ESDRAS 6:13-18
ESDRAS 6:13-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Entonces Tatnay, gobernador del otro lado del Éufrates, Setar-Boznay y sus colegas, actuaron exactamente como había ordenado el rey Darío. Por su parte, los responsables de los judíos, de acuerdo con las palabras proféticas de Ageo y Zacarías, descendiente de Idó, llevaron a cabo con éxito las obras de reconstrucción. Construyeron y acabaron la edificación según la orden del Dios de Israel y el mandato de Ciro, de Darío y de Artajerjes, reyes de Persia. Finalizó la construcción de este Templo el tercer día del mes de Adar, el sexto año del reinado de Darío. Los israelitas, los sacerdotes, los levitas y el resto de los repatriados dedicaron este Templo a Dios con alegría. Ofrecieron, con motivo de la dedicación del Templo, cien becerros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y, como expiación por todo Israel, doce machos cabríos, según el número de las tribus de Israel. Igualmente, organizaron a los sacerdotes por turnos y a los levitas según sus clases para el servicio de Dios en Jerusalén, conforme a lo escrito en el libro de Moisés.
ESDRAS 6:13-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces Tatenai, gobernador de la provincia al oeste del río Éufrates, y Setar-boznai y sus compañeros cumplieron al pie de la letra la orden dada por el rey Darío. Así los dirigentes judíos pudieron continuar los trabajos de reconstrucción, de acuerdo con lo dicho por los profetas Hageo y Zacarías, hijo de Idó. Y la reconstrucción se terminó conforme a lo ordenado por el Dios de Israel y según lo dispuesto por Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. El templo quedó terminado el día tres del mes de Adar, del año seis del gobierno de Darío, rey de Persia. Los israelitas, los sacerdotes, los levitas y los demás que estuvieron desterrados celebraron con alegría la dedicación del templo de Dios. En aquella ocasión ofrecieron en sacrificio cien becerros, doscientos carneros y cuatrocientos corderos, y además doce chivos, uno por cada tribu israelita, como ofrendas por el pecado de todo Israel. Luego pusieron a los sacerdotes en sus turnos correspondientes y a los levitas en sus puestos, para el culto de Dios en Jerusalén, conforme a lo escrito en el libro de Moisés.
ESDRAS 6:13-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces Tatnai, gobernador del otro lado del río, Setar-boznai y sus compañeros, hicieron puntualmente según el rey Darío había ordenado. Así, los ancianos de los judíos edificaban y prosperaban, conforme a la profecía del profeta Hageo y de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron, pues, y terminaron la obra, por orden del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, de Darío y de Artajerjes, rey de Persia. Esta casa fue terminada el tercer día del mes de Adar, que era el sexto año del reinado del rey Darío. Los hijos de Israel, los sacerdotes, los levitas y los demás que habían regresado de la cautividad, hicieron la dedicación de esta casa de Dios con gozo. Ofrecieron para la dedicación de esta casa de Dios cien becerros, doscientos carneros y cuatrocientos corderos; y como expiación por todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel. Luego, organizaron a los sacerdotes en sus turnos y a los levitas según sus clases, para el servicio de Dios en Jerusalén, conforme a lo escrito en el libro de Moisés.
ESDRAS 6:13-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Entonces Tatenay, gobernador de la provincia al oeste del río Éufrates, y Setar Bosnay y sus compañeros cumplieron al pie de la letra lo que el rey Darío les había ordenado. Así los dirigentes judíos pudieron continuar y terminar la obra de reconstrucción, conforme a la palabra de los profetas Hageo y Zacarías hijo de Idó. Terminaron, pues, la obra de reconstrucción, según el mandato del Dios de Israel y por decreto de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. La reconstrucción del templo se terminó el día tres del mes de adar , en el año sexto del reinado de Darío. Entonces los israelitas —es decir, los sacerdotes, los levitas y los demás que regresaron del cautiverio—, llenos de júbilo dedicaron el templo de Dios. Como ofrenda de dedicación, ofrecieron a Dios cien becerros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel, para expiación por el pecado del pueblo. Luego, según lo que está escrito en el libro de Moisés, instalaron a los sacerdotes en sus turnos y a los levitas en sus funciones, para el culto que se ofrece a Dios en Jerusalén.