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ESDRAS 7:11-28

ESDRAS 7:11-28 Reina Valera 2020 (RV2020)

Esta es la copia de la carta que dio el rey Artajerjes al sacerdote Esdras, escriba versado en los mandamientos del Señor y en sus estatutos dados a Israel: «Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba erudito en la ley del Dios del cielo: Paz. He dado la siguiente orden: Todo aquel que en mi reino pertenezca al pueblo de Israel, a sus sacerdotes y levitas, que quiera ir contigo a Jerusalén, que vaya. Porque de parte del rey y de sus siete consejeros eres enviado a visitar a Judea y a Jerusalén, conforme a la ley de tu Dios que está en tus manos; y a llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén, así como toda la plata y el oro que logres reunir en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias que el pueblo y los sacerdotes entreguen de corazón para la casa de su Dios, la cual está en Jerusalén. Comprarás, pues, diligentemente con este dinero becerros, carneros y corderos, con sus ofrendas y sus libaciones, y los ofrecerás sobre el altar de la casa de vuestro Dios, la cual está en Jerusalén. Y lo que a ti y a tus hermanos os parezca hacer con la otra plata y el oro, hacedlo conforme a la voluntad de vuestro Dios. Los utensilios que te son entregados para el servicio de la casa de tu Dios, los restituirás delante de Dios en Jerusalén. Todo lo que se requiere para la casa de tu Dios, que te sea necesario dar, lo darás de la casa de los tesoros del rey. Yo mismo, el rey Artajerjes, doy esta orden a todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que pida el sacerdote Esdras, escriba de la ley del Dios del cielo, se le conceda puntualmente, hasta tres mil kilos de plata, treinta mil kilos de trigo, tres mil litros de vino, tres mil litros de aceite, y sal sin medida. Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho puntualmente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de caer su ira contra el reino del rey y de sus hijos? También se os hace saber que a los sacerdotes y levitas, cantores, porteros, sirvientes del templo y ministros de la casa de Dios, ninguno podrá imponerles tributo, contribución ni renta. Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que tienes de tu Dios, pon jueces y gobernadores que gobiernen a todo el pueblo que está al otro lado del río, a todos los que conocen las leyes de tu Dios; y al que no las conozca, enséñaselas. Y todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios, y la ley del rey, será castigado rigurosamente, ya sea condenado a muerte, a destierro, a pena de multa, o prisión». Bendito el Señor, Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa del Señor que está en Jerusalén, y me favoreció con su misericordia delante del rey, de sus consejeros y de todos los poderosos príncipes del rey. Así yo, fortalecido por la protección de mi Dios, reuní a los principales de Israel para que subieran a Jerusalén conmigo.

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ESDRAS 7:11-28 La Palabra (versión española) (BLP)

Esta es la copia de la carta que dio el rey Artajerjes a Esdras, sacerdote y escriba versado en los mandamientos del Señor y en los estatutos concernientes a Israel: «Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba experto en la ley del cielo: paz. He dado la orden siguiente: aquel que, en mi reino, pertenezca al pueblo de Israel, a sus sacerdotes o a sus levitas y quiera regresar a Jerusalén, que lo haga. Vas como enviado del rey y de sus siete consejeros a inspeccionar Judea y Jerusalén de acuerdo con la ley de tu Dios que te ha sido confiada. Llevarás también la plata y el oro que el rey y sus consejeros han ofrecido voluntariamente al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén, además de toda la plata y oro que reúnas en la provincia de Babilonia y de todas las ofrendas voluntarias que el pueblo y los sacerdotes donen espontáneamente al Templo de su Dios, en Jerusalén. Con ese dinero date prisa en comprar becerros, carneros y corderos, con sus correspondientes ofrendas y libaciones. Las ofrecerás sobre el altar del Templo de vuestro Dios, en Jerusalén. Con lo que quede de la plata y el oro haced lo que mejor os parezca a ti y a tus hermanos. Hacedlo según la voluntad de vuestro Dios. Los objetos que se te entregan para el servicio del Templo de Dios los depositarás ante el Dios de Jerusalén. Todo lo que precises y consideres necesario para el Templo de tu Dios, tómalo del erario real. Yo, el rey Artajerjes, doy la orden a los tesoreros de la provincia Transeufratina para que todo cuanto os pida Esdras, sacerdote y escriba de la ley del Dios del cielo, se ejecute eficazmente; deberéis proporcionarle hasta cien talentos de plata, veintidós mil kilos de trigo, veintidós mil litros de vino, otros tantos de aceite y sal sin medida. Todo lo mandado por el Dios del cielo en relación con su Templo, ejecútese sin tardanza para que no descargue su ira contra el reino, el rey y sus hijos. Os hacemos saber que a los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, donados y siervos del Templo de Dios no se les impondrá tributo, impuesto o peaje. Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría que te ha otorgado tu Dios, pon jueces y magistrados que administren justicia a todo el pueblo que está al otro lado del Éufrates y conoce las leyes de tu Dios; a quienes no la conocen, enséñasela. Todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios o la ley del rey será rigurosamente castigado, bien con la muerte, bien con destierro, multa o prisión». ¡Bendito sea el Señor, Dios de nuestros antepasados, que inspiró estas cosas al rey para honrar el Templo del Señor en Jerusalén, inclinando hacia él el favor del rey, de sus consejeros y de los altos dignatarios reales! Así que confortado por el Señor, mi Dios, de cuya protección gozaba, reuní a los principales de Israel para que regresaran conmigo.

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ESDRAS 7:11-28 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Esta es la copia de la carta que el rey Artajerjes entregó a Esdras, sacerdote y maestro instruido en todos los mandamientos y leyes del Señor para Israel: “El emperador Artajerjes saluda a Esdras, sacerdote y maestro instruido en la ley del Dios del cielo. “He ordenado que todo israelita que se encuentre en mi reino y que quiera irse a Jerusalén contigo, pueda hacerlo, incluso si es levita o sacerdote. Porque el rey y sus siete consejeros te envían a estudiar la situación en Judá y Jerusalén, conforme a la ley de tu Dios que tienes en la mano. Lleva contigo la plata y el oro que el rey y sus consejeros ofrecen voluntariamente al Dios de Israel, que habita en Jerusalén, y toda la plata y el oro que puedas conseguir en toda la provincia de Babilonia, más los donativos que el pueblo y los sacerdotes ofrezcan voluntariamente para el templo de Dios en Jerusalén. Con ese dinero comprarás becerros, carneros y corderos, junto con sus ofrendas de cereales y de vino, para ofrecerlos sobre el altar del templo del Dios vuestro en Jerusalén. En cuanto al oro y la plata restantes, haced tú y tus compañeros lo que os parezca mejor, conforme a la voluntad de Dios. Pero los utensilios que se te han entregado para el culto en el templo de tu Dios, entrégalos tú mismo al Dios de Jerusalén. “Cualquier otra cosa que debas proporcionar para el templo de tu Dios, puedes conseguirla en los almacenes reales. Y yo, el rey Artajerjes, ordeno a todos los tesoreros al oeste del río Éufrates que sin falta entreguen a Esdras, sacerdote y maestro instruido en la ley del Dios del cielo, todo lo que él pida, hasta tres mil trescientos kilos de plata, veintidós mil litros de trigo, dos mil doscientos litros de vino, dos mil doscientos litros de aceite y toda la sal que pida. “Todo lo que pida el Dios del cielo para su templo, debe ser entregado rápidamente, para que no venga ningún castigo sobre los hijos del rey y sobre sus dominios. Habéis de saber también que está prohibido imponer tributo, impuestos o derechos a cualesquiera de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, sirvientes del templo o a cualquier otra persona que sirva en el templo de Dios. “En cuanto a ti, Esdras, de acuerdo con los conocimientos que tu Dios te ha dado, nombra jueces y gobernantes que hagan justicia a toda la gente de la provincia al oeste del río Éufrates, o sea, a todos los que conocen la ley de tu Dios; y a los que no la conozcan, enséñasela. Y a todo el que no cumpla la ley de tu Dios y las leyes del rey, que se le condene inmediatamente a muerte, a destierro, al pago de una multa o a prisión.” Entonces Esdras oró: “Bendito sea el Señor, Dios de nuestros padres, porque impulsó al rey a honrar el templo del Señor en Jerusalén, y porque me demostró su bondad ante el rey y sus consejeros y los hombres más importantes de la corte, y me dio ánimos, pues con su ayuda pude reunir a los israelitas más importantes para que regresaran conmigo.”

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ESDRAS 7:11-28 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

El rey Artajerjes le entregó la siguiente carta a Esdras, quien era sacerdote y maestro de los mandamientos y preceptos que el SEÑOR le dio a Israel: Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y maestro versado en la ley del Dios del cielo: Saludos. He dispuesto que todos los israelitas que quieran ir contigo a Jerusalén puedan hacerlo, incluyendo a los sacerdotes y levitas. El rey y sus siete consejeros te mandan para investigar la situación de Jerusalén y de Judá, conforme a la ley de tu Dios que se te ha confiado. Lleva el oro y la plata que el rey y sus consejeros han ofrecido voluntariamente al Dios de Israel, que habita en Jerusalén. También lleva contigo toda la plata y el oro que obtengas de la provincia de Babilonia, junto con los donativos del pueblo y de los sacerdotes para el templo de su Dios en Jerusalén. Con ese dinero compra, sin falta, becerros, carneros y corderos, con sus respectivas ofrendas de cereales y de vino, para ofrecerlos en el altar del templo de vuestro Dios en Jerusalén. Con el resto de la plata y del oro, tú y tus compañeros podréis hacer lo que os parezca mejor, de acuerdo con la voluntad de vuestro Dios. Pero deposita en el templo los utensilios sagrados que se te han entregado para rendir culto a tu Dios en Jerusalén. Cualquier otro gasto que sea necesario para el templo de tu Dios se cubrirá del tesoro real. Ahora bien, yo, el rey Artajerjes, les ordeno a todos los tesoreros que están al oeste del río Éufrates que entreguen de inmediato todo cuanto solicite Esdras, sacerdote y maestro versado en la ley del Dios del cielo. Pueden darle hasta tres mil trescientos kilos de plata, veintidós mil litros de trigo, dos mil doscientos litros de vino, dos mil doscientos litros de aceite y toda la sal que se requiera. Todo lo que ha ordenado el Dios del cielo para su templo, sea hecho de inmediato, de modo que no se descargue su ira contra el dominio del rey y su familia. También ordeno que exoneréis de impuestos a los sacerdotes, levitas, cantores, porteros y servidores del templo de Dios. Por cuanto tú, Esdras, posees la sabiduría de Dios, serás el encargado de nombrar funcionarios y jueces para que juzguen a los habitantes de la provincia al oeste del río Éufrates, es decir, a todos los que conocen la ley de Dios. Pero, a quienes no la conozcan, enséñasela. Si alguien desobedece la ley de tu Dios y las órdenes del rey, haz que se le castigue de inmediato con la pena de muerte, el destierro, la confiscación de bienes o la cárcel. «Bendito sea el SEÑOR, Dios de nuestros antepasados, que puso en el corazón del rey el propósito de honrar el templo del SEÑOR en Jerusalén. Por su infinito amor, él me ha permitido recibir el favor del rey, de sus consejeros y de todos sus funcionarios más importantes. Y porque el SEÑOR mi Dios estaba conmigo, cobré ánimo y reuní a los jefes de Israel para que me acompañaran a Jerusalén».

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