo: Yo mismo me encargaré del cuidado de mi rebaño. Como el pastor que se preocupa por sus ovejas cuando están dispersas, así me preocuparé yo de mis ovejas; las rescataré de los lugares por donde se dispersaron un día oscuro y de tormenta. Las sacaré de los países extranjeros, las reuniré y las llevaré a su propia tierra. Las llevaré a comer a los montes de Israel, y por los arroyos y por todos los lugares habitados del país. Las apacentaré en los mejores pastos, en los pastizales de las altas montañas de Israel. Allí podrán descansar y comer los pastos más ricos. Yo mismo seré el pastor de mis ovejas; yo mismo las llevaré a descansar. Yo, el Señor, lo afirmo. Buscaré a las ovejas perdidas, traeré a las extraviadas, vendaré a las que tengan alguna pata rota, ayudaré a las débiles y cuidaré a las gordas y fuertes. Yo las cuidaré como es debido. “Yo, el Señor digo: Escuchad, ovejas mías: Voy a hacer justicia entre los corderos y los cabritos. ¿No os basta con comeros los mejores pastos, sino que tenéis que pisotear el que queda? Bebéis el agua clara y enturbiáis el resto con las patas. Y mis ovejas tienen que comer los pastos que vosotras habéis pisoteado y beber el agua que habéis enturbiado. Por eso yo, el Señor, os digo: Voy a hacer justicia entre las ovejas gordas y las flacas. Habéis alejado a empujones a las débiles, las habéis atacado a cornadas y las habéis hecho huir. Pero yo salvaré a mis ovejas. No dejaré que las sigan robando. Haré justicia entre las ovejas. Haré que vuelva mi siervo David y lo pondré como único pastor, y él las cuidará. Él será su pastor. Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será su jefe. Yo, el Señor, he hablado.

EZEQUIEL 34:11-24 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

»”Así dice el SEÑOR omnipotente: Yo mismo me encargaré de buscar y de cuidar a mi rebaño. Como un pastor que cuida de sus ovejas cuando están dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las rescataré de todos los lugares donde, en un día oscuro y de nubarrones, se hayan dispersado. Yo las sacaré de entre las naciones; las reuniré de los países, y las llevaré a su tierra. Las apacentaré en los montes de Israel, en los vados y en todos los poblados del país. Las haré pastar en los mejores pastos, y su aprisco estará en los montes altos de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo y se alimentarán de los mejores pastos de los montes de Israel. Yo mismo apacentaré mi rebaño, y lo llevaré a descansar. Lo afirma el SEÑOR omnipotente. Buscaré a las ovejas perdidas, recogeré a las extraviadas, vendaré a las heridas y fortaleceré a las débiles, pero exterminaré a las ovejas gordas y robustas. Yo las pastorearé con justicia. »”En cuanto a ti, rebaño mío, esto es lo que dice el SEÑOR omnipotente: Juzgaré entre ovejas y ovejas, y entre carneros y chivos. ¿No os basta con comeros los mejores pastos, sino que tenéis también que pisotear lo que queda? ¿No os basta con beber agua limpia, sino que tenéis que enturbiar el resto con las patas? Por eso mis ovejas tienen ahora que comerse el pasto que vosotros habéis pisoteado, y beberse el agua que habéis enturbiado. »”Por eso, así dice el SEÑOR omnipotente: Yo mismo voy a juzgar entre las ovejas gordas y las flacas. Por cuanto vosotros habéis empujado con el costado y con la espalda, y habéis atacado a cornadas a las más débiles, hasta dispersarlas, voy a salvar a mis ovejas, y ya no os servirán de presa. Yo juzgaré entre ovejas y ovejas. Entonces les daré un pastor, mi siervo David, que las apacentará y será su único pastor. Yo, el SEÑOR, seré su Dios, y mi siervo David será su príncipe. Yo, el SEÑOR, lo he dicho.